La llegada de diciembre marca la reactivación de costumbres populares que llenan de vida hogares y comunidades en países como Colombia y Venezuela.
Dentro de las actividades más esperadas por niños, jóvenes y adultos están los aguinaldos, juegos colectivos que se han transmitido de generación en generación y que acompañan la celebración de las novenas navideñas.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel
El sentido lúdico de estas dinámicas radica en fortalecer los lazos familiares y el espíritu festivo, a través de desafíos sencillos, premios simbólicos y normas claras, en un clima donde la honestidad y el buen humor resultan imprescindibles.
A lo largo del mes, principalmente del 16 al 24 de diciembre, familias y grupos de amigos acuerdan reunirse para celebrar las novenas de aguinaldos, una tradición religiosa que adapta estos juegos como parte integral de la festividad. La mecánica consiste en fijar retos sencillos antes de iniciar la reunión.
Estos desafíos surgen como una manifestación de la creatividad popular y, a diferencia de otros juegos, no involucran apuestas en efectivo ni competencias de habilidad extrema. La recompensa o penalización recibe el nombre de “aguinaldo” y suele ser un dulce, una golosina, una pequeña prenda o cualquier obsequio simbólico. El acto de intercambiar estos presentes termina representando la generosidad propia de la temporada decembrina.
El aguinaldo, en este contexto, no se refiere al pago extra de fin de año, sino a retos o juegos con penitencias, obsequios o premios simbólicos. Su práctica acompaña las celebraciones religiosas y las reuniones sociales, permitiendo qué niños, jóvenes y adultos participen por igual. Los orígenes de los aguinaldos se asocian con la transmisión oral y las costumbres comunitarias de los pueblos andinos.
Reglas generales
Al comenzar una novena u otra actividad navideña, los participantes acuerdan el aguinaldo a jugar y las reglas específicas. Normalmente, el juego se extiende por toda la novena o el tiempo que dure la reunión. Quien pierde el reto, debe entregar al ganador un “aguinaldo”, es decir, un presente que suele consistir en dulces, chocolates, pequeños juguetes, una prenda simbólica, o realizar una pequeña penitencia.
El espíritu de los aguinaldos exige honestidad, respeto y sentido del humor. El objetivo principal es fortalecer los lazos afectivos y la participación colectiva, evitando apuestas o premios monetarios.
Tipos y modos de juego
Existen diferentes tipos de aguinaldos. Entre los más conocidos y jugados se encuentran:
- Pajita en boca
Cada participante mantiene una pajita o palillo en la boca durante toda la reunión. Si algún compañero te sorprende sin la pajita, debes entregarle un aguinaldo.
- Sí y no
Durante la conversación, no se permite pronunciar “sí” o “no”. Si alguien logra que un jugador responda con alguna de estas palabras, este pierde y debe dar el aguinaldo.
- Tres pies
Consiste en que el retador, sin ser advertido, logre poner su pie entre los pies del retado. Si lo logra, el retado debe entregar su aguinaldo.
- Dar y no recibir
Se acuerda que no se deben aceptar objetos de la persona retadora. Si el retado recibe cualquier objeto, pierde el juego.
- Besito robado
El desafío consiste en robar un beso a la persona retada sin que lo note previamente. Si el retador lo consigue, el retado debe entregar un obsequio.
- Palabra prohibida
Se establece de antemano una palabra que ningún participante podrá pronunciar durante la reunión. Si alguien lo hace, debe entregar su aguinaldo. Algunos juegos pueden variar sus condiciones o nombres según la región, pero la dinámica se conserva.
Otros juegos similares
Los aguinaldos guardan similitud con otras dinámicas lúdicas sociales que suelen amenizar las fiestas decembrinas, entre ellas:
- Amigo secreto: Intercambio de regalos donde la identidad del obsequiado se mantiene en secreto hasta el momento del intercambio.
- Verdad o reto: Juego en el que los participantes deben cumplir desafíos o responder preguntas.
- El juego de la prenda: El perdedor entrega una prenda simbólica o realiza una penitencia.
- El juego de la silla: Competencia musical donde los jugadores deben encontrar asiento al detenerse la música.