Vio venir un pequeño convoy de tanques por la calle en la que se encontraba, en el distrito de Üsküdar, y fue corriendo hasta el medio del camino para frenarlo. No fue lo suficientemente convincente, porque el primero de la fila siguió acelerando como si nada.
Al darse cuenta de que no iba a detenerse, Sabri Ünal se arrojó al suelo. Increíblemente, logró acurrucarse en el centro de tal manera de quedar a salvo de las orugas.
Le salió bien, porque no le pasó absolutamente nada y se pudo parar en el acto. Entonces vio venir al segundo tanque. Quiso hacer lo mismo, pero esta vez no tuvo tanto éxito: el blindado le aplastó un brazo. De todos modos, sobrevivió y fue trasladado a un hospital, donde se recupera rápidamente.
"Les tiré piedras a los tanques y les hice señales para que se detuvieran, pero no pararon. Ni bien comprendí que el primero iba a pasarme por encima, me recosté entre las orugas. Gracias a Dios sobreviví y me pude parar. Cuando el segundo tanque llegó traté de escapar, pero me di cuenta de que no iba a poder. Intenté lo mismo que antes, pero me arrolló el brazo", dijo Ünal a la agencia Doğan News.
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Balance de la revuelta en las calles de Turquía: los muertos ascienden a 265 https://t.co/MI0suvOyxY pic.twitter.com/fT8VokzZvM
— Infobae América (@InfobaeAmerica) July 16, 2016
La valentía de miles de ciudadanos que salieron a las calles para enfrentar a los militares fue determinante para el sofocamiento del golpe que pretendía derrocar al presidente Recep Erdogan el pasado 15 de julio. El saldo del levantamiento fue de 265 muertos y varios cientos de heridos.
En estos últimos días no ha cesado el torrente de videos que registraron la violencia de los militares contra los manifestantes o la destrucción de edificios públicos. Uno de los más impactantes de estas horas es el que muestra las explosiones en el palacio presidencial.