En la mañana del domingo 28 de diciembre de 2025, la actriz y cantante francesa Brigitte Bardot falleció a los 91 años de edad.
La noticia fue confirmada por la fundación que lleva su nombre a través de un comunicado, en la que exaltó la carrera de la diva europea en el mundo del séptimo arte.
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“La Fundación Brigitte Bardot anuncia con inmensa tristeza el fallecimiento de su fundadora y presidenta, la señora Brigitte Bardot, actriz y cantante mundialmente reconocida, que decidió abandonar su prestigiosa carrera para dedicar su vida y su energía a la defensa de los animales y a su Fundación”, señaló la organización en un comunicado publicado por la agencia AFP.
La noticia generó conmoción en Francia y en gran parte del mundo, al recordar que Bardot no solo fue conocida por su trayectoria artística, sino por su activismo social y su posición política, tanto que fue criticada por varios sectores de esa nación.
Sin embargo, algunos recordaron la carrera de Brigitte Bardot, en la que también hubo un pequeño espacio para exaltar la cultura de Colombia.
Brigitte Bardot cantando ‘El Cuchipe’
En enero de 1963, sorprendió a la audiencia francesa y latinoamericana al interpretar en español impecable El cuchipe, una canción tradicional andina colombiana, durante el programa televisivo À vos souhaits Brigitte!
La actriz, que en la época era reconocida como símbolo de sensualidad mundial, ocultó sus características curvas bajo una blusa blanca bordada y una falda larga, cubriéndose finalmente la cabellera con un pañuelo verde y un sombrero, traje autóctono del departamento de Boyacá.
Acompañada en el set por dos músicos de apariencia latina –identificados, según París Match, como Pedro y Narciso, y que tocaban instrumentos de cuerda–, Bardot sorprendió al interpretar la copla: “De Chiquinquirá yo vengo / de cantar una promesa / ahora que estamos solitos / dame un besito Teresa”.
Entre el público, el asombro llegó a tal punto que Eduardo Caballero Calderón, entonces representante de Colombia ante la Unesco, lo describió para la revista Cromos como una escena electrizante.
“Un repique de pandereta rodeada de cascabeles, un galope de tiples adornados con cintas tricolores resulta Chiquinquirá en la boca de esta francesita boyacense que era Brigitte Teresa o Brigitte Dolores, en la pantalla de la televisión. La B. B. es un fenómeno indiscutible como la bomba atómica o el muro de Berlín oriental o la devaluación del peso o el arte abstracto”, expresó el entonces diplomático colombiano al medio citado.
Adicionalmente, Caballero Calderón caracterizó a la artista como “una criatura diabólicamente angelical de grandes ojos ingenuos, labios carnosos, una apariencia de niña buena y una voz apagada de mujer mala”.
La actuación de Bardot no se limitó a ese inusual bambuco. Durante el programa, la actriz ofreció un repertorio de diez interpretaciones en las que alternó el exotismo folclórico de El Cuchipe con sus tradicionales atuendos de escotes y faldas cortas, además de escenas como cantar sobre un piano y hacerlo recostada en una hamaca.
Seis meses después de aquella actuación, la artista grabó el tema musical bajo el sello Philips, pero la discográfica citó erróneamente al autor, atribuyendo la composición a Ismael Orozco, cuando el verdadero creador es Eduardo Gómez Bueno.
Visita inesperada a Colombia
Cerca de dos años después de aquella emisión televisiva, el lunes 11 de enero de 1965, el Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá vivió una escena inédita.
Cientos de personas y periodistas se congregaron durante 45 minutos, interrumpiendo la actividad habitual, mientras un avión de la aerolínea Varig, procedente de los carnavales de Río (Brasil) y en rumbo a México, hacía una escala técnica con Bardot a bordo.
Según lo reportado entonces, se habilitó la escalerilla para que, ante el insistente clamor popular, la actriz saludara al público.
En el tumulto se encontraba el reportero de El Tiempo, Miguel Ayuso, que relató que, además de firmar autógrafos y responder preguntas, la actriz debió rechazar los ruegos de interpretar en vivo la reconocida pieza. “Yo no he venido a cantar. Si desean oírlo compren el disco”, respondió Bardot al periodista mencionado.
Sobre el origen de la estrecha relación entre la francesa y El Cuchipe, ella misma explicó en esa histórica visita a Bogotá: “Unos amigos en París me la enseñaron y la sé tocar en guitarra”, según relató Arturo Vélez, periodista de El Espectador, autor de la pregunta que motivó tal respuesta.
Durante aquellos años, Bardot frecuentaba el bar L´Escale en París, referente de música latinoamericana donde agrupaciones como Los Incas y Los Machucambos incluían la canción colombiana en su repertorio nocturno, lo que pudo haber facilitado su aprendizaje e interpretación.
De este modo, la fascinación personal de Bardot por la canción y los errores posteriores de la industria discográfica convergieron para inscribir la versión francesa de El Cuchipe en la historia cultural compartida entre Europa y Colombia.