Una iraní que se desempeña como árbitro de ajedrez y que ha sido acusada de violar el código de vestimenta islámica asegura que no quiere regresar a Irán, donde teme que su vida corra peligro.
Se trata de Shohreh Bayat, de 32 años, quien dijo a los medios que no regresará a su tierra natal a menos que la federación de ajedrez de Irán le otorgue garantías de seguridad por escrito. En este momento, Bayat se encuentra en Vladivostok, en el extremo oriental de Rusia, donde participa como árbitro principal del Campeonato Mundial Femenino de Ajedrez.
“Realmente espero que me den la seguridad de que estaré a salvo si regreso a Irán”, dijo la mujer, y agregó: “Si eso no sucede, estoy evaluando mis opciones y considerando cualquier cosa”.
Los problemas de Bayat comenzaron la semana pasada, cuando durante la primera etapa del campeonato en Shanghai, China, los medios estatales iraníes cuestionaron una fotografía suya en la que parecía no llevar el velo en la cabeza.
Desde la Revolución Islámica del año 1979, en Irán rige un estricto código de vestimenta, que obliga a todas las mujeres a usar el velo o hiyab en la cabeza cuando están en público. La disposición rige a su vez para las deportistas que compiten en el exterior.
Las mujeres que infringen el código de vestimenta pueden ser reprendidas, multadas o hasta arrestadas.
En una entrevista con Reuters, Bayat afirmó que no está de acuerdo con el uso obligatorio del hiyab pero que, pese a eso, durante los primeros partidos del campeonato usó su pañuelo en la cabeza. Como estaba suelto, en la fotografía parece que tiene la cabeza destapada.
“Aparentemente no fue suficiente para los iraníes” (usar el pañuelo), dijo.
Bayat también dijo que la Federación de Ajedrez de Irán le pidió que escribiera una disculpa y la hiciera pública, pero hasta el momento se ha negado a hacerlo, para no respaldar el código de vestimenta. “Simplemente no quería hacer eso”, afirmó.
Después del escándalo, la jueza dejó de usar un pañuelo en la cabeza mientras presidía los partidos. “Me di cuenta de que ya me habían condenado”, y agregó: “Decidí no usar hijab porque no cambiará nada”.
Por su parte, Nigel Short, vicepresidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), respaldó a Bayat a través de su cuenta de Twitter y la definió como “una gran embajadora de su país”.
La historia de Bayat, sin embargo, no es nueva, y ella completa una larga lista de deportistas iraníes que deben enfrentarse a las autoridades religiosas de sus país por diferentes cuestiones.
A principios de este mes, la gran maestra de ajedrez iraní Mitra Hejaziour fue expulsada del equipo nacional por no usar el hijab en el Campeonato Mundial de Rapid y Blitz en Moscú.
La Federación de Ajedrez de Irán no pudo ser contactada de inmediato para hacer comentarios.
Con información de Reuters
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