Directores de cine debatieron sobre el impactante ajuste al INCAA

En este encuentro, los cineastas participantes del BAFICI analizaron los efectos de las medidas del gobierno y llamaron a proteger la “soberanía audiovisual” a partir de una serie de medidas. “Esto es un desguace, no es un cambio porque no están proponiendo nada”, dijeron

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Cineastas argentinos discuten el delicado estado de su industria
Cineastas argentinos discuten el delicado estado de su industria

El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) de Argentina enfrenta un cierre temporal a partir del próximo lunes 22, debido a un proceso de reubicación de personal y reasignación de tareas bajo una nueva estructura organizativa. Este anuncio ha generado alarma en la industria cinematográfica argentina, afectando tanto a empleados del instituto como a la exhibición de películas. La situación crítica del INCAA se ahonda en el contexto de las políticas del presidente Javier Milei, percibidas como adversas por el sector.

La industria del cine, ya en una situación delicada, ve este reajuste dentro del INCAA como un posible obstáculo más hacia su estabilidad y crecimiento. En este contexto, ayer por la noche se realizó un encuentro con directores participantes en la Competencia Argentina del BAFICI, donde se discutió el estado actual del cine argentino. Los cineastas compartieron sus experiencias y perspectivas sobre los desafíos que enfrenta la industria, desde la producción hasta la distribución de películas. Las conversaciones, moderadas por Javier Porta Fouz, reflejaron la preocupación colectiva por una política que parece desentenderse del fomento cultural y económico del cine nacional. Las voces de los participantes resaltaron una lucha más amplia por la “soberanía de un pueblo son sus imágenes”, subrayando la importancia cultural y la identidad nacional que representa la industria cinematográfica.

Los cambios en el INCAA, la eliminación de programas de fomento y la incertidumbre sobre el financiamiento futuro fueron señalados como indicadores de un panorama “distópico” para el cine argentino. La preocupación gira en torno a la capacidad del sector para seguir produciendo obras que reflejen las narrativas y las identidades argentinas en un contexto de restricciones financieras y políticas.

La comunidad cinematográfica propone unión para enfrentar retos actuales
La comunidad cinematográfica propone unión para enfrentar retos actuales

Durante el encuentro, se remarcó la importancia del INCAA como ente fomentador del cine nacional, destacando su papel crucial en la financiación y promoción de filmes argentinos, tanto en el país como en el extranjero. La discusión también tocó temas sensibles como la equidad de género en la competencia cinematográfica, la necesidad de una distribución de fondos más equitativa entre las provincias y el desafío de la exhibición frente al dominio de las grandes distribuidoras internacionales.

Tomás Pernich, director de “La Alegría”, expresó su preocupación destacando la importancia de mantener un sistema de apoyo al cine nacional, enfatizando la necesidad de diferenciar entre reformas necesarias y un completo desmantelamiento de las políticas existentes: “esto no es una reforma, más bien es un desguace, no es un cambio porque no están proponiendo nada”.

Por su parte, Ainara Iungman, quien desde Santa Fe resaltó la abrumadora sensación de incertidumbre que enfrenta la comunidad. Esta percepción de caos no solo se refleja en el ámbito profesional sino que también afecta el aspecto creativo, poniendo en peligro la inspiración y la producción futura de obras significativas en el país, remarcando que la situación del Instituto de Cine tiene que ver mucho con este avance de destrucción social y cultural”.

Cineastas piden presionar por el impuesto a las OTT para financiar al INCAA
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En este contexto , la comunidad cinematográfica argentina se encuentra en una encrucijada que pone a prueba no solo su resiliencia sino también su capacidad para adaptarse y luchar por la conservación de su patrimonio cultural. Las perspectivas compartidas en esta diatriba revelan una determinación en encontrar soluciones colectivas que aseguren la continuidad del apoyo estatal al cine en Argentina, manteniendo vivo su rico legado artístico frente a los retos actuales.

“Desde que está Milei en el gobierno, está yendo fuertemente contra la cultura, y muy fuerte contra el cine,” destacó Emiliano Serra, y remarcó evidenciando una desconexión entre las prioridades gubernamentales y las necesidades del sector cultural: “El presidente del INCAA está diciendo lo mismo, que no hay plata, cuando sabemos que igual que en Nación la plata del Estado se fuga o se gasta en aviones”.

Los cineastas y técnicos presentes compartieron experiencias personales sobre cómo los cambios en el instituto influyen directamente en su capacidad para producir y vivir del cine. Algunos resaltaron problemáticas como la precarización laboral y la disminución de apoyos para nuevos proyectos. Vladimir Durán cuestionó que el cine, particularmente, ha sido blanco de estos ataques, destacando el caso de la obra de Albertina Carri, que fue objeto de controversia por parte de ciertos sectores que parecen utilizar una retórica técnicamente depurada para desacreditar. Esta situación no se limita a un fenómeno aislado en redes sociales o a comentarios esporádicos, sino que se percibe como una campaña coordinada y con respaldo en niveles altos del gobierno. La preocupación radica en cómo estas acciones pueden afectar no solo la percepción pública del cine nacional sino también la integridad de la investigación y la educación en Argentina.

BAFICI se convierte en foro de debate sobre el futuro del cine argentino
BAFICI se convierte en foro de debate sobre el futuro del cine argentino

La charla culminó con un llamado a la unidad y movilización de la comunidad cinematográfica, instando a la lucha por la preservación de la soberanía audiovisual del país. Se propuso la creación de nuevos mecanismos y formas de trabajo que permitan enfrentar los desafíos actuales, incluyendo la posibilidad de ampliar la financiación y distribución de cine mediante la colaboración con fondos internacionales y el fomento de la producción comunitaria como alternativa a las vías tradicionales.

José Campusano resaltó: “Debemos preocupémonos de una vez por todas por cobrar el impuesto a las OTT, como mínimo se cuadruplicarían los fondos de INCAA. Habría dinero para producir, coproducir, para capacitaciones. No se quieren meter con ese poder que avasalla y evidentemente cohíbe a estos políticos”. A su vez, denunció: “Nos quieren censurar, no se bancan el espíritu crítico que habita en el cine, por eso están los trolls con hambre de atacarte y ridiculizarte, les pagan para eso, pero en realidad quieren que te callés”.

Este encuentro subraya el momento crítico que atraviesa el cine argentino, marcado por la incertidumbre pero también por la resiliencia de sus creadores. La comunidad cinematográfica se encuentra en un punto de inflexión, buscando caminos para asegurar que el cine argentino continúe siendo un reflejo de su cultura, historia y diversidad.

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