Las voces que acompañaron a Laura Camila Blanco la madrugada del 27 de julio de 2025 revelaron un cuadro más sombrío que el que se conoció inicialmente. Mientras siete personas permanecían en la sala del apartestudio, al noroccidente de Bogotá, la joven periodista de 27 años vivía sus últimos minutos en la habitación principal. Minutos después, aparecería su novio, Óscar Santiago Gómez, gritando que ella se había arrojado al vacío.
La versión no tardaría en tambalear. El dictamen de Medicina Legal concluyó que la causa de muerte fue asfixia mixta. La forma de muerte, “violenta que orienta a homicidio”. Es decir, Laura murió antes de caer.
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Ese documento abrió un capítulo definitivo. “Laura Camila fue estrangulada, fue asfixiada, luchó por su vida”, relató Oswaldo Medina, abogado de la familia a Séptimo Día, que recibió primero los resultados de la autopsia. Desde entonces, la familia sostiene que ella no se lanzó, sino que fue víctima de feminicidio.
Los hechos comenzaron horas antes, cuando la pareja celebraba el grado de ingeniero de sistemas de Óscar Santiago. Fueron al bar, en la zona T, acompañados de amigos y compañeros de trabajo. La noche siguió durante varias horas, y después, más de las 4:00 a. m., todos se trasladaron al apartestudio donde vivía Laura desde hacía dos meses.
En el reporte policial aparece el listado de quienes estaban allí: “Estas personas eran la señorita Angie Daniela Niño, Emerson Alvear, Laura Villamil, Katerine Calderón, Edwin Cubides y el señor Javier Cubides”, según indicó el subintendente Arnold David Ortiz. También asistió Julieth Maldonado, que luego acompañó el traslado de la ambulancia hacia el hospital.
Los testimonios coinciden en que la pareja entró a la habitación principal mientras los demás se quedaron en la sala. Desde allí, escucharon cómo la discusión subía de tono. “Escuchan una algarabía, gritos, ya al pasar el momento, sale el señor Óscar de la habitación gritando que la señorita Laura se había arrojado el vacío”, explicó Ortiz. Aun así, ninguno intervino. “Lo que manifiestan ellos fue que escucharon las agresiones verbales, pero en ningún momento tomaron la determinación de ingresar para evitar esta situación”, agregó.
En el acta judicial quedó consignado un detalle desconcertante: “se notó con extrañeza que la ventana estaba cerrada”. Si la versión inicial fuese cierta, esa ventana habría tenido que estar abierta. El número de personas dentro del apartamento también generó dudas. Aunque la Policía reportó siete amigos de Santiago, él dijo que solo tres acompañaban a la pareja. “Abrí la puerta y le dije a Julieth Maldonado, Daniela Niño y a la amiga que Laura se había botado. Ellas estaban en la sala. Yo abrí la puerta, me asomé y les dije gritando que Laura se botó”, manifestó.
Las entrevistas posteriores del CTI han ido aclarando la atmósfera previa a la caída. Emerson Alvear señaló: “Escuchamos discusión gritos, vulgaridades y un tono de voz alto, nosotros seguimos normal porque no nos queríamos meter. Eran cosas de pareja y de un momento a otro Santi empezó a gritar pidiendo ayuda”.
Katerine Calderón también escuchó la disputa: “Empecé a escuchar gritos como de una pelea. Eran de Laura y Santiago los cuales estaban solos en la habitación”. Para Angie Daniela Niño, el intercambio duró unos minutos: “Laura Blanco ingresó al cuarto con Santiago y empezaron a discutir no sabemos el por qué. Y pasaron 6 minutos y Santiago empezó a gritar que Lau se tiró”. Mientras tanto, Julieth Maldonado aseguró que estaba dormida por el estado de embriaguez y que solo despertó cuando él salió alterado de la habitación.
Cecilia Osorio, madre de Laura, cuestionó el papel de los presentes esa madrugada: “Totalmente indiferentes a lo que estaba pasando. Yo veo una persona en peligro yo intervengo porque se trata de evitar que algo irremediable pase”, dijo al programa antes mencionado. Ante estos testimonios, el abogado de la familia está intentando determinar si hubo contradicciones que pudieran sugerir “una omisión por parte de esas seis personas o si podemos estar hablando de una complicidad tendiente a encubrir lo que realizó Óscar Santiago”.
Ninguno de los testigos esta vinculado formalmente al proceso; solo han rendido entrevistas. Tras el dictamen forense, el caso avanzó como feminicidio agravado. El 21 de agosto de 2025, Óscar Santiago Gómez fue capturado por el CTI. Durante la audiencia virtual, la Fiscalía le imputó cargos, pero él no los aceptó. Hoy permanece en una cárcel mientras continúa el proceso.