ASF detectó tráfico de fentanilo y morfina desde el INER

El fentanilo y la morfina se encontraban disponibles de manera irregular en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó que personal de este Instituto alteró recetas médicas para sustentar la salida de farmacia de sulfato de morfina y citrato de fentanilo, opiáceos usados para tratar dolores graves.

En su revisión de la Cuenta Pública 2018, se detectó que en algunos casos se emitió más de una receta por paciente, por día. Lo anterior significaría rebasar la dosis de 30 ámpulas establecidas como máximo. Esto representó un total de 8,055 mg del medicamento contenidos en 16,110 ámpulas, con un costo de 272.1 mil pesos.

En otros casos se registró en el sistema del INER más dosis de las que realmente se suministraron a los enfermos.

La ASF señaló que “las deficiencias en la administración de este tipo de medicamentos abre la posibilidad de un uso indebido de los mismos, representando un problema para la salud pública”, indicó en su informe.

La Auditoría revisó ocho expedientes clínicos de igual número de pacientes y descubrió que en el sistema se reportó 51.4% más sulfato de morfina del que realmente se prescribió a esas personas. Inclusive registró un cobro de morfina a un paciente, de 4700.0 mg pero en su expediente no se registró su aplicación.

De igual manera, el INER no pudo comprobar que el 80% de los miligramos de sulfato de morfina que salieron de su farmacia fueran aplicados a pacientes hospitalizados o atendidos en urgencias y consulta.

Con la revisión del sistema Medsys, en el cual el instituto registra los cargos realizados de los medicamentos entregados a los pacientes, se comprobó que la cantidad de morfina registrada en el sistema fue de 20 mil 730 mg, superior en 10 mil 663.4 mg a la cantidad registrada en los ocho expedientes.

De los 432 mil mg de sulfato de morfina que en 2018 salieron de la farmacia del INER, el instituto no acreditó el destino de 345 mil 760 mg.

Por otro lado, la ASF detectó diferencias entre el código bidimensional (QR) establecido en las recetas emitidas por la Cofepris y el código numérico registrado en cada una de las recetas.

Derivado de lo anterior, de las 121 recetas proporcionadas por el INER correspondientes al sulfato de morfina, en 119 el código bidimensional de la receta no coincidió con la clave que se encuentra debajo del mismo, equivalentes a 1,114.3 miles de pesos.

Asimismo, para el citrato de fentanilo, de las 1,611 recetas proporcionadas por el instituto, en 1,518 el código bidimensional tampoco correspondió con la clave alfanumérica registrada en la receta, lo que equivalió a 765.9 miles de pesos.

La ruta del fentanilo

La Fiscalía General de la República (FGR) y la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (US Customs and Border Protection, CBP) han detectado cinco rutas procedentes de países asiáticos para la entrega de fetinalino a México: Singapur, China e India, con destino a la Ciudad de México, Toluca, Guerrero y Querétaro.

A su vez, se distribuye a 13 estados con destino final a Estados Unidos: la Ciudad de México, Estado de México, Puebla, Michoacán, Jalisco, Querétaro, Morelos, Nayarit, Sinaloa, Durango, Baja California, Baja California Sur y Sonora, con destino a Tijuana, Baja California, donde se concentran los cargamentos para introducirlos a California, EU.

Cabe mencionar que estos movimientos se dan a partir de empresas de paquetería, menajería, vehículos particulares o autobús.

A la fecha, se tiene registro de que el Cártel del Pacífico y Jalisco Nueva Generación son las únicas organizaciones criminales que producen pastillas de fentanilo para después enviarlas a Estados Unidos.

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