El nuevo nomadismo digital

Por Martín E. Feldstein

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Vivimos un temblor epocal, un tiempo donde el río del cambio va a sumergir muchas de las viejas y confiables rutas. La gente está conectada a computadoras todo el tiempo y esto está cambiando la forma en que pensamos. En el siglo XIX, la mayor amenaza fue la neumonía. Mucha industrialización y urbanización, muy rápido. En el siglo XX, el cáncer. Lo plástico y artificial cambiaron nuestra base genética y trajeron dicha plaga. Mucha ciencia, muy rápido.

Lo que marca nuestra era es la insanidad, la enfermedad espiritual. Y esto no es sólo individual. La política, lo militar, la economía, la educación, la cultura y la medicina se ven afectados. Nos atrofiamos con tanta información, celulares, paquetes de datos que producen ruptura y el mapa de ruta que traíamos nos lleva a la catástrofe. "Lo que importa son los instintos", según Cooper Ramo, en el Séptimo sentido, sobre la era de las redes.

En esta época de cambios, la enorme oportunidad que nos brindan las nuevas tecnologías, especialmente la nube, es que abren la puerta a competir de igual a igual y acceder a los mercados con nuevos servicios, sin las limitaciones que nos imponían las inversiones de capital en el pasado. Hoy, ya no existen organizaciones grandes o chicas, sino bien o mal organizadas.

Y con las nuevas tecnologías, comienza el choque entre los países y las plataformas digitales. Facebook, Google o Uber ya se parecen a países si miramos sus poblaciones. Europa es el continente más reactivo y coloca la regulación por delante de la innovación. Viene a mucha distancia en la carrera que ganan Estados Unidos y Asia. Facebook posee una población mayor a China y las plataformas se benefician con el conocido efecto de red, donde a mayor cantidad de usuarios más atractivas se vuelven, con el consiguiente riesgo de generar nuevos monopolios.

En Argentina se ve mucho "Fuera Uber" y poca respuesta de mejora de los taxis. Uber fuerza la modernización, pero se deberá legalizar y nos hace optar entre innovación y regulación, cuando en realidad lo que se debe encontrar es un equilibrio.

¿Deberían las regulaciones darnos la opción de loguearnos a las redes con nuestro ID de ciudadanos, en lugar de la identidad digital que nos proveen las plataformas? Este es un debate que empieza a existir, debido a los riesgos por el poder que han alcanzado.

¿Y si nos garantizaran el libre traslado de nuestros contenidos de una plataforma a otra y así recuperar el control de la información? Google ha sido pionero con su iniciativa Data Liberation, que brinda las herramientas para migrar la información en el caso de cambiar de servicio.

La paradoja es tal que nos hemos alejado de nuestros amigos y familiares cuando estamos con ellos y nos refugiamos en los celulares, y nos hemos acercado a ellos cuando estamos lejos, porque sabemos al instante en qué andan. Lo decía Mark Granovetter (1970): es tan imprescindible contar con familia y amigos como con aquellos conocidos que conforman nuestra red de seguridad, en el estudio y en el trabajo. Hoy en día, todo eso lo permite la movilidad (celulares) y ahora, la inteligencia artificial (IA). Los robots demostraron que son mejores que nosotros para las tareas repetitivas. La IA nos va a ayudar, cada vez más, a cruzar datos y sugerir acciones que faciliten nuestro día a día. Es la explosión que ya tenemos delante de nuestros ojos. ¿Te gustaría que te sugirieran respuestas posibles al recibir un mail? ¿Y que te ofrecieran la opción más cómoda de programación de una reunión según el calendario de las personas involucradas? Esto viene ya, ¡en el 2016!

Lo mejor es dejar los prejuicios de lado, saber que todo puede cambiar y que es bueno que así sea. Cuando se rompen los puentes, es el momento de dejar que la intuición nos ayude a descubrir aquello que fluye, porque, muchas veces, a los emprendedores nos dice más el estómago que la cabeza y, generalmente, ese es el camino que no falla.

El autor es CEO de MERITI – Broker de la Nube. Es Licenciado en Administración (UBA) y especialista en nuevas tecnologías. En Twitter: @martinfeldstein