Estafador cripto en Wall Street: quién es “genio de las matemáticas” de 24 años que irá a la cárcel por un fraude millonario

Fundador de un fondo de inversión, les prometió a sus clientes que ganarían fortunas con el intercambio de divisas digitales y alteró datos para mantenerlos; ahora fue condenado

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Stefan Qin
Stefan Qin

Stefan Qin, fundador del fondo de cobertura de criptomonedas Virgil Capital, fue sentenciado a siete años de prisión, seis meses después de haberse declarado culpable de fraude.

Qin tenía solo 19 años cuando dijo conocer el secreto para ganar dinero con inversiones únicamente con criptomonedas. Él se autoproclamó como un “prodigio de las matemáticas” de Australia, y abandonó la universidad en 2016 para comenzar su propio fondo de cobertura en Nueva York. Qin dijo a sus potenciales clientes que había desarrollado un algoritmo llamado “Tenjin” que controlaría los intercambios de criptomonedas en todo el mundo para aprovechar las fluctuaciones de precios.

Poco más de un año después de haber comenzado, Qin dijo que su fondo había registrado una suba del 500 por ciento, multiplicando por seis la inversión de quienes confiaron en sus inversiones. Tras esta declaración, se produjo una oleada de dinero nuevo de los inversionistas.

Fraude con criptomonedas
Fraude con criptomonedas

Dos años después de este hecho, en este 2021, Qin se declaró culpable de fraude de valores por engañar a los inversores en su fondo de criptomonedas de más de 68 millones de dólares, y fue sentenciado a más de siete años de prisión el miércoles por un juez que cuestionó la sinceridad de su disculpa.

La jueza federal de distrito Valerie Caproni en Manhattan impuso el 15 de septiembre la sentencia de siete años y medio a Stefan He Qin, de 24 años, quien le dijo que estaba “absolutamente desconsolado” mientras leía cartas de víctimas sobre el dolor que había causado a los inversores, incluidos familiares, amigos y socios comerciales.

“Ahora me da vergüenza incluso mirarlos a los ojos y decirles que lo siento, pero debo hacerlo”, le dijo al juez. Las autoridades dijeron que el fraude ocurrió de 2017 a 2020 cuando Qin operaba el fondo, Caproni notó que había “un encanto” en Qin, pero también dijo que una víctima de su esquema Ponzi le había advertido que no se dejara engañar por dicho encanto. Ella dijo que, si su arrepentimiento era sincero, nunca volvería a estar en una sala del tribunal. “Pero si me está encantando de la forma en que encantó a sus víctimas; es un peligro real porque cree que sus necesidades son más importantes que las de los demás “, agregó.

Sin embargo, dijo que se merecía un poco de indulgencia porque había cooperado con las autoridades mientras intentaban identificar a dónde iba el dinero de los inversores. La fiscal estadounidense Audrey Strauss dijo que Qin prometió seguridad a sus inversores, pero los inversores pronto descubrieron que sus estrategias no eran mucho más que un medio disfrazado para que él robara y realizara inversiones no autorizadas con fondos de clientes”, y añadió: “El descarado y amplio plan de Qin dejó a sus atribulados inversionistas en la estacada por más de $ 74 millones, y ahora se le ha entregado la condena apropiadamente larga de más de siete años en una prisión federal”

Los cargos

Qin se declaró culpable en febrero, admitiendo que llevó a cabo el fraude cuando poseía y controlaba dos fondos de inversión en criptomonedas con sede en Manhattan, Virgil Sigma y VQR. Fue finalmente condenado por perder 74,6 millones de dólares, y le dijo a Caproni que había aprendido a través de su crimen que el éxito, el dinero y la fama no eran lo importante en la vida. “Ahora sé que el mundo no es un videojuego”, dijo y añadió: “Merezco el castigo que voy a recibir hoy. Pasaré el resto de mi vida tratando de compensar el dolor que he causado. Lo siento mucho, mucho, mucho “. Se le ordenó que se presentara a prisión el 15 de diciembre.

Bitconnect
Bitconnect

Este tipo de estafas y esquemas ponzi existen hace años, cambiando de forma o productos, pero estafas al fin. Recientemente, con el gran auge de las criptomonedas, han comenzado a surgir estafas creadas que están basadas en estas nuevas tecnologías. Al igual que lo hizo Qin con su fondo de inversión, existen otras grandes estafas como Bitconnect, que se convirtió este mes en la estafa piramidal más grande de la historia de las criptomonedas. Los inversores que confiaron en ellos perdieron más de 2 mil millones de dólares. En una acción de ejecución paralela, un director de Bitconnect y un importante promotor se declararon culpables de cargos criminales en Estados Unidos.

Otra estafa para comprobar, pero más reciente, es la del broker Javier Biosca. El bróker se encuentra declarando en la Audiencia Nacional española, hoy 17 de septiembre, como presunto cabecilla de una estafa piramidal con criptomonedas con la que habría conseguido 475 millones de euros de más de 750 perjudicados.

Las criptomonedas están basadas en cadenas de bloques, lo que da mucha seguridad. Sin embargo, gracias a esa misma seguridad y descentralización, no hay posibilidad de dar marcha atrás cuando una transacción es realizada. Por ello antes de enviar dinero a un tercero para que lo administre, o algo similar, siempre es necesario conocer bien a donde se está enviando el dinero.

Por otra parte, existe la protección de las criptomonedas que ya se han comprado. La manera más segura de almacenarla es en billeteras de criptomonedas físicas (o también llamadas “frías”). Son muy similares a un pendrive, y actúan como una billetera física de tokens o monedas. Cada billetera de hardware está vinculada con una clave privada: un código similar a una contraseña que le permite descifrar la billetera y acceder a las monedas o tokens que almacena, si se pierde esa clave, es irrecuperable, por ello es importante tenerla anotada en un lugar que no se pierda.

Debido a esto, que, si bien las carteras de hardware son tremendamente efectivas contra los ladrones digitales, también existe un riesgo: si pierde su clave de contraseña , nunca recuperará el contenido de la cartera. Además, al ser un dispositivo físico, también existe la posibilidad de perderlo. Finalmente, la última desventaja, es que se debe pagar el dispositivo, a diferencia de las wallets virtuales, que, en su mayoría, son gratuitas.

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