En la mañana del domingo 9 de marzo se presentó un nuevo enfrentamiento entre el ELN (Ejército de Liberación Nacional) y las disidencias de las Farc, en los sectores de Tres Curvas y Case Tabla, zona rural de Tibú (Norte de Santander).
De acuerdo con el reporte de la comunidad, hay varios heridos.
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A través de videos que se han viralizado en las redes sociales, se evidencia a las personas afectadas siendo auxiliadas por disidentes, de fondo se logra escuchar las ráfagas de fusil.
En medio de los enfrentamientos entre grupos armados, deja a la población civil atrapada en zona rural de Tibú.
El crecimiento del Frente 33 ha intensificado los enfrentamientos con el ELN, que históricamente ha ejercido control en el Catatumbo, una región fronteriza con Venezuela que abarca cerca de 15 municipios.
Su riqueza en recursos minerales y las condiciones climáticas favorables para el cultivo de coca la convierten en un territorio altamente disputado por los grupos armados en Colombia.
La violencia en el Catatumbo afecta a más de 91.000 personas, según la ONU
La región del Catatumbo enfrenta una crisis humanitaria agravada por la violencia de grupos armados ilegales.
Según el más reciente informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), al menos 91.000 personas han resultado afectadas por los enfrentamientos en esta zona, lo que ha provocado desplazamientos masivos y restricciones de movilidad para miles de habitantes.
De acuerdo con la OCHA, más de 50.000 personas han tenido que abandonar sus hogares y buscar refugio en los cascos urbanos de Cúcuta, Tibú y Ocaña, donde se han instalado en albergues temporales, hoteles y comunidades de acogida.
Este desplazamiento masivo refleja la gravedad de la situación en el Catatumbo, una región históricamente afectada por la presencia de actores armados ilegales y la limitada intervención estatal.
Además del desplazamiento, el informe detalla que al menos 27.381 personas enfrentan restricciones de movilidad debido a los constantes enfrentamientos armados. Estas restricciones no solo dificultan el acceso a servicios básicos, sino que también incrementan el riesgo para defensores de derechos humanos, líderes sociales, firmantes del acuerdo de paz y otros actores comunitarios.
Según el documento, estas personas son frecuentemente objeto de amenazas y acusaciones de colaborar con grupos armados rivales, lo que agrava su vulnerabilidad.
Dos atentados con explosivos del ELN dejó seis soldados heridos, uno de ellos murió
Un video que muestra a niños resguardándose en el suelo mientras se escuchan disparos en las cercanías ha puesto en evidencia la difícil situación que enfrentan las comunidades del Catatumbo.
Este material, difundido por Blu Radio, refleja el impacto de los recientes enfrentamientos entre el Ejército Nacional y presuntos miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), ocurridos el viernes 7 de marzo en los municipios de Tibú y Convención. Los ataques dejaron un saldo de al menos un fallecido y varios heridos, además de sembrar el temor entre los habitantes de la región.
De acuerdo con información preliminar, el primer incidente tuvo lugar alrededor de las 8:50 a. m. en el batallón terrestre número 47, ubicado en Convención. Un francotirador, presuntamente vinculado al ELN, disparó contra un soldado del Ejército, hiriéndolo en el brazo. Aunque la lesión no comprometió su vida, el ataque desató un enfrentamiento armado que se prolongó durante aproximadamente una hora, intensificando la tensión en la zona.
Mientras tanto, en otro punto del Catatumbo, específicamente en la vereda Mineiros del municipio de Tibú, se registró un segundo ataque. Un grupo de soldados, que realizaba labores de patrullaje junto con un suboficial del Ejército, fue blanco de un dron cargado con explosivos.
Este ataque dejó inicialmente cinco heridos, pero uno de ellos falleció horas después debido a la gravedad de las heridas causadas por las esquirlas del artefacto explosivo, según detalló Blu Radio.
El ataque ocurrió cerca del centro poblado de Tibú, donde estudiantes de una escuela rural se encontraban en plena jornada académica. La comunidad educativa se vio directamente afectada por el conflicto, ya que los disparos y explosiones generaron pánico entre los menores y el personal docente.
Las imágenes difundidas muestran a los niños resguardándose en el suelo, una escena que evidencia el impacto del conflicto armado en la vida cotidiana de los habitantes de esta región.