Salvatore Mancuso llegó a Colombia y ministros respaldaron su misión de paz: “Es tan indispensable”

El nombramiento del ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso como gestor de paz generó un intenso debate en Colombia, suscitando tanto expectativas como preocupaciones entre la ciudadanía y las autoridades. Por eso, el ministro de Justicia, Néstor Osuna, junto con el de Defensa, Iván Velásquez, respaldaron esta decisión desde Washington (Estados Unidos), en donde destacaron la importancia del aporte que el ex comandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) podría realizar en el proceso de desarticulación de bandas criminales y la reparación a las víctimas.

Todo surgió luego de que el exlíder paramilitar Salvatore Mancuso aterrizara en Bogotá el martes 27 de febrero de 2024, luego de que fuera extraditado a Estados Unidos en 2008 durante la administración gubernamental del expresidente Álvaro Uribe Vélez, acusado de delitos vinculados al narcotráfico. El traslado se llevó a cabo con estrictas medidas de seguridad debido a las amenazas contra su integridad.

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Por eso, durante una rueda de prensa en la Embajada de Colombia en la capital estadounidense, según señaló El Tiempo, Velázquez expresó optimismo respecto al papel que podría desempeñar Mancuso en la búsqueda de la verdad y la construcción de la paz en el país.

El ministro de Defensa reconoció el papel relevante que el ex jefe paramilitar jugó durante el periodo de violencia de los años 90 y principios de los 2000, el alto mando de cartera enfatizó la necesidad de que sus declaraciones contribuyan significativamente a esclarecer la verdad y a profundizar en el proceso de reconciliación nacional.

“De manera que su aporte a la verdad realmente debe ser sustancial y es la posibilidad, además, la oportunidad para que, a partir de estas declaraciones de Mancuso, volvamos en el país a profundizar en torno a la verdad, que es tan indispensable precisamente para la construcción de la paz”, señaló Velásquez.

Por su parte, el ministro Osuna subrayó la importancia de que el retenido cumpla con los compromisos establecidos como gestor de paz. Estos compromisos incluyen la reparación a las víctimas, la colaboración en el desmantelamiento de estructuras criminales, la aplicación de medidas de justicia restaurativa y la contribución a la verdad tanto ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) como ante la Justicia y Paz.

Osuna fue claro al advertir que, en caso de incumplimiento por parte de Mancuso, se procedería a revocar su nombramiento como gestor de paz y se le obligaría a cumplir las penas que estaban vigentes al momento de su deportación. Esta medida, según el ministro, busca garantizar que el proceso de paz se lleve a cabo de manera íntegra y que se respeten los compromisos adquiridos por todas las partes involucradas.

En cuanto al proceso que seguirá Mancuso en el corto plazo, el ministro de Justicia explicó que primero se requerirá la autorización de los jueces para su liberación y la firma del acta de compromiso con las labores restaurativas y de protección a las víctimas. Posteriormente, el Comisionado de Paz y el Gobierno nacional establecerán las tareas específicas que deberá cumplir.

“Permanecerá allí hasta que los jueces estimen que ya han verificado su situación jurídica, han verificado su nombramiento como gestor de paz, lo avalan y cumple con los compromisos que tendrá. Son los compromisos judiciales que siguen vigentes y otros los compromisos que adquiere como gestor de paz. Calculo un par de semanas, pero el tiempo lo determinan los jueces”, señaló el ministro, de acuerdo con el medio mencionado.

Es importante destacar que, durante su estadía en Colombia, Mancuso estará recluido en un pabellón de alta seguridad en la cárcel de La Picota, donde se le asignará una celda individual con vigilancia mediante cámaras las 24 horas del día. Su permanencia en este lugar estará sujeta a la evaluación de su situación jurídica por parte de los jueces y al cumplimiento de los compromisos establecidos como gestor de paz.