Como medida de reparación en el caso de la periodista y editora de género de El Tiempo, Jineth Bedoya, y para reconocer a las víctimas de crímenes sexuales, cada 25 de mayo se celebra el Día Nacional de la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Violencia Sexual en el Marco del Conflicto Armado.
En el evento, que contó con la asistencia de mujeres sobrevivientes de violencia sexual, Bedoya señaló al Clan de los Urabeños, renombrado como Clan del Golfo, de reclutar niños con fines de esclavitud sexual. “¿Sabían ustedes que ellos venden las vidas y los cuerpos de las niñas a sus supuestos enemigos?, ¿qué hoy están negociando niñas con las disidencias de las FARC? Esos son los que prometen entrar a la Paz Total”, dijo la comunicadora.
Las acusaciones de Bedoya se unen a la situación de incertidumbre que hay con respecto a la Paz Total que ha promovido el Gobierno colombiano. En abril se conoció que el Clan del Golfo decidió alejarse de este proceso, asegurando que la ley de sometimiento de criminales no les brinda garantías.
“El proyecto de ley que ha sido puesto a consideración del Congreso, y que se ha denominado Ley de Sometimiento, no ofrece condiciones para la desarticulación de los grupos armados ilegales, y al contrario, implicará la perpetuación del conflicto en campos y ciudades”, señaló el grupo delictivo en un comunicado.
La comunicadora fue víctima de secuestro y violencia sexual el 25 de mayo del 2000. Bedoya se presentó en la cárcel La Modelo de Bogotá con el objetivo de entrevistar al exparamilitar Mario Jaimes Mejía, alias el Panadero, pero su ingreso no fue permitido. Mientras la periodista esperaba el acceso al centro penitenciario, fue retenida en contra de su voluntad.
Luego, tres paramilitares la violentaron sexualmente y la abandonaron en vía pública de Villavicencio (Meta). Los tres sujetos, identificados como Alejandro Cárdenas, Mario Mejía y Jesús Emiro Pereira Rivera, ya fueron condenados.
En 2022, la comunicadora dio a conocer la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con la que se condena al Estado colombiano por haber sido negligente en el proceso de investigación del caso de Bedoya. Allí también se establecieron medidas de reparación, como lo es la conmemoración del Día Nacional de la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Violencia Sexual en el Marco del Conflicto Armado.
“El apoyo y la acción del pasado, de esos funcionarios del pasado, se quedó en una palabra bonita, en una palmada en el hombro, en el silencio de gobiernos frente a mi caso y la abierta inoperancia de la Fiscalía General de la Nación”, dijo sobre su caso la editora de género.
Pasados ya 23 años, se llevó a cabo la audiencia contra el dragoneante del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), Marco Javier Morantes Pico, que sería el primer agente del Estado en comparecer por el caso de Bedoya. Sin embargo, el acusado de haber participado en su secuestro, se declaró inocente.
Durante el evento también se contó con la intervención de Yolanda Perea, sobreviviente de violencia sexual. Ella hizo un fuerte llamado a la dignificación de las víctimas, trayendo a colación las más recientes cifras de violencia sexual en Colombia. Señaló que hay más de 37.598 víctimas de violencia sexual en el país, de las cuales 30.000 son mujeres. Además, enfatizó en el número de niños y niñas que han nacido como resultado de este tipo de violencia, que sobrepasa los 1.000.
Perea también encendió una vela por las víctimas de violencia sexual que ya han hecho denuncias, pero también por aquellas que no han podido hacerlo, por temor y porque sus agresores siguen en los territorios. “Encendemos la luz como la esperanza fundamental para reavivar la vida y decir que no están solas, que somos muchas”, expresó la sobreviviente.
Por otro lado, no solo fue Bedoya la que hizo comentarios sobre las acciones que actualmente se están llevando a cabo desde el Gobierno Nacional para alcanzar la paz en Colombia. Perea hizo un llamado al cese al fuego con las disidencias de las FARC, el cual se levantó oficialmente en la noche del 23 de mayo. “Para la dignidad se necesita la no repetición, y ahí es necesario profundizar en el cese bilateral al fuego con estos actores armados”, dijo Yolanda Perea en el evento.
El levantamiento del cese al fuego se dio luego de que se conociera la situación de reclutamiento forzado y de asesinato de cuatro menores indígenas en Putumayo por parte de este grupo armado.