La discusión sobre el aumento salarial en Colombia concentra la atención nacional en medio del debate por el ajuste del salario mínimo para 2026.
La senadora del Pacto Histórico, María José Pizarro, difundió en su cuenta de X cinco claves sobre el contexto socioeconómico, señalando que “seis de cada diez personas con trabajo ganan un mínimo o menos de un mínimo al mes”.
El dato ilustra la magnitud de la brecha salarial en Colombia, un país que, según la congresista, permanece entre los más desiguales del mundo.
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Dentro del panorama descrito por la legisladora del Pacto Histórico, las mujeres resultan especialmente afectadas. “Entre las mujeres esto es aún peor, siete de cada diez”, enfatizó, en referencia a la proporción femenina que percibe ingresos equivalentes o inferiores al mínimo vigente.
En el extremo opuesto, apenas un reducido 4% de quienes ejercen actividad laboral obtiene más de cuatro salarios mínimos mensuales.
Este escenario contrasta con lo que ocurre en países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).
“En la Ocde de la que nos preciamos de ser parte, la gente gana en promedio casi el doble del salario mínimo”, expuso la militante del Pacto Histórico, resaltando que en Colombia el mínimo es tan cercano al ingreso mediano que termina reflejando la media real de la fuerza trabajadora.
La senadora subrayó que este fenómeno cobra mayor importancia porque en Colombia, el 10% más rico acapara el 61% de los ingresos, mientras que la mitad más vulnerable accede a menos del 7% de la riqueza producida.
Para ilustrar las asimetrías, señaló que las mil empresas más grandes obtuvieron 90 billones de pesos en 2024, valor equivalente al salario anual de más de cinco millones de personas que reciben el mínimo.
La congresista sostuvo que “con un mínimo no alcanza ni siquiera para que una familia de cuatro personas pueda salir de la pobreza”.
Pizarro afirmó que el actual gobierno emprendió una estrategia para enfrentar la desigualdad estructural en el país. Entre los hitos destacados en el mensaje público se cuenta el descenso de la pobreza monetaria, que llegó a su nivel más bajo, además del aumento acumulado del 37,6% en el salario mínimo durante los últimos tres años.
“Aumentó el ingreso real de la gente”, escribió la senadora, quien también hizo hincapié en una reducción sostenida del desempleo junto con mayores flujos de inversión internacional y la consolidación de una economía con tasas de crecimiento positivo.
En su intervención en redes sociales, María José Pizarro puntualizó que los incrementos recientes del salario mínimo resultaron incompatibles con las advertencias sobre posibles impactos negativos.
“Subir el salario mínimo no destruyó empleos, no destruyó la economía, no salieron corriendo las empresas”, reiteró, en respuesta a posiciones sostenidas por economistas críticos y antiguos ministros.
“La evidencia ha demostrado ser todo lo contrario y de eso nos hemos encargado en estos años, lo hemos demostrado con hechos”, puntualizó.
El mensaje también contiene una exhortación dirigida a los gremios y analistas para que participen en la discusión del salario mínimo apoyándose en datos.
“Vea a la gente, den la discusión del salario mínimo mirando los datos y pensando en nuestro país”, remarcó la legisladora. Con la mira en el futuro inmediato, Pizarro sostiene que el país puede sostener la senda de mejora salarial y cierre de brechas que atribuye a las políticas implementadas desde el Ejecutivo.
En el tramo final de su declaración, la senadora expresó que la posibilidad de aspirar a un mejor salario mínimo no pondrá en riesgo la economía nacional.
“Eso no va a destruir la economía, no va a destruir su empleo, solo va a lograr que usted cada día esté mejor”, concluyó Pizarro en su publicación.
Benedetti apoya la idea de aumento del salario mínimo para 2026: “Debe subir dos dígitos”
Desde hace varias semanas, el ministro del Interior, Armando Benedetti, solicitó a través de X que el próximo incremento del salario mínimo en Colombia sea de “dos dígitos”.
En un video difundido por dicha plataforma, Benedetti argumentó que su respaldo proviene de una experiencia vinculada a las demandas laborales, señalando: “Voy a hablar como alguien que siempre ha sido amiga de la clase trabajadora. Debe sur dos dígitos”.
Comparó el salario mínimo local, de 323 dólares, con el de Costa Rica (más de 780 dólares), y defendió un ajuste sustancial.