Niveles de embalses en Bogotá siguen bajos pese a lluvias y racionamiento de agua continuará

El último informe de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), publicado el lunes 10 de marzo, confirma que la tendencia a la baja persiste en varios embalses clave

Fotografía cedida por el Acueducto de Bogotá, que muestra el estado actual del embalse de Chuza en Fómeque, Cundinamarca (Colombia). EFE/Acueducto de Bogotá

Las precipitaciones recientes en Bogotá no han sido suficientes para mejorar significativamente los niveles de los embalses que abastecen a la capital y municipios cercanos.

A pesar de las lluvias registradas en los últimos días, los reportes oficiales muestran que las reservas siguen siendo insuficientes, lo que mantiene en alerta a las autoridades y prolonga las medidas de racionamiento.

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Racionamiento de agua en Bogotá - crédito Jesús Avilés/Infobae

Desde hace casi un año, la ciudad y sus alrededores han estado sometidos a cortes programados de agua debido a la disminución crítica de los embalses. Aunque se esperaba que las lluvias contribuyeran a la recuperación de estos cuerpos de agua, los datos recientes reflejan que los niveles siguen lejos de lo necesario para garantizar el suministro sin restricciones.

El último informe de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), publicado el lunes 10 de marzo, confirma que la tendencia a la baja persiste en varios embalses clave.

En el caso del sistema Chingaza, el principal proveedor de agua para la capital, la capacidad total se encuentra en apenas 38,64 %, con una tendencia descendente. Dentro de este sistema, el embalse de Chuza registra un nivel del 31,95 %, mientras que el de San Rafael alcanza el 60,40 %.

Por su parte, el sistema de agregados Norte, que incluye los embalses de Neusa, Sisga y Tominé, muestra una capacidad general del 48,44 %. Dentro de este grupo, el embalse de Neusa es el que presenta el nivel más alto, con un 79,65 %, mientras que los de Sisga y Tominé registran niveles más bajos, con 59,32 % y 42,38 %, respectivamente.

En cuanto al sistema de agregados Sur, que abastece principalmente a la localidad de Usme, la situación es más estable. En esta zona, los embalses de El Hato y Usme presentan niveles relativamente altos, con 85,14 % y 87,45 %, lo que garantiza un suministro más seguro en este sector.

A pesar de estas diferencias entre los sistemas de embalses, la situación general sigue siendo frágil. Las lluvias recientes han representado un alivio temporal, pero no han logrado revertir la disminución de las reservas de agua en los embalses más importantes.

Las autoridades han reiterado que el racionamiento seguirá siendo necesario para administrar el recurso disponible. La comunidad ha sido instada a mantener hábitos de ahorro y consumo responsable del agua con el fin de mitigar la presión sobre los embalses y asegurar el suministro a largo plazo.

Además, se han implementado planes de monitoreo y seguimiento para evaluar la evolución de los niveles de los embalses en los próximos meses. Si bien la expectativa es que la temporada de lluvias ayude a una recuperación gradual, las proyecciones indican que la normalización del suministro podría tardar más tiempo del esperado.

Mientras tanto, los ciudadanos deberán continuar con las restricciones de agua y las medidas de ahorro, ya que el suministro sigue dependiendo de la evolución de las condiciones climáticas y del impacto de las lluvias en los embalses estratégicos que abastecen a Bogotá y sus alrededores.

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