El profesor de Economía preferido de Máxima

La reina de Holanda visita a la Argentina en su calidad de asesora especial del secretario general de las ONU, Ban Ki Moon, sobre Inclusión Financiera para el Desarrollo, cargo que ocupa desde 2009.

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La reina Máxima de Holanda expuso sobre “Inclusión financiera, no exclusión: manejo de riesgos”, en la reciente reunión anual del BM y el FMI (EFE)

La última vez que ambos se vieron fue en el Foro de Davos en enero pasado. Allí la reina Máxima de Holanda habló mucho con su ex profesor de la UCA de principios de los años 90. De acuerdo a lo que relata el libro "Reina Máxima, una historia real", la entonces estudiante de la Licenciatura en Economía Máxima Zorreguieta escuchaba atentamente las clases de un joven profesor, ayudante de Economía, por el que varias alumnas suspiraban. También se comenta que en su inclinación profesional por el área de la finanzas mucho tuvo que ver ese apuesto profesor que dictaba clases en la sede de la UCA de Bartolomé Mitre al 1800, en el centro porteño.

"Reina Máxima, una historia real" hace un repaso por su vida universitaria y de sus trabajos en la Argentina y luego en el exterior: "Máxima Zorreguieta siempre estuvo interesada en el mundo de las finanzas por lo que su vocación no estaba en duda. Tras recibirse de Bachiller Internacional en el colegio Northlands, se anotó para cursar Economía en la Universidad Católica Argentina (UCA)".

Al referirse a sus estudios universitarios, el libro describe que "en paralelo a los últimos meses del secundario, comenzó el ingreso a la Universidad y en marzo del '89, se convirtió en una universitaria. Como en el Northlands, fue la líder indiscutida de su grupo y escuchaba con atención a sus profesores, sobre todo a un profesor auxiliar de Economía que tenía deslumbradas a ella y a sus compañeras. Se trataba de Alfonso Prat Gay", quien años después, ya avocado a la política, fue diputado nacional por la Coalición Cívica, presidente del Banco Central y hoy ministro de Hacienda y Finanzas de la Nación.

Pese a que sus padres ya le habían manifestado varias veces que se tenía que se dedicar a la facultad y que no necesitaba trabajar, Máxima no les hizo caso y primero comenzó a dar clases particulares de matemática. Pero luego comenzó a enviar su curriculum a varias entidades financieras. El libro describe que en 1991 Máxima entró a trabajar en Mercado Abierto S.A., una compañía financiera.

Máxima Zorreguieta, escoltada por el gobernador del Banco Popular de China (izquierda), Zhou Xiaochuan, y el presidente del Banco Mundial Jim Yong Kim (derecha)

Al abandonar esta empresa quedó seleccionada entre los tres candidatos de la UCA para ingresar al Boston Inversora de Valores, una compañía de inversiones asociada al Bank Boston. El edificio estaba ubicado en la calle Sarmiento 545, en pleno microcentro porteño y también trabajó en el departamento de Research de Mercados de Bank Boston, donde estaba bajo las órdenes de la economista María Laura Tramezzani. En solo tres meses la ascendieron a oficial de cuentas, pero en 1994 el "efecto Tequila" la estresó.

El libro describe que "le ofrecieron un puesto especial. Máxima pasó a asesorar a inversores institucionales del exterior, grandes fondos o sociedades financieras que quisieran comprar bonos o acciones. Si bien se sentía mejor con este nuevo rol, ya estaba cansada de las crisis argentinas. Quería despegar y no paró. Una mañana se levantó decidida a renunciar. Se fue a Nueva York en junio de 1996 con un trabajo asegurado en el HSBC James Capel Inc. y, a partir de ese debut laboral, el relato muestra su rápida adaptación a la ciudad".

A principios de 1998, Máxima cambió de trabajo y pasó a ser vicepresidenta del departamento de Mercados Emergentes del Dresdner Kleinwort Benson, uno de los bancos de inversión más importantes del mundo. Luego de conocer a Guillermo de Orange se mudó en 2000 a Bruselas, donde trabajó para el banco Deutsche Bank y finalmente en el 2001 abandonó su carrera en el sistema financiero privado.

Entre 1991 y 2001 Máxima desarrolló una importante carrera en el sector financiero privado

Máxima llegó en esta nueva visita a la Argentina en su calidad de asesora especial del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, sobre Inclusión Financiera para el Desarrollo (UNSGSA), cargo que ocupa desde 2009. Desde 2011, también es presidenta Honoraria de la Alianza Mundial para la Inclusión Financiera (GPFI) del G20 y consejera para la Iniciativa sobre el Futuro del Sistema Financiero Global del Foro Económico Mundial. En ese rol, la esposa del rey Guillermo de Holanda disertó este martes ante alumnos de Economía y Ciencias Políticas de la Universidad Católica Argentina (UCA), en Puerto Madero, sobre "la importancia de una buena conexión con la infraestructura financiera oficial". La Reina participará asimismo en una mesa redonda con representantes de las administraciones públicas, sobre su papel en la nueva estrategia de inclusión financiera.

En este marco, también hablará con representantes de empresas de telecomunicaciones y otras entidades privadas, donde planteará que para conseguir que se aplique con éxito la estrategia nacional es necesaria una buena cooperación entre el sector público y el sector privado. Todas las actividades de la soberana holandesa se enmarcan en su visita de Estado en condición de asesora de la ONU y no como Reina consorte de Holanda, puesto al que accedió en 2013 tras la abdicación de la reina emérita Beatriz a favor de su hijo Guillermo.

Su agenda incluyó encuentros con los ministros de Relaciones Exteriores y Culto con el presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), así como también con el coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en la Argentina, René Mauricio Valdés. También se reunirá con el que llama su profesor preferido de la UCA, el ministro de Hacienda y Finanzas Alfonso Prat Gay, quien además es amigo personal de Máxima. Finalmente se verá el miércoles con el presidente Mauricio Macri.