El sector turismo le pedirá al Gobierno la declaración inmediata de la emergencia turística y una serie de alivios impositivos para morigerar los efectos del coronavirus sobre la actividad, la más inmediata y directamente afectada por el efecto mundial de la pandemia.
Entre las propuestas que el presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT), Aldo Elías, le presentará al ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, están las rebajas impositivas en las tarifas de servicios, la prórroga de los planes de moratoria, la eliminación de las cargas patronales que pagan las empresas del sector mientras dure la emergencia, la exención o rebaja de distintas retenciones, la eliminación temporal del impuesto a los débitos y créditos bancarios (impuesto al cheque) y, particularmente, la del llamado “impuesto PAIS”, como se denomina la tasa de 30% con la que –a través de la ley de emergencia– el Gobierno gravó la compra de divisas.
Que el socio alivie la presión impositiva
“Argentina es el cuarto o quinto país del mundo en presión impositiva; los impuestos representan entre 40% y 50% de las tarifas turísticas, así que lo que estamos haciendo es pedirle a nuestro socio que nos ayude a pasar la situación”, explicó Elías en diálogo con Infobae antes de la reunión agendada para las 16 horas de hoy con Lammens, a la que aún se evalúa si asistirá también el presidente de la Federación Argentina de Agentes de Viajes y Turismo (Faevyt), Gustavo Hani.
“La situación es crítica, están en juego un millón cien mil empleos”, señaló Elías. No solo se trata de las suspensiones de viaje internacionales, que dejan a hoteles, agencias de viaje y compañías aéreas sin una parte clave de su clientela, sino que tampoco se sabe cuál será la intensidad y extensión del impacto local y si las provincias tomarán también medidas de prevención que desalienten los desplazamientos dentro del país. “Podríamos quedarnos no sólo sin turistas internacionales, sino también locales”, explicó.
Los pedidos y el documento que el sector alista poco antes de la reunión con Lammens coinciden en buena medida con el proyecto de declaración de emergencia turística presentado por Maurice Closs, senador nacional y ex gobernador de Misiones. También, dijeron desde el sector, la senadora nacional por Santa Cruz Ana María Ianni estaría alistando un proyecto de su autoría. No casualmente, se trata de legisladores de provincias que cuentan con dos de los mayores atractivos turísticos del país: las cataratas del Iguazú y el Glaciar Perito Moreno, emplazados en los dos Parques Nacionales más visitados de la Argentina.
El proyecto de Closs declara la emergencia turística por 180 días y pide la “disminución” de las contribuciones patronales, la “prórroga de impuestos existentes o a crearse”, la extensión de los planes de regularización impositivos, previsionales y aduaneros, el otorgamiento de líneas de crédito y la suspensión de ejecuciones.
A nivel mundial, las compañías aéreas fueron las empresas cuya actividad depende en buena medida del sector turismo que sintieron inmediatamente el impacto del coronavirus, con la quiebra de la low cost británica Flybe y una estimación de pérdidas de 113.000 millones de dólares para el sector. Además, países europeos de gran influjo turístico como Francia, Italia y España están sintiendo el colapso de todas las actividades vinculadas a la “industria del ocio”. Otro efecto de mayor extensión será, en los próximos meses y por un tiempo difícil de estimar, la brusca caída del turismo de origen chino, que en la última Feria Internacional del Turismo (Fitur), en Madrid, había sido estimado que aportaría en 2020 unos 140 millones de viajeros.
En la Argentina, además, resta ver, cuando se empiece a avizorar algún alivio o fin de la crisis del coronavirus, cómo quedará respecto del dólar la moneda brasileña, que se devaluó fuertemente en las últimas semanas y llegó a superar, por primera vez en la historia, la marca de cinco reales por dólar. Un Brasil relativamente “barato” podría en el futuro conspirar contra el arribo de turistas brasileños a la Argentina y volver a hacer de Brasil una opción atractiva y accesible a los turistas argentinos.
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