El gobierno de Japón denunció este miércoles a Beijing por la incursión de varios buques de la Guardia Costera china en aguas territoriales niponas próximas a las islas Senkaku, cuya soberanía se disputan ambos países.
El incidente marca el número 27 de este tipo en lo que va de año, y se produce un día antes del 50 aniversario de la normalización de las relaciones diplomáticas entre Tokio y Beijing.
Los tres navíos chinos penetraron en aguas territoriales japonesas a las 3:15 hora local de este miércoles en torno a las Senkaku, administradas por Tokio pero reclamadas por el país vecino, que denomina Diaoyu a este grupo de islotes deshabitados.
Los barcos de la guardia costera china llegaron a la zona siguiendo aparentemente a pesqueros japoneses, ante lo cual patrulleros navales nipones intervinieron y les ordenaron abandonar las aguas, según el ejecutivo nipón, que considera que se trata de una violación de la ley internacional.
Se trata de una acción “extremadamente lamentable y totalmente inaceptable”, según dijo en rueda de prensa el vice portavoz del gobierno nipón, Yoshihiko Isozaki, quien señaló que Japón continuará protestando “con decisión” ante los repetidos incidentes de este tipo protagonizados por barcos chinos.
Junto a los tres busques de la guardia costera china fueron avistados otros navíos del mismo país, dos de ellos aparentemente equipados con cañones, según informó el Ministerio de Defensa japonés.
Las autoridades japonesas también informaron de la detección en los últimos días de otra flotilla compuesta por siete barcos chinos y rusos en torno a las islas Izu, en el Pacífico y al sur de Tokio, en lo que se considera una operación de patrulla conjunta de ambos países.
Además de la frecuente presencia de barcos chinos en la citada zona disputada, Japón viene denunciando en los últimos meses el tránsito de navíos rusos cerca de su territorio, en muchas ocasiones formando parte de ejercicios conjuntos con China.
Moscú y Tokio también mantienen una disputa territorial por las islas Kuriles del Sur desde el final de la II Guerra Mundial, y a raíz de la invasión de Ucrania y de las sanciones aplicadas por Tokio las relaciones entre los países vecinos se han situado en su peor punto en décadas.
El pasado 16 de septiembre, Japón aprobó la imposición de nuevas sanciones a Rusia por la guerra iniciada con Ucrania, con las que prohibirá las exportaciones a organizaciones rusas vinculadas al ejército y de bienes relacionados con el sector de las armas químicas.
Las nuevas sanciones añaden 21 institutos de investigación y astilleros vinculados al ejército ruso a la lista de entidades con las que Japón ha restringido el comercio, y también se prohibirá la exportación de bienes con uso potencial en la industria de las armas químicas y biológicas, según detalló la cadena pública NHK.
Desde el inicio del conflicto Japón ha ido imponiendo sanciones no sólo a las exportaciones e importaciones rusas, sino también a ciudadanos rusos, encabezados por el presidente Vladimir Putin, y bielorrusos, por el aparente apoyo de ese país a la operación.
Al igual que otros países del G7 y la Unión Europea (UE), también ha venido aplicando sucesivas rondas de otras sanciones que incluyen la exclusión de bancos rusos del sistema Swift o el veto de las exportaciones de semiconductores, maquinaria para la industria petrolera y otra tecnología con potencial bélico.
(Con información de EFE)
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