Jaime Bonilla Valdez: el amigo millonario de López Obrador que gobernará el complejo estado de Baja California

De acuerdo con el PREP estatal, el ingeniero ex estadounidense y ex republicano, será el próximo mandatario

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(Foto: Cuartoscuro)
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Jaime Bonilla Valdez será el próximo gobernador electo del estado fronterizo de Baja California, de acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) de la entidad.

Con poco más del 51% de los votos después de computadas el 81% de las actas en el PREP, el candidato de la alianza que encabezó Morena se perfila como ganador de las elecciones estatales que tuvieron lugar el domingo.

José Óscar Vega Marín del PAN, es el más cercano contendiente de Bonilla Valdez con el 23% de los votos.

"Hemos encontrado una expresión de una necesidad de un cambio y venimos muy contentos porque ven el cambio en nosotros", dijo el virtual ganador a la televisora local Foro TV tras conocerse los primeras encuestas privadas.

En 1989, Baja California fue el primer estado del país donde un partido opositor ganó la gobernación, rompiendo con 60 años de hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernaba el país y todos sus estados.

Bonilla reconoció también la voluntad política y el apoyo del presidente López Obrador para impulsar la resolución de problemáticas como la ola de migración ilegal y el impulso al desarrollo económico de la zona fronteriza.

"Fueron 30 años de abusos", dijo Bonilla sobre la hegemonía del PAN en la gubernatura estatal.

¿Quién es Jaime Bonilla Valdez?

Bonilla Valdéz tiene 69 años, nació el 9 de junio de 1950 en Tijuana, Baja California. Es Ingeniero Industrial por la Universidad Autónoma de México (UNAM) y tiene una maestría en Administración Pública por la Universidad Nacional de San Diego, California.

Es fundador del Primer Sistema de Noticias (PSN) en Baja California, una empresa privada de comunicación.

Fue dirigente de Morena en Baja California desde 2015.

Fue diputado federal del PT en 2012 en la LXII Legislatura. También fue senador por Morena desde 2018. Solo estuvo en el cargo 3 meses, pues se convirtió en uno de los súper delegados que designó el presidente Andrés Manuel López Obrador para vigilar el desempeño de los mandatarios en los estados, entre otras cosas.

En marzo de 219 se postuló como candidato de la coalición que integraron Morena, PT, Partido Verde y Transformemos.

(Foto: Cuartoscuro)
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La polémica

El hombre que ha sido identificado como uno de los políticos más cercanos al presidente López Obrador, digno de toda su confianza, nació en México pero obtuvo la nacionalidad estadounidense, como muchos bajacalifornianos.

La Constitución Política de México impide a cualquier ciudadano con nacionalidad distinta a la mexicana aspirar a alguna gubernatura estatal, sin embargo, Bonilla Valdez habría renunciado a la ciudadanía estadounidense en 2012, según reportes periodísticos.

De hecho, Bonilla fue militante del Partido Republicano en los Estados Unidos y fungió del año 2000 al 2011 como director del Departamento de Aguas del Distrito de Otay, California.

Es un gran aficionado al béisbol. Posee un palco en el estadio de los Padres de San Diego, en el PETCO Partk. Invitó al presidente López Obrador al Juego de Estrellas en julio de 2016. Fue mánager de los Potros de Tijuana, equipo de la Liga Mexicana del Pacífico.

Según su declaración patrimonial, posee tres casas y un departamento por un valor total de 22.2 millones. Obras de arte que suman 3.5 millones, vehículos que suman 1.5 millones y menaje de casa valuado en 1.6 millones.

Se le ha cuestionado por su cercanía con ex gobernadores priistas como Xicoténcatl Leyva. En su equipo de trabajo se encuentra Humberto "Pato" Valdez Ramos, quien fungió como abogado de Joaquín "El Chapo" Guzman y otros criminales vinculados a los Arellano Félix.

(Foto: Cuartoscuro)
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Los retos

Bonilla Valdéz deberá gobernar uno de los estados más complejos de México. Su vecindad con San Diego genera una actividad económica y dinámica demográfica particular, con la frontera más transitada del mundo.
En Baja California está la ciudad más violenta de México, Tijuana, con 5.5 homicidios al día en promedio en 2019.

Desde los primeros días de su mandato, López Obrador implementó un plan de seguridad para contener la escalada de crimen en la localidad, pero ha sido infructuoso, pues los altos índices de criminalidad no solo se mantienen, sino que siguen aumentando.

La disputa por el territorio entre las bandas de narcomenudistas para trasladar drogas sintéticas a Estados Unidos, es uno de los principales móviles de las balaceras en la región.

La ola migrante es otro de los aspectos complejos que agobian a la entidad. Miles de personas que buscan cruzar a Estados Unidos se han quedado varadas en las ciudades fronterizas, causando una crisis humanitaria de proporciones aún insospechadas.