La erradicación del huachicoleo es uno de los principales temas para la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. Muestra de ello es que durante los primeros 16 días del 2020, Petróleos Mexicanos (Pemex) encontró un total de 200 tomas clandestinas, lo cual representa un promedio de 12.5 diarias.
Según datos que se hicieron públicos en un reporte de la Subdirección de Salvaguardias Estratégica de Pemex, durante este lapso en enero, se logró la recuperación de 260,000 litros de hidrocarburos y si bien es una cantidad importante, cabe destacar fue mucho menor a la del mismo periodo del año pasado, cuando la cifra fue de 2.5 millones de litros.
Además, durante esta primera quincena del año, las autoridades lograron asegurar 458 contenedores, los cuales eran utilizados para transportar los litros del combustible robado, así como 25 vehículos, que eran empleados para el traslado de los recipientes. En contraste, en el 2019 se decomisaron 2,160 contenedores y 700 automóviles.
Hasta el momento, la detección de tomas clandestinas ha ido a la baja, no obstante, a lo largo del mes se detectaron zonas “rojas”, que es donde se concentró el delito. Dos de las entidades más relevantes en este aspecto fueron Hidalgo y el Estado de México, en donde tan sólo durante la semana del 10 al 16 de enero se detectaron 57 y 22 tomas clandestinas, respectivamente.
De acuerdo con Pemex, el Plan Conjunto para Combatir el Robo de Hidrocarburos, en el cual participan las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina, la de Seguridad y Protección Ciudadana, así como la de Gobernación, ha sido fundamental para disminuir el robo de combustible, pues ha permitido una reducción del 91% en el volumen inicial de pérdidas, además de un ahorro de 56 mil millones de pesos en poliductos.
Por el delito de robo de combustible, la petrolera informó que existen 345 carpetas de investigación judicializadas, 535 personas vinculadas a proceso, 422 sentencias condenatorias, 562 personas sentenciadas, así como 332 órdenes de aprehensión.
A un año de la explosión en Tlahuelilpan
Estas cifras se enmarcan en el primer aniversario de la explosión de un ducto de Pemex en Tlahuelilpan, Hidalgo, una tragedia sin precedentes que dejó 137 muertos, además de una gestión que se mantiene en entredicho, pues las víctimas y familiares no han tenido la atención requerida.
A un año del desastre, el presidente municipal de la localidad, Juan Pedro Cruz Frías, reconoció que el único apoyo que han recibido las víctimas y sus familiares son “algunas becas” por parte del Gobierno local y también se han beneficiado de algunos programas sociales del Ejecutivo federal.
Además, Cruz admitió en entrevista con la agencia de noticias Efe que “algunas personas no han recibido el apoyo como debería de haber sido” y lamentó el futuro de los niños que perdieron a sus padres en esa toma clandestina de Pemex, la cual reventó por causas que aún se desconocen.
En este sentido, es importante mencionar que 194 niños y adolescentes de la localidad quedaron en la orfandad después de este hecho. No obstante, tras la explosión, el gobierno del estado anunció el reforzamiento del programa Mujeres Emprendedoras, el cual consiste en un préstamo de 10,000 pesos a las afectadas para iniciar un negocio.
La explosión se produjo cuando centenares de vecinos aprovechaban una fuga en un oleoducto para sustraer gasolina, justo después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador hubiera declarado el combate frontal contra esta práctica, misma que ha sido conocida como huachicoleo.
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