Antiguas Farc le piden a Gustavo Petro que viaje con ‘Timochenko’ a la ONU: esta sería la razón

El presidente Gustavo Petro denunciará en la ONU el incumplimiento del acuerdo de paz, especialmente en los puntos de reforma agraria, transformación del territorio y verdad judicial, que se firmó durante el Gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos. Esta información fue apoyada públicamente por el senador Julián Gallo, conocido durante el conflicto armado como Carlos Antonio Lozada, en Blu Radio.

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En su intervención, Gallo destacó la importancia de que Rodrigo Londoño, conocido como Timochenko y actual presidente del partido Comunes, acompañe a Petro en su presentación en la ONU. “Es fundamental que se escuche también la voz de las antiguas Farc, como alta parte contratante del acuerdo, que hoy en día es un documento oficial de las Naciones Unidas”, afirmó el senador.

Petro expresó que se está incumpliendo lo pactado en términos de reforma agraria, transformación del territorio y verdad judicial. Pretende llevar estas preocupaciones a la ONU para que sean abordadas y reconocidas internacionalmente.

El senador Gallo también mencionó que las modificaciones hechas al acuerdo durante su tramitación en el Congreso y las decisiones posteriores de la Corte Constitucional han distorsionado el contenido original del mismo y perjudicado su implementación.

“Es necesario que el presidente Petro no solo denuncie estos cambios, sino que también lleve al texto inicial y no a lo que se modificó,” dijo Carlos Antonio Lozada. Este punto es crucial para los signatarios originales del acuerdo, que consideran que la implementación de las modificaciones ha tenido un impacto negativo en el progreso de la paz.

El senador Gallo proporcionó detalles sobre los puntos clave en los que se han observado fallos significativos. La falta de avance en la reforma política, que es crucial para ajustar los topes y fuentes de financiamiento en las campañas electorales, aún es un problema. Además, se mencionó que “aún no se ha avanzado suficientemente en la distribución y titulación de tierras”, un aspecto fundamental para la reforma agraria pactada.

Gallo resaltó la necesidad de que la voz de las antiguas Farc sea tomada en cuenta en este proceso. Citó que la denuncia sobre el incumplimiento del acuerdo de paz debe incluir las perspectivas y experiencias de las Farc, que fueron parte esencial del acuerdo. Este documento es reconocido oficialmente por la ONU, y por lo tanto, cualquier incumplimiento pone en riesgo el progreso y estabilidad que se ha logrado hasta ahora.

El presidente Petro y sus aliados buscan no solo evidenciar los incumplimientos, sino abogar por un retorno al texto inicial del acuerdo. Argumentan que las enmiendas realizadas no reflejan el espíritu original del pacto y que la implementación ha sido deficiente en varios frentes, especialmente aquellos que debían beneficiar a las comunidades rurales y excombatientes.

La propuesta de llevar a Timochenko ante la ONU tiene como fin, de acuerdo con el partido, resaltar la perspectiva de los excombatientes y garantizar que sus preocupaciones y experiencias sean consideradas al tratar de resolver los problemas relacionados con el acuerdo de paz.

La gravedad de la situación expuesta por el senador Gallo se centra en que los cambios legislativos y judiciales han impactado negativamente la implementación de un acuerdo que busca transformar el panorama rural y político de Colombia, facilitando el retorno de tierras y estableciendo verdades judiciales reconciliadoras.

Gallo concluyó su intervención subrayando que el apoyo del presidente Petro a esta causa es crucial para avanzar en los objetivos de paz. “Es fundamental que la comunidad internacional sepa que el acuerdo de paz está siendo manipulado y que se necesita una intervención para rectificar y volver al camino trazado inicialmente,” expresó el senador.

La decisión de Gustavo Petro de llevar estos asuntos ante la ONU, respaldada por líderes de las Farc como Carlos Antonio Lozada y Timochenko, busca no solo denunciar, sino también rectificar las desviaciones que han surgido en el proceso de implementación de los acuerdos de paz firmados hace varios años. Este acto pretende asegurar que los compromisos adquiridos en el acuerdo original se respeten y que la voz de todas las partes implicadas sea escuchada en la comunidad internacional.