Crisis económica y financiera: la riqueza se transfiere del sur al norte

Un informe de Credit Suisse indicó que en la última década -posterior a la crisis financiera internacional- creció la riqueza mundial, pero se mantuvo la concentración

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En la última década no hubo cambios en la concentración de la riqueza mundial.
En la última década no hubo cambios en la concentración de la riqueza mundial.

La crisis del 2008 significó un quiebre en el capitalismo, donde las variables macroeconómicas suponían una recuperación lenta y una creación de empleo aún más lenta. Si bien el crecimiento fue lento, la recuperación del empleo se hizo con mayor flexibilización, cayendo en la vieja teoría neoclásica de "acomodar la oferta que genera puestos de trabajo", en el que otra vez el trabajo es "flexible" y el capital es "fijo". Lo paradigmático de este periodo 2008-2018 se observa en términos de la medición de la riqueza, que se incrementó en el mundo, y donde los espacios económicos como la Unión Europea, China y Estados Unidos fueron los que más contribuyeron a dicho incremento, según el Credit Suisse en su informe "Global Wealth Report 2018". La riqueza continuó creciendo a un ritmo moderado en 2018, reflejando en parte los continuos aumentos en los mercados de valores, pero debido más aumentos en activos no financieros.

Según el informe, las "cifras revisadas sugieren que China superó a Japón con respecto al número de individuos con un patrimonio neto ultraalto (UHNW, por sus siglas en inglés) en 2009, la riqueza total en 2011 y el número de millonarios en 2014". El avance de China muestra una disputa que se expresa en la actual tensión comercial. En el caso de los Estados Unidos "Riqueza total y riqueza por los adultos en los Estados Unidos han crecido cada año desde 2008, incluso cuando la riqueza global total sufrió un retroceso en 2014 y 2015. Los Estados Unidos representaron el 40% de todos los incrementos a la riqueza mundial desde 2008, y el 58% de la subida desde 2013 Si bien no se desea poner en duda el "Efecto Trump" en los mercados financieros, parece inevitable que el hechizo ininterrumpido del aumento de la riqueza en los Estados Unidos llegue a su fin en algún momento".

Entre 2018 y 2017 la riqueza creció un 4,6%. Ese incremento se explicó más por los activos no financieros que los financieros, mientras el primero creció un 6,2%, el segundo lo hizo en un 3,8%. El endeudamiento de los hogares también creció un 7,1% superando a los que experimentaron los activos financieros y no financieros. La tasa de endeudamiento de los hogares se incrementó en todas las regiones, excepto en África, y logro un crecimiento de dos dígitos en China e India.

Si bien la tasa de crecimiento de la riqueza fue más baja que en 2017, este  4,6% fue más alto que el promedio 2008-2018. El crecimiento de los activos no financieros en los últimos 12 meses ha generado un gran impulso en todas las regiones excepto en América del Norte, el 75% del aumento en China y Europa y el resto en la India.

DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA EN EL SIGLO 21
Proporción de adultos por su nivel de riqueza (%)

Credit Suisse – Base de datos de Riqueza Global 2018
Credit Suisse – Base de datos de Riqueza Global 2018

No obstante, cabe señalar que si bien la riqueza generada por Estados Unidos, China y Europa fue superior a otros periodos, la contra cara es la perdida de riqueza en África, India y América Latina, señala el informe, producto –en el caso latinoamericano- de los problemas económicos en Argentina y Brasil. La pérdida de riqueza entre 2018 y 2017 fue de 415.000 millones de dólares.

En el caso puntual de la Argentina y Brasil, las perdidas en riqueza fueron de USD 130.000 millones y USD 380.000 millones, respectivamente. Por la influencia de las grandes depreciaciones de las monedas y la caída de las acciones, en el caso de la Argentina y Turquía fue de más del 20%, entre las más altas de los países periféricos.

Un tercer punto, es que parte de la riqueza está concentrada en vivienda: en el resto del mundo los precios de la vivienda no bajaron más del 10%, o aumentaron más del 12%, excepto en Argentina, donde aumento más del 29 por ciento.

En términos de distribución de la riqueza el predomino es claro: América del Norte y Europa juntas representan el 60% de la riqueza total del hogar, pero solo contienen el 17% de la población adulta mundial.

¿Cuánto afecto la crisis del 2008 en esta riqueza distribuida en el mundo? En nada, se concentró aún más. Entre 2000 y 2008, las participaciones del 1% superior y el 10% superior en riqueza mundial cayeron significativamente: la proporción del percentil superior, por ejemplo, disminuyó del 47% al 43%. Sin embargo, la tendencia se invirtió después de la crisis financiera. La participación del 10% superior fue poco afectada. Pero en 2016, la proporción del 1% superior volvió a subir por encima del nivel que estimamos para 2000.

La tendencia en el 1% superior de la pirámide de riqueza global refleja en parte la tendencia en la proporción de los activos en la cartera de hogares, que cayeron durante 2000–08 y luego comenzaron a aumentar después de la crisis financiera mundial. Esta dinámica aumentó la riqueza de muchos de los países más ricos y de muchas de las personas más ricas.

La riqueza global siguió concentrada en la última década: los principales perdedores fueron América Latina y la India

Los datos para América del Sur muestran que la mayor cantidad de adultos con riqueza mayor a USD 50 millones son unos 1.889 en 2018. Los adultos con riqueza mayor a USD 50 millones que perdieron ese lugar, comparado con 2017, contabilizaron 374 (Brasil); 66 (Perú); y 53 (Argentina) entre los tres principales de la región.

En un mundo más concentrado en entre los principales espacios económicos la transferencia de riqueza también pasa de una región a otra, donde los principales perdedores son Latinoamérica y la India. La crisis económica y financiera del 2008 no fue una crisis sino la profundización de la desigualdad de la riqueza a nivel global. El predominio del capitalismo en fase financiera redujo parte de la economía real, pero ésta mantiene su participación y forma de acumulación.

Con enfrentamiento de aranceles en últimos años, la etapa 1973-2018 se caracteriza por el regreso del pensamiento neoclásico, de la mano del monetarismo. Pero es volver a principios del siglo XX. Por ello retomamos la crítica de John Maynard Keynes de 1926, en "El final del Laissez-Faire" sobre el libre comercio, el darwinismo económico y el individualismo, en el que anticipó lo que vino después: la crisis de 1929.

Lo que muestra los datos para 2023 es que la tendencia a la concentración de la riqueza va a continuar su sendero positivo.

 

(*) El autor es Economista (UBA), e investigador de la Facultad de Ciencias Económicas (UBA), del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (C.E.S.O.) y del Centro Cultural de de la Cooperación Floreal Gorini