Hace muchos años, cuando descubrí por casualidad una milonga porteña, quedé fascinado con el tango danza. Fue una noche de recalada, el café donde estaba con un amigo cerraba y este me invitó a seguir en otro lugar. Se trataba de un local milonguero en el corazón de Palermo. Cuando entré, lo primero que vi fue gente bailando, jóvenes, viejos, chicas y chicos de todo el mundo unidos en el abrazo al compás de una tanda de Osvaldo Pugliese. De pronto, las parejas se fueron a sus mesas y el organizador anunció una exhibición bailable a cargo del Flaco Dany, un milonguero carismático, con unos pies mágicos para sacarle viruta al piso.
Esa noche también descubrí que la danza era la continuidad de la poesía del tango. Desde entonces, mi curiosidad sobre esta práctica social se acrecentó y me hice habitué de cuanta milonga hubiera, empecé a tomar clases y a seguir las exhibiciones de las figuras de renombre. Sentí que la danza social era la gran revolución contemporánea de este género. Si a principio y a mediados del siglo pasado fueron sus músicos y poetas, desde los años 90 son sus bailarinas y bailarines quienes instalaron al tango como la última danza de salón universal.
Como soy autor de canciones me comuniqué con Ariel Prat, músico rioplatense, ícono de la murga porteña y el candombe, radicado por entonces en Zaragoza, España, con quien tengo varios temas realizados; y le propuse hacer una obra conceptual dedicada a los exponentes del 2x4. Me respondió que le encantaba este sueño y al cabo de un par de correos fuimos avanzando en la idea de concretar este proyecto, esta obra conceptual de canciones de corte tanguero que luego dimos en llamar Identidad milonguera.
Ambos coincidimos en que el tango bailable es un producto cultural nacido en las orillas del Río de la Plata, de sentimiento profundamente barrial, con sus raíces hundidas en nuestros orígenes históricos, practicado al principio en los arrabales y luego en los clubes y salones de Buenos Aires, de modo que se constituye como un hecho de identidad argentina, rioplatense. Y si bien son muchos los trabajos y los musicales puestos en las grandes ciudades con el sello argento, faltaban aquellos que hablaran de los referentes, de quienes le enseñaron a bailar tango al mundo en cada milonga de París, de Nueva York, Hong Kong y Madrid hasta llegar a Villa Urquiza o Puente Alsina en un ir y venir. Esos referentes, bailarines y milongueros, que legaron los estilos que hoy se practican en un sin fin de países. Desde Finito a Virulazo y de Juan Carlos Copes y María Nieves a los referentes actuales como Geraldín Rojas o Milena Plebs.
Así es que con Ariel Prat decidimos lanzarnos a la aventura de crear este disco, Identidad milonguera. Empezamos con la milonga dedicada al Flaco Dany, para mi primer asombro, con la coincidencia de que Prat era su amigo y se frecuentaban en Europa. El Flaco bailaba en sus muestras el candombe “Tango negro”, uno de sus temas preferidos, a veces en versión de su autor, Juan Carlos Cáceres y otras en la de Ariel Prat. Esta coincidencia fue clave porque nos dio la punta del ovillo para hacer volar nuestro sueño. Rápidamente le envié las primeras estrofas: “Le dicen el Flaco Dany/ traje blanco/ rubio fuego/ y en sus pies dos llamaradas/ de un candombe arrabalero…” Al ratito, como si fuera una partida de ping pong, recibí la melodía, y nuestra primera milonga estaba hecha.
Pasado un tiempo, cuando el juglar regresó a Buenos Aires, grabamos el tema, “Milonga del Flaco Dany”, como un single, con arreglos del pianista Pablo Valle y un cuarteto de violín, bandoneón, contrabajo y percusión. Tuvimos la suerte de que el propio Dany lo escuchara, lo hiciera suyo y lo llevara por todas partes. Aquí en Buenos Aires lo bailó en el Salón Marabú, en una exhibición que dio en ese templo del tango con Silvina Valz, también lo exhibió en París y en otras grandes capitales por donde realizaba sus giras. Cuando partió de este plano en diciembre de 2019, sentimos que el homenaje se lo habíamos hecho en vida, como se deben hacer los reconocimientos, sin mezquindades. Esta fue la primera verdad que tuvimos de nuestra ilusión, la de saber que habíamos elegido un sueño posible en un ambiente difícil, sin ser ninguno de los dos astillas del palo tanguero.
Después de este primer tema dejamos el proyecto en trance de espera, hasta que llegó la pandemia y mientras estábamos encerrados, cuidándonos, retomamos la idea de completar la obra.
En medio del silencio que se acrecentaba a medida que la pandemia avanzaba, nosotros volvimos a escuchar la música de aquel sueño que se había quedado en una sola canción. Retomamos el hilo del ovillo y por la ventana de aquel silencio echamos a volar nuevamente el barrilete de nuestra ilusión.
Los nombres aparecieron sin pensarlo mucho, arbitrariamente como en cualquier antología, nos guiamos por el azar y por esas cosas que tiene el inconsciente, donde el cerebro guarda algunos paisajes celebrados. Así aparecieron para este primer volumen de seis piezas los nombres de la señora María Nieves, de Miguel Angel Zotto, Geraldín Rojas, Teté Rusconi y Milena Plebs. Todos ellos son dueños de una trayectoria indiscutible y muy valorados por sus colegas y el público milonguero.
El proceso creativo fue relativamente corto, nos llevó aproximadamente unos seis meses terminar todos los temas. Para realizar una obra de carácter conceptual había que adentrarse, en este caso, en cada uno de los personajes, porque cada uno de las bailarinas y bailarines elegidos poseen un universo de conceptos rítmicos, estilísticos, inclusive espirituales y de época diferente. Cada uno de ellos tiene un lenguaje expresivo único. Ese estudio era fundamental para poder construir la obra con sus particularidades. Cada artista, cada bailarín está sostenido por una historia y una suerte de habla corporal y los temas debían necesariamente reflejar poética y musicalmente esta cualidad.
Sabemos que faltan muchísimos nombres tan valiosos como los elegidos. Tenemos pensado, más adelante, cuando hagamos el volumen II, incluir a otras personalidades del tango danza. Se trataba de empezar, de tirar una botella al mar y dejar que fluyera.
Una canción es un sueño que no tiene tiempo. Identidad milonguera es un homenaje al baile a través del tiempo y de sus protagonistas.
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Sobre Identidad milonguera
Es el primer disco íntegramente de corte tanguero de Ariel Prat y se constituye como tributo al baile popular. El nuevo disco de estudio de Ariel Prat trae una novedad: la participación especial de la señora María Nieves en el videoclip de lanzamiento y en el recitado de apertura del EP. Cada tema homenajea a un bailarín o bailarina de Tango Argentino. Todas las letras e idea original pertenecen al poeta Adolfo Marino Bebe Ponti y las composiciones musicales a Ariel Prat, con dirección y arreglos de Pablo Valle.
El EP contiene seis temas inspirados en figuras del tango danza y la milonga, entre los que se encuentran: María Nieves, Milena Plebs, Geraldín Rojas, Miguel Ángel Zotto, Teté Rusconi y Dany García.
Ariel Prat nació en Buenos Aires. Músico, poeta, escritor, docente y murguero. Gran referente del canto popular argentino, también reconocido en España y Francia en donde se mueve habitualmente con su estilo de “tango milonga de corte murguero”. Con diez discos propios editados, más importantes colaboraciones entre ellas con Bersuit Vergarabat, Juan Carlos Cáceres, La Chicana o León Gieco. El Juglar como le bautizaron, fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura en 2008 y distinguido por su aporte al patrimonio cultural y la diversidad creativa, ambas distinciones a cargo de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
Adolfo Marino Bebe Ponti, poeta y autor de canciones con más de cien obras grabadas por Mercedes Sosa, Peteco Carabajal, Abel Pintos y León Gieco, entre otros. Integra la Comisión de exámenes de letras de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (Sadaic) y dicta los talleres de letras de canción del Instituto de Iniciación autoral Sebastián Piana para los géneros tango y folklore. Posee ocho libros publicados y conduce un programa desde hace nueve años por Nacional Folklórica 98.7. Ganador del Premio Argentores por su audición radial.
Identidad milonguera
- “Romance de María Nieves” (Letra: Adolfo Marino Ponti - Música: Ariel Prat). Recitado: María Nieves.
- “A Miguel Zotto“ (Letra: Adolfo Marino Ponti - Música: Ariel Prat y Pablo Valle).
- “Vals de Teté” (Letra: Adolfo Marino Ponti - Música: Ariel Prat y Hernán Kallis).
- “Milonga de Geraldín“ (Letra: Adolfo Marino Ponti - Música: Ariel Prat).
- “Milena luz de seda” (Letra: Adolfo Marino Ponti - Música: Ariel Prat).
- ”Milonga del Flaco Dany” (Letra: Adolfo Marino Ponti- Música: Ariel Prat).
- Ariel Prat: voz.
- Pablo Valle: piano, arreglos y dirección.
- Andrés Santarsiero: contrabajo.
- Oscar Ismael Yemha: bandoneón.
- Leo Gasso: bandoneón Milonga del Flaco Dany.
- César Rago: violín.
- Gerardo Solnie: percusión.
Grabado en Estudio Findelmundo, Bs. As. por Boris Peñoñori. Producción: Adolfo Marino Ponti y Silvina Damiani.
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