Terror en la cuna del narco: comando irrumpió en un domicilio y levantó a siete personas en Culiacán

Un comando armado secuestró este viernes a un grupo de personas que se encontraban en una reunión en un domicilio de la colonia El Palmito, al sur de Culiacán, Sinaloa. Según ha informado la Secretaría de Seguridad Pública del Estado tres de las víctimas fueron rescatadas.

Testimonios recabados por medios locales indican que se llevaron a siete personas apunta de pistola, una de ellas con órdenes de aprehensión.

Los afectados fueron trasladados ante la autoridad competente, quien determinará cómo ocurrieron los hechos. Por su parte la SSP Sinaloa destacó que es prioritario salvaguardar la integridad de la población, por lo que se continuarán con los trabajos preventivos para el bienestar de la ciudadanía.

El estado de Sinaloa, uno de los más violentos del país por ser cuna del cártel con el mismo nombre, está marcado por atroces “levantones”, pese a ello, el gobernador de la entidad, Rubén Rocha Moya prometió que no se convertirán en otro Zacatecas, que ahora mismo es víctima de la violencia de los cárteles de las drogas.

La tensión de los delitos de alto impacto han escalado niveles históricos. A nivel nacional, el delito homicidios alcanzó la cifra de 106,097 en 36 meses, la cifra que supera las 41,375 muertes durante el mismo periodo del presidente que inició la guerra contra el narco.

De acuerdo con un estudio de la agencia TResearch, el 2020 cerró con 36,579 asesinatos. Pese a lo escandaloso de la cifra no se trata de la más sangrienta, pues en el primer año de gobierno de AMLO se contabilizaron 36,661 homicidios dolosos. En el presente, de enero a noviembre se han reportado 29, 766 muertes.

Los números, basados en los Informes de Seguridad Nacional, confirman el mal momento por el que atraviesa México. Tan sólo en las últimas semanas se ha atestiguado un importante aumento en los asesinatos, tras la detención de Rosalinda González, esposa de Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en Zapopan, Jalisco.

La captura de Rosalinda alias La Jefa ha supuesto el primer gran golpe del gobierno de AMLO al CJNG; sin embargo, así como ha sucedido en aprehensiones pasadas, su detención no sólo no provocó una disminución de la violencia de este cártel, sino que la aumentó. Tal es el caso de Zacatecas —limítrofe con Jalisco— donde el pasado 18 de noviembre nueve cadáveres fueron colgados en un puente vehicular de la carretera federal 45.

Los vecinos de esta localidad, que desde hace meses soportan los enfrentamientos entre el CJNG y Cártel de Sinaloa, reportaron el pasado martes el hallazgo de ocho cuerpos sin vida, tres de ellos colgados en un puente y el resto en árboles.

A Zacatecas se le suma Michoacán, otro estado en el centro de México, que ha visto desbordar la violencia a pesar de los esfuerzos del gobierno federal por controlarla. La entidad, de 4.749 millones de habitantes, vive a diario las embestidas del cártel de las cuatro letras y grupos criminales locales en su intento por controlar su puerto y territorio.

Hasta ahora, el mes más violento del sexenio de López Obrador, que se ha resistido a enfrentar la realidad de un México cada día más violento, ha sido el mes de octubre del año pasado, cuando se contabilizaron 3,328 homicidios.

La seguridad se ha convertido en uno de los temas más urgentes rumbo al Tercer Informe de Gobierno. Desde el inicio de su gobierno, Andrés Manuel López Obrador apostó por la creación del cuerpo policíaco, Guardia Nacional. En sus primeros días, el presidente anunció la intervención de éstos hombres al estado de Guanajuato, que reporta alrededor de 13 ejecuciones diarias.

López Obrador ha optado por evitar la exposición pública y se ha negado a comparecer frente a los legisladores. Ha sido duramente criticado por cerrar las puertas a los agentes estadounidenses a los que se ha referido como “oportunistas”.

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