Los 94 valientes que hacen temblar a Daniel Ortega

A todos ellos les fueron arrebatados la nacionalidad. Son periodistas, diplomáticos, ex funcionarios de Estado, defensores de derechos humanos, disidentes sandinistas, académicos, estudiantes, empresarios y comerciantes, entre otros

Compartir
Compartir articulo
El dictador nicaragüense, Daniel Ortega, y la vicepresidenta, Rosario Murillo, cantan el himno nacional durante la ceremonia de inauguración de un paso elevado de carretera en Managua (REUTERS/Oswaldo Rivas/Archivo)
El dictador nicaragüense, Daniel Ortega, y la vicepresidenta, Rosario Murillo, cantan el himno nacional durante la ceremonia de inauguración de un paso elevado de carretera en Managua (REUTERS/Oswaldo Rivas/Archivo)

En tan solo 6 días, la dictadura de Daniel Ortega desterró a 222 presos políticos, condenó a 26 años de prisión al Obispo del Pueblo, Monseñor Rolando Álvarez y arrebató la nacionalidad a 94 nicaragüenses, incluyendo este quien les escribe.

Una profunda señal de debilidad

La dictadura tiene miedo. Quiere enviar un mensaje a sus debilitadas bases: “el que se rebela es encarcelado o desterrado”. Las rebeliones y reclamos en la policía, el poder judicial, alcaldías e incluso en el ejército, están a la orden del día. Son amonestados, despedidos y encarcelados. Nada calma la rebelión silenciosa en la granja sandinista.

Los sandinistas están hartos del sandinismo. La corrupción, nepotismo, autoritarismo, persecución a la iglesia y el narcotráfico han enfurecido a los seguidores del partido rojinegro. Están hartos de Ortega, Murillo y sus 8 hijos.

Acusación, juicio y sentencia en un solo día. La dictadura ha enloquecido. Se pisotearon todas las normas nacionales e internacionales del debido proceso. No hubo notificaciones, ni testigos, acusados presenciales o defensores. Nada, excepto la orden de Ortega y Murillo. Hubo personas como Ana Quiroz a quienes le quitaron la nacionalidad por segunda ocasión. ¿Es esto posible? . En mi caso particular por segunda ocasión soy decretado traidor a la patria.

Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y Estelí y crítico del presidente nicaragüense Daniel Ortega, posa para una foto en una iglesia católica en Managua, Nicaragua. 20 de mayo de 2022. REUTERS/Maynor Valenzuela/Archivo
Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y Estelí y crítico del presidente nicaragüense Daniel Ortega, posa para una foto en una iglesia católica en Managua, Nicaragua. 20 de mayo de 2022. REUTERS/Maynor Valenzuela/Archivo

Ius solis, Ius sanguinis. La nacionalidad de nacimiento y la nacionalidad vía sanguínea nadie la puede otorgar o quitar. Esta nacionalidad se obtiene al nacer en suelo patrio y se obtiene al tener padres nacionales. Todo lo demás es ilegal, irracional e inexistente.

Una acción profiláctica. Ortega y Murillo nuevamente están eliminando anticipadamente la competencia electoral. Ante unas posibles elecciones negociadas, Ortega le quita la nacionalidad a los posibles contendientes. El dictador esta convencido que jamás podría ganar unas elecciones libres, justas y transparentes. ¡Jamás!

Una venganza. Los 94 valientes representan a todas las personas que en el algún momento han alzado su voz contra el régimen. No importa si son de derecha o izquierda. No importa. Se trata de golpear jurídica y económicamente a sus adversarios. No olvidemos que a los 94 se les confiscan todos sus bienes y derechos constitucionales.

El tirano sigue golpeando a los pastores del pueblo. La iglesia es y sigue siendo una voz poderosa e incómoda. Es por eso que entre los 94 se destaca el Obispo Silvio Báez y el sacerdote Edwin Román, dos líderes que gozan del cariño y admiración de cristianos y agnósticos. Son pastores con olor a oveja.

Nicaragüenses exiliados en Costa Rica asisten a la "Vigilia de Fe y Libertad" para protestar contra la detención de Rolando Álvarez, jefe de la diócesis norteña de Matagalpa, por parte de las autoridades nicaragüenses, frente a la Catedral Metropolitana de San José, Costa Rica. 19 de agosto de 2022. REUTERS/Mayela López/Archivo
Nicaragüenses exiliados en Costa Rica asisten a la "Vigilia de Fe y Libertad" para protestar contra la detención de Rolando Álvarez, jefe de la diócesis norteña de Matagalpa, por parte de las autoridades nicaragüenses, frente a la Catedral Metropolitana de San José, Costa Rica. 19 de agosto de 2022. REUTERS/Mayela López/Archivo

La lucha no ha terminado: apenas comienza

Esta nueva sentencia espuria y expedita, demuestra que la lucha por la democracia en Nicaragua no ha terminado, sino que apenas comienza. Esto también ratifica y testifica que las acciones cívicas de los 94 son importantes y deben redoblarse.

Ortega creyó que les quitó la nacionalidad, cuando en realidad les dio nombre y apellido a sus adversarios. Ahora sabemos quiénes son los que le quitan el sueño al tirano.

Los traidores son ellos

Las personas que hemos sido incluidos en esta lista no somos traidores a la patria. Somos patriotas. Hoy mas que nunca nos sentimos llamados y atados a un compromiso de amor por Nicaragua. Los desterrados van a ser Ortega, Murillo y sus 8 hijos.

*El autor es periodista, exembajador de Nicaragua ante la OEA y fue miembro del Cuerpo de Paz de Noruega (FK).

Seguir leyendo: