Alucinaciones, pánico y violencia: un presentador de TV pasó nueve días en coma y contó el horror que vivió

Aunque estaba sedado, Richard Bacon podía escuchar lo que sucedía a su alrededor, pero su cerebro, alterado por los efectos de los sedantes, agregaban escenas que solo ocurrían en su mente

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Richard Bacon (Grosby Group)

"Si no te ponemos en coma por al menos una semana, vas a morir". El presentador británico Richard Bacon acudió al hospital para consultar por una leve dificultad para respirar, pero no imaginó una respuesta tan alarmante. "Fue el momento más intenso de mi vida", indicó, aunque lo que pasó en los días posteriores estuvo cargado de experiencias casi igual de fuertes.

Según resumió, el nivel de oxígeno en su sangre era bajísimo, al borde del daño cerebral, por lo que los médicos debían inducirlo a un coma para combatir la infección.

Así, Bacon recibió fuertes sedantes, algunos de los cuales tenían efectos alucinógenos. Durante el proceso, podía escuchar lo que sucedía a su alrededor, aunque algunas de las escenas que recuerda solo sucedían en su cabeza.

"Podía escuchar las conversaciones y comenzar a armar las piezas de una historia", explicó a Radio 5 Live. "Hay cosas que recuerdo que son correctas, y otras no tienen sentido. Mi cerebro las unió y construyó una nueva realidad".

El autor recuerda que su familia ponía de fondo partidos del Mundial y también reconocía las voces de algunos doctores. Sin embargo, su memoria se torna sombría cuando se cruzan escenas en las que asegura que corría por los pasillos del hospital con una aguja clavada en su pecho, hecho que nunca sucedió. En su cabeza todavía rondaban las imágenes de la gran cantidad de jeringas que lo pincharon cuando los médicos intentaban sedarlo en su primer día de internación.

Luego de siete días, los médicos intentaron despertarlo, pero decidieron volver a dormirlo luego de un rapto de violencia.

"Llamaron a mi esposa, me quitaron los sedantes. Pasaron horas hasta que volví al 'mundo'. Me desperté rodeado de extraños. Pateé hasta el punto en que tuvieron que sujetarme y atarme a la cama. Estaba confundido y asustado", confesó.

En total, Bacon pasó 11 días en el hospital

De esta forma, Bacon pasó dos noches más en coma inducido hasta que pudo volver a salir de él sin problemas, ya recuperado de la infección.

Sin embargo, aunque ya no tiene molestias físicas, todavía enfrenta problemas emocionales por lo que vivió, los cuales está tratando en terapia.

"Como me explicó el psicólogo, todavía estoy en el proceso. No puedo comer o dormir adecuadamente. La infección se fue, pero las heridas psicológicas necesitan curarse", admitió.

Lejos de visiones como el túnel blanco o experiencias místicas, Bacon reconoció que ha quedado perturbado por lo vivido y decidió no consumir más alcohol, aunque la bebida no haya estado relacionada con la enfermedad. "Necesito un cambio positivo en mi vida para que no sea una pérdida de tiempo", señaló.

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