El rabino argentino que alienta a los soldados israelíes antes de marchar a la batalla contra Hamas

Yosi Baumgarten llegó a Tel Aviv con otros argentinos para acompañar a las tropas y reconfortar a los familiares de los rehenes cautivos en Gaza

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El rabino Yosi Baumgarten junto a un puñado de soldados israelíes que esa noche cruzaban a la Franja de Gaza para enfrentar a los terroristas de Hamas
El rabino Yosi Baumgarten junto a un puñado de soldados israelíes que esa noche cruzaban a la Franja de Gaza para enfrentar a los terroristas de Hamas

(Enviado especial a Jerusalén, Israel) El lunes 23 de octubre, Yosi Baumgarten -rabino del Templo de Paso- revolucionó el aeropuerto de Ezeiza junto a sus amigo Daniel Benayon: despacharon una incontable cantidad de valijas con alfajores, libros de salmos, remeras religiosas (Tzitzit) y camisetas de Boca Juniors y River Plate, que serían entregados a los jóvenes soldados israelíes que se aprestaban a cruzar la frontera con Gaza para terminar con Hamas.

Un día más tarde, Baumgarten y Benayon se encontraron con los también argentinos Gustavo Rubistein y Leonel Freue, que ya estaban en Madrid como escala previa al aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv. Rubistein y Freue también son amigos, y decidieron viajar a Israel cuando leyeron una crónica publicada en Infobae que relevaba la masacre cometida por Hamas en el kibutz Nir Oz.

Esa crónica decía:

“En apenas 20 minutos, la brigada de Nukbha se apropió del perímetro externo del kibutz (Nir Oz) y durante las próximas 18 horas ejecutaron una cacería terrorista que incluyó hasta los perros de los kibbuzins. Los terroristas de Hamas incendiaron las casas que no podían ingresar, violaron a todas las mujeres que pudieron capturar, mataron a bebes, niños y abuelos, y se llevaron un número no identificado de rehenes y cadáveres que usarán para negociar con las fuerzas armadas de Israel”.

Los cuatro argentinos, más Yosi Tawil que vive en Israel y es voluntario de las Fuerzas de Defensa de Israel, emprendieron una jornada que conmovió a los soldados que marchaban a la guerra contra el terrorismo. En tránsito, con las sirenas sonando y los cohetes cayendo a lo lejos, recordaron viejas anécdotas y comentaron las noticias que llegaban desde Buenos Aires.

Los dos Yosi, Gustavo, Leonel y Daniel viajaron a la frontera norte con El Líbano, al borde sur con Egipto y a Cisjordania, que está repleta de palestinos que apoyan a Hamas. No durmieron durante cinco días, y pudieron confortar a padres y abuelos con rehenes en la Franja, y a jóvenes militares que se iban al combate con un destino incierto.

Recorrieron 3.000 kilómetros e hicieron asado -Kosher- para cientos de combatientes que se iban a la batalla horas más tarde. Los soldados agradecían la comida, y se sorprendían por la calidez de los argentinos. Leían los salmos en español que recibieron como regalo, jugaban a la pelota y hablaban de Messi. Palabra santa.

Argentinos preparan comida para soldados en Israel apostados en una base cerca de Jerusalén

La intención del rabino Baumgarten era alentar a los soldados y confortar a los familiares con víctimas causadas por el terrorismo. Y sin duda cumplió con su objetivo. Los combatientes tuvieron su momento de distracción y las familias golpeadas por Hamas encontraron un momento de calma y reflexión en medio de la tormenta.

La delegación argentina durante un asado que ofrecieron a los soldados que luchan contra Hamas

Anoche, antes de regresar a Buenos Aires, los cinco amigos habían entrado a Gaza para asistir a los soldados con comida caliente cuando debieron ser evacuados por razones de seguridad. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) descubrieron que un terrorista de Hamas había cruzado hacia Israel. El incidente duró dos horas, y el terrorista fue aniquilado.

La ofensiva contra Hamas se inició hace cinco días, y participan miles de soldados. Las tropas ya se encuentran a las puertas de la ciudad de Gaza y asumen que el asalto final llevara su tiempo por el sistema de defensa montado por la organización terrorista. Hamas se protege en los túneles y tiene un inmenso arsenal con armas de fabricación propia y granadas antitanques suministradas por Irán y Corea del Norte.

El rabino Baumgarten y sus amigos creen que la guerra terminará a fines de diciembre. “Volvemos para esa fecha. Con mas alfajores y camisetas de Boca (es fanático). Yo no tengo dudas”, dice mientras se acomoda su larga barba.

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