"Hay que mirar los movimientos de Pichetto", decía ayer un hombre cercano a un gobernador justicialista que no fue al encuentro de La Pedrera en San Luis.
Hay muchos dirigentes que hablan de unidad, e incluyen a todos, también al kirchnerismo. Otros, amigos de esos mismos, incluyen a todos excepto a los que pasan por las oficinas del Instituto Patria muchos de los cuales desembarcaron ayer en tierra puntana.
Después del almuerzo de tres horas y media entre Sergio Massa y Florencio Randazzo (comieron pescado y ensalada, ambos muy light), ya hay quien imagina un encuentro de los dos y de Juan Manuel Urtubey, o quizás algunos gobernadores más, como Rosana Bertone y Sergio Uñac de Tierra del Fuego y San Juan.
"Será después del Mundial", agregaba la misma voz bien informada mientras tomaba café en un bar.
Por ahora sus dirigentes están cada vez más cerca en la Cámara de Diputados y trabajan en espejo con el Senado y probablemente vayan dando pistas con proyectos y presentaciones sobre la economía.
La ausencia en San Luis de dirigentes cercanos Massa, Randazzo y los gobernadores confirman el pronóstico de este hombre bien informado.