Por qué se pelean los vecinos en Colombia: el ruido sigue siendo una de las causas más comunes

La convivencia en edificios y conjuntos residenciales presenta uno de los mayores desafíos por parte de las administraciones y las vecindades

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La encuesta fue realizada a residentes de varias zonas del país y de diversos estratos socioeconómicos - crédito Johan Largo/Infobae
La encuesta fue realizada a residentes de varias zonas del país y de diversos estratos socioeconómicos - crédito Johan Largo/Infobae

Son varios los comportamientos que afectan la tranquilidad y relaciones respetuosas de las personas que viven o conviven en zonas residenciales. Por ello, las autoridades tienen la obligación de controlar la situación de acuerdo a lo establecido en el Código Nacional de Policía y Convivencia.

Y es que los diferentes hechos de confrontamientos entre vecinos, le permitió a la plataforma Properix llevar a cabo una encuesta a 500 residentes de conjuntos residenciales y edificios en Colombia, sobre las principales preocupaciones de los vecinos en este tipo de edificaciones.

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De acuerdo con uno de los hallazgos más destacados de la encuesta, la seguridad es la principal preocupación de los residentes en este tipo de vivienda. El uso de las zonas comunes también fue identificada como una inquietud primordial entre los residentes de los conjuntos residenciales.

La plataforma precisó que dicho aspecto es crucial para la calidad de vida en esos espacios compartidos y se ha convertido en un foco de tensiones y desacuerdos entre vecinos.

Entre otros problemas más comunes que manifestaron los vecinos destacan los ruidos molestos y música alta, la tenencia irresponsable de mascotas, el consumo de sustancias psicoactivas y los altos costos de administración.

Gracias a estos resultados, el gerente comercial de Properix, Daniel Laverde, comentó que la convivencia en edificios y conjuntos residenciales presenta uno de los mayores desafíos, siendo motivo de desacuerdos y tensiones entre los vecinos.

“Estos temas suelen ser los más frecuentes en las asambleas de residentes que se llevan a cabo durante los meses de febrero y marzo, y representan un reto para las administraciones. Estas dificultades pueden generar tensiones entre residentes y evolucionar a casos más serios, como demandas, multas y sanciones”, sumó Laverde.

Conclusiones de la encuesta

En la encuesta, que fue realizada a residentes de varias zonas del país y de diversos estratos socioeconómicos, no desaprovecharon la oportunidad para resaltar sus disgustos ante los diversos hechos que se registran en la vecindad.

A partir de ello, la plataforma sugirió promover una comunicación sana entre los residentes y la administración, que es clave para resolver de forma oportuna los problemas, evitando que los llamados de atención se queden en llamadas o correos perdidos en un buzón.

A su vez, sumó que el empleo de la tecnología es un papel fundamenta para ayudar con el seguimiento de las peticiones, quejas y reclamos (pqr); a su vez, facilita la transparencia en los procesos al permitir el acceso a información detallada y en tiempo real, y ayuda a que las asambleas y reuniones de residentes sean más ordenadas y eficientes.

“La tecnología ofrece herramientas innovadoras que facilitan la comunicación efectiva en los conjuntos residenciales, permitiendo una conexión instantánea y una gestión más eficiente de las necesidades comunitarias”, explicó Laverde.

Cabe resaltar que en caso de no llegar acuerdos verbales entre los vecinos que se ven comprometidos con la convivencia y el respeto, las autoridades podrán intervenir en caso de ser solicitado o llamados por algún residente.

Para ello, las personas deben comunicarse con la Línea de Atención de Emergencias del 123, en la que las autoridades acudirán al llamado si la persona implicada afectan la tranquilidad y las relaciones respetuosas de las personas, en los siguientes casos:

  • En espacio público, lugares abiertos al público, o que siendo privados, trasciendan a lo público:
    • Irrespetar las normas propias de los lugares públicos, tales como salas de velación, cementerios, clínicas, hospitales, bibliotecas y museos, entre otros.}
    • Realizar actos sexuales o de exhibicionismo que generen molestia a la comunidad.
    • Consumir sustancias alcohólicas, psicoactivas o prohibidas, no autorizados para su consumo.
    • Fumar en lugares prohibidos.
    • Limitar u obstruir las manifestaciones de afecto y cariño que no configuren actos sexuales o de exhibicionismo en razón a la raza, origen nacional o familiar, orientación sexual, identidad de género u otra condición similar.
  • Sonidos o ruidos en actividades, fiestas, reuniones o eventos similares que afecten la convivencia del vecindario, cuando generen molestia por su impacto auditivo, en cuyo caso podrán las autoridades de policía desactivar temporalmente la fuente del ruido, en caso de que el residente se niegue a desactivarlo
  • Actividades diferentes a las aquí señaladas en vía pública o en privado, cuando trascienda a lo público, y perturben o afecten la tranquilidad de las personas.

Finalmente, la ley consagra que quien incurra en uno o más de los comportamientos antes señalados, será objeto de la aplicación de las siguientes medidas correctivas:

  • Multa tipo 2: 8 salarios mínimos diarios legales vigentes.
  • Multa tipo 3: 16 salarios mínimos diarios legales vigentes.
  • Multa tipo 4: 32 salarios mínimos diarios legales vigentes