Barcelona y Sevilla estaban cerca y Atlético Madrid se había acercado con su goleada ante el Sporting Gijón, pero Real Madrid hizo los deberes y venció 2-0 al Espanyol en el Santiago Bernabéu, para prolongar su estadía en lo más alto de la liga española.
Al equipo conducido por Zinedine Zidane no le sobró mucho ante un rival que le complicó el partido. Recién en el tramo final, el anfitrión pudo liquidar la historia con una corrida de Gareth Bale, quien demostró que está intacto después de su lesión y movió la red el día de su regreso.
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Fue Álvaro Morata, justamente a quien reemplazó el galés, el que abrió la cuenta para los de la Casablanca, que le llevan cuatro puntos de ventaja al Barça, seis a los sevillanos y siete al Atlético con este resultado.
Otro resultado positivo para el Madrid, que venía de derrotar al Napoli por la ida de los octavos de final de la Champions League, uno de los objetivos de esta temporada. La revancha será el 7 de marzo en Italia.
El cuadro periquito, que contó con 90 minutos del argentino Pablo Piatti, se fue con las manos vacías de la capital y no logró acercarse a la zona de clasificación de la Europa League.
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