Moda con sentido social: diseñadora colombiana trabaja en la creación de vestidos de baño con mujeres que luchan contra el cáncer

“Es una terapia que les ayuda a superar la enfermedad, o por lo menos, se distraen un poco de estar pensando solo en el cáncer”, expresó Laura Jiménez para Infobae Colombia. Sus colaboradoras pueden trabajar a su ritmo y desde casa, algunas también modelan los diseños

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Laura Jiménez, diseñadora colombiana que trabaja en su marca con mujeres que luchan contra el cáncer. Foto: Cortesía

“Terapia de moda para renacer con valentía”, así es como Laura Jiménez —diseñadora y empresaria— describe el proceso que lleva a cabo con mujeres que padecen y/o sobrevivieron al cáncer vinculándolas a su marca de bikinis y realizando lo que también podría llamarse como una especie de terapia de la confección.

¿En qué consiste su labor? Pues bien, más allá de destacar en la industria de la moda con sus diseños, Jiménez también ha querido resignificar su empresa desde el sentido social trabajando con mujeres que han batallado contra la enfermedad, convirtiéndolas en modistas, embajadoras y modelos de su marca.

La idea de hacer una terapia a través de la moda con el fin de alivianar un poco la carga emocional de lidiar con los síntomas y tratamientos, de distraerse un poco de la lucha diaria y obtener un ingreso extra; surgió del proceso que vivió con su madre, quien pudo recuperarse dos veces de un cáncer de mama. Es así como en diálogo con Infobae Colombia, la diseñadora expresó:

“Mi madre es sobreviviente de cáncer por segunda vez. Esta enfermedad ya lleva con ella varios años, solo que esta vez se complicó con pérdida de movimiento de todo su cuerpo, perdió el habla, tuvo que empezar a aprender a comer, a escribir, a caminar. Fue muy difícil y muy triste, y efectivamente, esta situación es algo complejo para toda la familia porque un diagnóstico así, que se repite y más como afectó a mi madre, es algo que impacta a todos en casa. Hoy, mi madre ya terminó el tratamiento, pero queda de por vida con seguimiento y con este tipo de enfermedades no se puede bajar la guardia. Hay que estar vigilantes porque regresa y mucho más fuerte”.

Aunque en un inicio su marca no fue concebida con un concepto inclusivo de trabajar con mujeres que luchan contra el cáncer, más tarde adquirió este objetivo ya que su madre en el proceso de reaprenderlo todo recomenzó a tejer y así fue cómo se involucró en su empresa, además, también quiso vincular a otras mujeres que asistían al centro hospitalario donde ella era atendida.

“Cuando mi madre recae por segunda vez y reaparece el cáncer de mama, yo ya estaba diseñando los vestidos de baño, y como ella tuvo que empezar a reaprender tantas cosas lo hizo también con el tejido que ha sido su pasión, su hobby siempre. Fue así como se dio la idea de que se ejercitara, que estuviera con la mente ocupada y vimos que podía hacer cosas muy lindas para incluir: como elementos diferenciales en los diseños de los vestidos y en los complementos”.

Aunque su progenitora no estudió diseño, ha tenido gran destreza en el arte del tejido: “Haciendo cosas para todos, desde carpetas hasta sacos, vestiditos para bebés, faldas… diferentes piezas, una habilidad de oficio innata”, destaca Laura Jiménez. Y, en su marca ISHINE365, se han enfocado en los bordados y desarrollar técnicas como el macramé. Aparte de vestidos de baño, también diseñan bolsos y accesorios para el cabello.

Accesorios en macramé de la marca de Laura Jiménez, diseñadora. Foto: Cortesía

¿Cómo ha sido el proceso de vincular a mujeres que padecen o padecieron cáncer?

Como se mencionó, la madre de la diseñadora quiso invitar a mujeres que, como ella, estaban en tratamiento en el hospital al que asistía. Sin embargo: ¿existe algún filtro para elegir las modelos? ¿se les ha instruido en el arte de diseñar o confeccionar? ¿solo se buscan mujeres que tengan conocimiento sobre el tema? Al respecto, la diseñadora comentó para Infobae Colombia:

“Esto surgió en medio del proceso de mi madre, en la clínica donde la atendían. Ella empezó a tener amigas, otras señoras pasando por la misma situación, en medio de sus tratamientos ella les comentaba que tejía y que esto le servía como terapia y le ayudaba a recuperar el movimiento, además, la distraía. Algunas, casualmente, ya sabían tejer desde pequeñas; otras han ido aprendiendo; entre ellas mismas se transmiten el conocimiento”.

En vista de que los tratamientos contra el cáncer pueden ser muy desgastantes, gran parte de las mujeres con las que trabaja lo hacen desde sus casas y a su ritmo.

“La mayoría están trabajando en la modalidad satélite desde sus casas, a su ritmo, sin presiones, porque algunas están cruzando por sus tratamientos y las terapias son duras y desgastantes físicamente. Así que trabajan en el tiempo que tengan o quieran destinar para la labor”, agregó.

¿Qué ventajas o beneficios han visto con esta terapia de la confección en las mujeres?

Desde lo emocional, un diagnóstico de cáncer derribaría el ánimo de cualquier persona. Sin embargo, el poder encontrar actividades que distraigan, fortalezcan, brinden esperanza, diviertan, es fundamental en el proceso de lucha y recuperación contra una enfermedad tan agresiva. En este caso, la moda ha demostrado ser una industria que no solo se centra en las estética y las tendencias, sino que también puede ser una vía de escape para entretener la mente de los azares de la vida.

“Con estas mujeres nos han pasado varias cosas, no solo que nos ayudan en la creación de accesorios y poniendo en los diseños un toque diferenciador, como en el caso de los tops o los pareos en macramé. Además, nos hacen accesorios como los scrunchies, lazos y otras técnicas. Entonces, para muchas necesitándolo o no, se ha convertido en una nueva oportunidad de ingreso extra, que les sirve para sus traslados a las citas, medicamentos, o lo que quieran”.
Scrunchies de la marca de Laura Jiménez, diseñadora. Foto: Cortesía

Además del aspecto económico y el poder trabajar desde sus casas al ritmo que les sea más cómodo, Laura Jiménez también destaca como ventaja en su terapia de moda el poder distraer los pensamientos de la enfermedad.

“Es una terapia que les ayuda a superar la enfermedad, o por lo menos, se distraen un poco de estar pensando solo en el cáncer. Nos hemos dado cuenta que una actitud positiva, tranquila y sentir que la vida sigue, que son productivas; les aporta muchísimo a su recuperación. Una buena actitud es muy valedera y ganadora para el proceso de sanación. Con esta oportunidad, creo que hemos impactado la vida de estas mujeres. Por otra parte, ellas se han convertido en embajadoras de nuestra marca, lucen los diseños y son las mejores modelos, son cuerpos reales”.

La inclusión en su marca no solo está pensada desde el trabajo de confeccionar, sino que los vestidos de baño también están pensados para que puedan acoplarse a todo tipo de cuerpo, incluidos los de las mujeres que, por el cáncer de mama, sus senos han sido removidos.

“Muchas de ella tienen prótesis mamarias o están en el proceso en que les han removido sus senos, es decir, ya les han realizado la mastectomía. Eso es un hecho que lastima mucho la autoestima, pero nuestros diseños están pensados para que, de alguna manera, se acoplen a los cuerpos y les ayude a sentirse desde dentro y en el exterior: seguras y bellas, tranquilas y agradadas con su cuerpo. Es más, en los desfiles algunas de ellas nos han acompañado como modelos, luciendo nuestros vestidos y accesorios”.

Con sus diseños, Laura Jiménez ha podido llegar hasta importantes pasarelas y eventos de moda a escala nacional e internacional, como Colombiamoda y Miami Beach Swim Week, entre otros. De momento sus colaboradoras solo son mujeres que actualmente batallan o superaron el cáncer, principalmente el de mama. No ha trabajado con hombres.

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