Luego de recibir en la mañana del miércoles 25 de enero, al despacho del director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), el coronel Daniel Gutiérrez, un desayuno sorpresa con un artefacto explosivo. En esta ocasión, se conoció la circulación de panfletos amenazantes contra miembros de la institución en el municipio de Tuluá, Valle del Cauca.
La misiva no tiene fecha, pero si se resalta la firma por parte de desconocidos que se conocen como Grupo Mago, quienes hacen una descripción de los movimientos del director del Inpec. Se muestran inconformes con los traslados de reclusos a otros centros penitenciarios, y los responsabilizan de dividir algunas familias.
“Tenga muy claro, coronel, que así como le probamos que le llegamos a su oficina, también tenemos la capacidad y la información para llegar hasta donde duerme usted y a muchos los cuales son objetivo militar de nosotros y más aún tenemos gente que nos apoya y están de acuerdo en que usted en uso de sus funciones se excede”, señala el panfleto.
Con lo anterior, es suficiente para convertir en una amenaza a los delincuentes, que están dispuestos a librar en contra del coronel Gutiérrez y los funcionarios que atienden los requerimientos del oficial.
“Ustedes están desuniendo estas familias con sus traslados para partes lejanas de Colombia, y el daño que le están haciendo a nuestras familias es muy grande, por lo mismo nos toca rebuscarnos desde las cárceles por las mismas conductas que ustedes nos están implantando con su sistema corrupto y su represión”, se lee el panfleto.
Además, se indica que el grupo da un plazo de 30 días para que el director de la Inpec ordene nuevamente los traslados y así los delincuentes puedan reencontrarse con sus familias. La amenaza deja en claro que se filtró información de que quieren envenenar a familiares o buscar una alianza con personas que quieran hacer daño a estos reclusos.
Finalmente, el grupo Mago que significa por sus siglas, muerte a Guardianes Opresores, confirmaron que declaran la guerra en cualquier lugar de Colombia: “Todos los funcionarios del Inpec saben que nosotros no estamos jugando y que por culpa de sus malas decisiones administrativas ellos teman por sus vidas…”
Vale recordar que, el 25 de enero se recibió un desayuno sorpresa que terminó encendiendo las alarmas en la sede principal de la institución, en la esquina de la Avenida el Dorado con calle 34 (Bogotá).
Al interior de la caja iba una granada. Artefacto explosivo que, por fortuna, no detonó frente al coronel. Sin embargo, el personal de la oficina se llevó un gran susto, ya que, de ir cargada, pudo haberse activado en cualquier momento desde que llegó a la recepción del lugar y hasta que se dejó en la oficina de Gutiérrez.
W radio conoció que se trataría de una granada de fragmentación, acompañada de un mensaje intimidatorio en contra del director. En su interior, el paquete iba firmado por un supuesto grupo delincuencial llamado los Magos.
De acuerdo con la emisora, fuentes del Inpec habrían confirmado que se trata de una amenaza directa al director de la entidad, quien, de inmediato, se habría puesto bajo un estricto esquema de seguridad, al igual que los demás integrantes de su equipo de trabajo que, para el momento en el que fue entregada la bomba, se encontraban en el despacho.
El paquete marcado por fuera como un regalo de parte de uno de los asesores de Gutiérrez, llevaba dentro una advertencia sobre los operativos que se han estado adelantando en distintas cárceles del país para luchar en contra del desorden y la corrupción, el pan de cada día en los centros penitenciarios de todo el país.