Unas horas después de que un camión embistiera a la gente conglomerada en Niza para los festejos del Día de la Bastilla, el presidente de Francia, François Hollande, expresó su solidaridad con las víctimas del ataque -que dejó al menos 84 muertos- y sus familias, y aseguró que "todos los medios necesarios fueron desplegados para auxiliar" a los heridos.
"Es toda Francia que está bajo amenaza terrorista", dijo Hollande, quien se refirió a los atentados terroristas perpetrados en enero y en noviembre del año pasado.
El Presidente presentó su plan de acción definido en el marco de la reunión de crisis que sostuvo en París junto con el primer ministro, Manuel Valls, y con el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, en pos de "reforzar el nivel de protección" del país galo.
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El conductor del camión era un residente de Niza de origen tunecino
Una de las medidas consiste en la prolongación por tres meses del estado de emergencia que debía terminar el próximo 26 de julio. Además, el mandatario anunció la movilización de los reservistas con el objetivo "de aliviar los policías y gendarmes ya desplegados".
En materia de asuntos Exteriores el presidente de Francia anunció: "Vamos a reforzar aún más nuestra acción en Irak y en Siria", donde el país galo lucha contra los yihadistas del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).
En ese sentido, adelantó que se mantendrá a alto nivel la Operación Sentinel, que permite movilizar a 10.000 militares. A su vez, decidió "llamar a la reserva operacional" para reforzar a los gendarmes y a la policía nacional, especialmente en el control de fronteras.