El debate en la Cámara de Representantes sobre la moción de censura presentada contra el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, se tornó tenso cuando el alto funcionario tuvo que responder a las acusaciones de “negociaciones por debajo de la mesa” con alias Calarcá, importante líder de las disidencias de las Farc.
Las declaraciones, que se hicieron durante la discusión sobre la muerte de menores durante bombardeos contra el frente de alias Iván Mordisco, por orden del presidente Gustavo Petro, pusieron al jefe de la cartera en el centro de una fuerte controversia.
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Durante la sesión, el representante Juan Manuel Cortés, uno de los firmantes de la moción de censura, utilizó su turno para arremeter contra el ministro, en relación con los ataques a la fuerza pública: “Pensamos que un ministro castrense iba a fortalecer a la fuerza pública, pero qué tristeza que no fue así. No podemos ignorar las cifras aterradoras en contra de nuestra fuerza pública: 153 héroes asesinados y 673 heridos".
“Mientras tanto, usted por debajo de la mesa haciendo negociaciones con alias Calarcá, un bandido que le ha hecho daño a este país, que está obligando con sus armas a votar a un candidato por la presidencia de la República, que está intimidando a varias poblaciones de varios departamentos donde él hace actos delincuenciales y les está ordenando que ese día se tienen que grabar”, expresó Cortés, en un tono firme y directo.
Las declaraciones del representante surgieron a raíz de un informe periodístico que puso en duda la integridad de las Fuerzas Militares y, en particular, del ministro de Defensa y el presidente Gustavo Petro.
El reporte reveló supuestos vínculos entre alias Calarcá, uno de los líderes de la disidencia del Estado Mayor Central (EMC), y algunos funcionarios del Estado, incluyendo a miembros de la Fuerza Militar y de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI). Según la información, se habrían filtrado datos sensibles sobre los movimientos del Ejército, lo que llevó a la acusación del representante a la Cámara sobre Pedro Sánchez.
Así respondió el ministro de Defensa a los señalamientos en su contra
Aunque las palabras del representante causaron incomodidad en el ministro, no fue hasta el turno que le otorgó la mesa directiva de la Cámara que Pedro Sánchez pudo comenzar a responder a los distintos señalamientos en su contra, derivados de la moción de censura. Fue en ese momento cuando mostró su desacuerdo con las declaraciones de Cortés.
El jefe de cartera defendió su comportamiento dentro de los límites legales y éticos: “El artículo 74 de la Ley Quinta del 92 habla sobre el respeto a los citantes. Ese respeto se mide de diferentes maneras, pero voy a enfocarme en dos; una de ellas tiene que ver con el representante Cortés, que mencionó que ‘el ministro de Defensa estaba jugando por debajo de la mesa con Calarcá’. Representante, yo le pido respetuosamente que me respete a mí y que respete mi cargo. No soy ningún delincuente”.
El ministro, claramente molesto, pidió respeto, pero en ese instante, desde su curul, el congresista Cortés levantó la voz para decir algo que parecía ofensivo, aunque no fue audible, ya que solo estaba encendido el micrófono del ministro. Sánchez comentó que lo que se había dicho también formaba parte del irrespeto, pero prefirió no hacerle caso y continuó con su intervención sobre el tema por el cual fue citado.
De esta manera, el ministro respondió a los cuestionamientos sobre los bombardeos en varias regiones de Colombia, dirigidos contra alias Iván Mordisco, que causaron la muerte de menores de edad. Sánchez, visiblemente afectado por las acusaciones, tomó la palabra para dejar claro su punto de vista y defender tanto su trayectoria como la de los miembros de las Fuerzas Armadas.
“Yo ya soy retirado”, comenzó, “y no hay que estigmatizar a los miembros de la fuerza pública como si no pudiéramos ejercer este cargo. Yo vengo de la población civil, no vengo de otro planeta. Yo nací en el seno de una mamá maestra, de un padre que fue inicialmente constructor, luego transportador y comerciante. ¿Por qué tienen que castrar a una persona, a un militar o a un retirado, para que ejerza este cargo? Además, esto no pierde el espíritu civilista”.
Sánchez continuó dejando claro que la posición de comandante supremo de las Fuerzas Armadas no es suya, sino del presidente de la República. “Uno no puede estigmatizar a quien ha servido 35 años, hizo tres maestrías, varias especializaciones, es más, me pasaron disparos cerca a la cabeza cuando tenía 23 años, perdí a un hermano, y sigo con las botas puestas”, agregó, al defender su trabajo.