Según el BID, la “brecha de financiamiento” en contra de las mujeres empresarias en América Latina es de más de USD 85.000 millones

Fue la cifra que dio Mikael Larsson, especialista en Integración y Comercio del ente regional, en un seminario sobre “Género y Comercio”. Se trata de la diferencia entre el acceso al crédito de empresas conducidas por hombres y por mujeres. Economía, en ayuda de “la mujer exportadora”

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Mercedes D'Alessandro, la directora de Economía, Igualdad y Género del equipo de Martín Guzmán, enfatizó la necesidad de "potenciar a la mujer exportadora”
Mercedes D'Alessandro, la directora de Economía, Igualdad y Género del equipo de Martín Guzmán, enfatizó la necesidad de "potenciar a la mujer exportadora”

América Latina es la región del mundo con mayor “brecha de género” en materia de financiamiento entre empresas conducidas por hombres y por mujeres. Nada menos que USD 85.000 millones, precisó Mikael Larsson, especialista en Integración y Comercio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en un seminario sobre “Género y Comercio” en los diferentes bloques regionales.

Del evento participaron representantes del BID y de la Convergencia Empresarial de Mujeres del Mercosur, y en el que participó Mercedes D’Alessandro, directora Nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía de la Nación.

“En nuestra región las empresas lideradas por mujeres enfrentan la mayor brecha de financiamiento y acceso al crédito a nivel mundial, diferencia que asciende a más de 85 mil millones de dólares”, dijo Larsson, Y agregó: “Es fundamental para nosotros trabajar en la recuperación económica y la generación de empleo en nuestra región a través de políticas concretas de fomento de los emprendimientos conducidos por mujeres, de su participación en el comercio internacional, y para su integración en cadenas de valor”.

D’Alessandro dijo que la perspectiva de género para desterrar las brechas entre hombres y mujeres es un mandato transversal a todas las políticas públicas

A su turno, D’Alessandro enfatizó la importancia de la “perspectiva de género” para desterrar estas brechas. Señaló que esa perspectiva es “un mandato transversal” a todas las políticas públicas y “fundamental en las políticas económicas, debido a las desigualdades estructurales de largo plazo que enfrentan las mujeres en nuestro país”.

“Las mujeres ganamos menos en promedio que los varones y tenemos una carga asimétrica en las tareas de cuidado, algo que se amplificó en contexto de la pandemia de Covid-19, en que muchas mujeres debieron destinar todavía más tiempo a estas tareas, carga que impacta en menores posibilidades de desarrollo pleno en su vida económica y productiva, y que en algunos casos incluso implicó que deban retirarse del mercado laboral”, argumentó la funcionaria del equipo que encabeza Martín Guzmán.

Mujer exportadora

D’Alessandro reconoció sin embargo que “la estabilidad macroeconómica es condición para el desarrollo argentino, y parte de ella consiste en nuestra visión exportadora, necesitamos generar divisas porque eso nos permite también tener mejores políticas al interior de nuestro país y para eso –mechó allí la cuestión de género- es crucial abrir más espacios para la exportación y potenciar a la mujer exportadora”.

La brecha de financiamiento se nota en particular en el área de Comercio Exterior 
EFE/Wu Hong/Archivo
La brecha de financiamiento se nota en particular en el área de Comercio Exterior EFE/Wu Hong/Archivo

Otra participante del evento, la subsecretaria del Mercosur y Negociaciones Económicas Internacionales, Rossana Surballe, destacó la red de trabajo supranacional que aportará un próximo evento sobre el tema, a desarrollarse en julio. “Las mujeres –dijo- enfrentamos muchas barreras para la participación en la economía y el comercio exterior, y si bien participamos de forma transversal en todos los sectores, muchas veces aun participando, esos roles no son visibilizados”.

Laura Tehuel, presidenta de Mujeres Empresarias de la Federación Empresarial de Buenos Aires, mencionó la falta de estadísticas que permitan diseñar políticas públicas específicas y que debido a la carencia de datos por parte de organismos gubernamentales o regionales, antes de la pandemia decidieron hacer un relevamiento sobre empresas de mujeres exportadoras, a nivel privado y empresarial, del cual surgió que “el 29,94% respondió alguna vez haber exportado, pero de esa cifra sólo el 44,9% logró sostener esas exportaciones en el tiempo”.

Anabela Aldaz, presidenta de la Organización de Mujeres Empresarias del Uruguay (OMEU) celebró la posibilidad de “tejer redes y generar negocios con empresarias de la región”, al que consideró muy necesario dada la “subrepresentación de las mujeres en las empresas, y fundamentalmente en los puestos de decisiones, brecha que se ensancha en las empresas de mayor tamaño”. Además, según un estudio de la agencia de promoción de exportaciones uruguaya, “el 25% de las empresas exportadoras de servicios cuentan con mayoría de mujeres en posiciones de liderazgo, pero de ese número sólo el 23% tiene un directorio conformado mayoritariamente por mujeres”.

Incluso considerando la participación en la toma de decisiones, según el mismo informe, “el 78,5% de las tareas de decisión relacionadas específicamente al comercio internacional son lideradas por varones, así como el 68,2% de las orientadas a producción y el 88,6% de las vinculadas a sistemas”. Y esta situación ocurre aun cuando las mujeres son mayoría en tareas de conducción en áreas como recursos humanos, marketing y comunicación en la mayor parte de los casos. La presidenta de la Cámara de Empresas Maquiladoras de Paraguay, Carina Daher y dijo que en su país las mujeres presentan una clara concentración en ocupaciones de menor productividad, pese a tener más años de formación, aunque sí tienen una mayor representación en tareas vinculadas con ocupaciones profesionales, científicas e intelectuales.

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