“Soy Gobierno, ¿pero de qué me sirve si nos siguen matando?”, representante de curules de paz por asesinato de líder social

William Aljure le hizo un fuerte reclamo a la administración del presidente Gustavo Petro por no proteger la vida de Phanor Guazaquillo, quien estuvo denunciando amenazas e imploraba ayuda de las autoridades

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William Aljure, representante de la curules de paz, le hizo un fuerte reclamo al Gobierno Petro por no proteger la vida del líder indígena Phanor Guazaquillo. (Colprensa)
William Aljure, representante de la curules de paz, le hizo un fuerte reclamo al Gobierno Petro por no proteger la vida del líder indígena Phanor Guazaquillo. (Colprensa)

Un duro reproche le hizo al Gobierno nacional el representante de las curules de Paz William Aljure, luego de que se conociera del asesinato del líder indígena Phanor Guazaquillo, un líder indígena que ultimó un sicario en Puerto Asís (Putumayo) el pasado domingo 3 de diciembre, cuando se encontraba en el funeral de su colega Manuel Carlosama, quien falleció en un accidente de tránsito, según informaron en el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).

“Lo llevé a la UNP. Estaba Prada como ministro del Interior. Después lo llevé a donde Velasco, donde Gustavo, donde Carlos Ama, donde la ministra de Agricultura. En muchas puertas tocando, él temiendo por su seguridad. ¿Por qué temía? Porque era uno de los que estuvo en La Habana, como víctima y ayudó a construir el capítulo étnico”, afirmó el congresista, previo a la jornada que se llevó el lunes 4 de diciembre en la Cámara de Representantes.

En el recinto se encontraba el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, a quien Aljure increpó duramente porque ni siquiera él le prestó atención acerca del riesgo que estaba corriendo la víctima.

“Ministro Velasco, gracias por venir. Estoy hablando de Phanor Peña, el hombre que le presenté. Le rogué que lo cuidáramos y ayer lo mataron (...) No quiero que el presidente Petro ni tampoco el de la UNP me vaya a llamar. Menos usted, Velasco, a decirme qué van a hacer con ellos. Porque ya para qué los vamos a llamar. Para qué sí lo habríamos podido sacar ayer, antier de la comunidad. Podríamos tener un hombre que hizo historia en nuestro país con el capítulo étnico”, reprochó en otro aparte de su intervención.

El congresista recordó que Guazaquillo le brindó un gran apoyo emocional luego de que a él le asesinaran a varios de sus allegados en medio de las confrontaciones del conflicto armado colombiano, por lo que dicha pérdida le dolía profundamente.

“Desde 2010 comenzamos a caminar por la familia que le habían matado a él y la familia que me mataron a mí. Ustedes bien saben, a mí me mataron once familiares. De este hombre recibí una ayuda espiritual muy grande y ancestral. Hoy me duele, me siento indignado, que ayer a las 3 de la tarde lo mataron”, relató.

Criticó que el Gobierno Petro se autodenomine como ‘el cambio’, pero no esté haciendo lo suficiente para proteger a los líderes sociales en el país.

“Aquí se habla y se habla del Gobierno del cambio, que vamos a proteger la vida. ¿Y qué? (...) Yo hoy en día también soy gobierno, ¿pero de qué me sirve si nos siguen matando?”, cuestionó.

¿Quién era el líder indígena asesinado?

Phanor Guazaquillo Peña había pertenecido al consejo de Puerto Asís y a la autoridad tradicional del pueblo indígena Nasa; aunque aún no se ha informado sobre la autoría del mismo, en Indepaz recordaron que en la zona en que asesinaron al líder social delinquen el Frente Carolina Ramírez del Estado Mayor Central (EMC) de las extintas Farc, Comandos Bolivarianos de la Frontera y la Segunda Marquetalia.

La ONG aseguró que con los crímenes múltiples que ocurrieron ese domingo se llega a 90 masacres en lo que va de 2023. Además, ha denunciado que la imposición formas de control social por parte de estos grupos significan un “permanente” riesgo de violación de los derechos de la población local y que siempre suponen “el preludio” de un crimen.

En agosto, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos presentó un informe en el que mostraba su preocupación por la “expansión continua” de grupos armados no estatales en Colombia y sus “estrategias violentas” para controlar a la población civil y por el elevado número de homicidios contra defensores de Derechos Humanos, si bien reconocía la cifra había disminuido un 19 por cierto respecto al mismo periodo del año anterior.

Por su parte, la Contraloría Delegada para el Sector Defensa y Seguridad colombiana alertó en octubre de que apenas un 10 por ciento de los líderes sociales que solicitan medidas de protección a la Unidad Nacional de Protección (UNP) finalmente reciben esa protección y en la mayoría de los casos se llevan a cabo con escasos medios.

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