Álvaro Uribe expresó su preocupación por la seguridad en Colombia: “Con la moral afectada”

El exmandatario colombiano Álvaro Uribe Vélez, líder del Partido Centro Democrático, expresó su opinión respecto a la reciente ola de violencia que ha golpeado a los departamentos de Cauca y Valle de Cauca, Colombia. En un mensaje difundido a través de la red social X (antes Twitter), el exmandatario lamentó la difícil situación de seguridad en el territorio, particularmente haciendo énfasis en la situación del Ejército Nacional.

En sus declaraciones, Uribe señaló la preocupación sobre la capacidad de las Fuerzas Armadas para enfrentar la violencia, mencionando limitaciones en equipos y medios de transporte. Estas reflexiones surgieron en un contexto donde se anunció el retorno del general Luis Emilio Cardozo Santamaría a las filas del Ejército, asumiendo el cargo de nuevo comandante de la institución en reemplazo del general Luis Mauricio Ospina, que fue relevado de su posición por instrucción del presidente de la República, Gustavo Petro.

Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.

Este cambio en el liderazgo militar ocurrió en medio de una crisis de orden público en el país, lo que generó críticas y preocupaciones adicionales sobre la capacidad del Ejército para mantener la seguridad y proteger a la población civil en un contexto de aumento de la violencia perpetrada por grupos armados.

“¡Qué difícil será recuperar la seguridad con nuestro ejército debilitado, con limitaciones de equipos y de medios de transporte. Con la moral afectada y el predominio de la duda que deja el acuerdo con Farc y lo siguiente!”, señaló el exmandatario en X.

La preocupación manifestada por Álvaro Uribe Vélez refleja una percepción compartida por diversos sectores de la sociedad colombiana, que expresaron su inquietud por la escalada de violencia y la capacidad del Estado para hacer frente a esta situación. La ola de ataques perpetrados por disidencias de las disidencias de las Farc en estos territorios, que han dejado víctimas mortales tanto entre la población civil como entre las fuerzas públicas, evidencia la complejidad y gravedad del problema.

El país enfrenta una situación crítica tras los recientes ataques perpetrados por las disidencias de las Farc en el departamento de Cauca. Los incidentes, dirigidos por el Estado Mayor Central (EMC), liderado por Iván Mordisco, generaron una ola de violencia que ha cobrado vidas y sembrado el temor en múltiples sectores de la región.

En el municipio de Morales (Cauca), un ataque a la estación de Policía resultó en la muerte de dos uniformados. El acto de violencia, que incluyó el uso de explosivos y ráfagas de fusil, provocó conmoción en la comunidad local y puso de manifiesto la vulnerabilidad de las fuerzas públicas frente a estos grupos armados.

Otro municipio afectado por la violencia fue Corinto, donde se produjo una masacre que dejó tres jóvenes muertos. Las víctimas, identificadas como Roberto Stiven Castaño, Javier González Rendón y Rubiel Alberto Zapata Carvajal, fueron reconocidas por parte de las autoridades locales.

La situación se intensificó con el atentado en el municipio de Miranda, donde un carro bomba segó la vida de un menor. Este acto atroz demostró la falta de escrúpulos de los grupos criminales involucrados, quienes no vacilan en emplear cualquier medio para sembrar el terror y la destrucción en la región.

A pesar de los numerosos ataques perpetrados, otro aspecto destacado fue la revelación de que soldados adscritos a la Primera División del Ejército de Montecristo, ubicada en el sur de Bolívar, llevan más de 20 días esperando la entrega de sus víveres.

Por lo que se han presentado quejas al Ministerio de Defensa, sin obtener ninguna respuesta hasta el momento. Esta situación pone de manifiesto lo mencionado por el expresidente en relación con la percepción de que las fuerzas armadas estaban “debilitadas”.