Si hay una funcionaria que más ha dado de qué hablar desde que se posesionó el actual Gobierno nacional es la actual ministra de Minas y Energías, Irene Vélez. Ahora, tras casi seis meses dirigiendo la cartera, ha estado en el ojo del huracán por varias polémicas –muchas de ellas consideradas graves– e incluso convulsionar al sector energético y petrolero, la funcionaria rompió el silencio.
Han sido pocas las veces en que Vélez ha hablado con la prensa. Esta vez lo hizo con la revista Semana y, de entrada, descartó renunciar al ministerio hasta que el presidente de la República, Gustavo Petro, al que la ministra llama su “jefe”, le pida que salga de su cargo. Esto, pese a enfrentar una moción de censura y varios cuestionamientos de múltiples sectores, principalmente de oposición.
Quizá de los temas que más controversias le ha causado a la jefa de cartera es el futuro de la exploración de hidrocarburos en Colombia. Primero se decía que el país no concedería nuevos, luego que de pronto, y luego que sí. Esta vez, Vélez volvió a referirse al respecto y aseguró que, pese a que en el territorio nacional hay 381 contratos vigentes, según dijo la ministra, “son suficientes” por ahora.
“Hoy estamos apegados a que esos que existen son los que necesitamos potenciar y acompañar”, aclaró la coequipera del presidente Gustavo Petro quien, además, desmintió que tuviera una mala relación con su compañero de Gobierno, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien en más de una vez ha tenido que salir a aclarar las declaraciones tanto de Vélez como de otros funcionarios.
Acerca de cómo hará el Gobierno Petro para llenar el hueco fiscal que, muy probablemente, deje el reemplazar el petróleo por turismo, aguacates y otros sectores de la economía, tal y como lo ha sugerido el mismo presidente Petro, Vélez aseguró:
Frente al temor que Vélez podría representar para los empresarios petroleros en Colombia, así como los que buscarían invertir en ese rubro, esta le dijo al medio que no consideraba que tuvieran esa percepción de ella. Incluso, aseguró que ha logrado algunos consensos con la presidenta de Shell Colombia para entender, tanto los intereses de la compañía, así como la misión del Ejecutivo en materia energética.
Ahí, reconoció que varios de los cuestionamientos que se ha ganado, casi que desde que se posesionó, son porque la gente tendría, lo que ella llamó, “miedo social” a la dependencia, en este caso, a los hidrocarburos como el petróleo y el gas. “Lo entiendo como un fenómeno social, incluso mediático”, agregó.
Así mismo, respondió a quienes la critican porque, al ser filósofa y no ingeniera, dirija una de las carteras más técnicas que hay. Para ella, “puede ser aterrador” que una mujer dirija ese ministerio, pero todo hace parte del plan del presidente Petro para responder con “un compromiso con los temas de justicia ambiental y social”, mencionó.
Acerca de la controversia porque su papá, Hildebrando Vélez, renunció a Soy Porque Somos, el movimiento de la vicepresidenta Francia Márquez, la ministra reveló que, en varias ocasiones, le ha tocado ponerle un alto a su progenitor para que no intervenga tanto.
En otros apartes deslegitimó las declaraciones de su exviceministra Belizza Ruiz y lamentó no haber compaginado con ella en aras de sacar adelante la transición energética del presidente Gustavo Petro.