Kirk Cameron, el bello y simpático Mike Seaver de la serie televisiva Growing Pains, éxito rotundo entre mediados de los 80 y mediados de los 90, prácticamente dejó su carrera de actor para dedicarse a la Iglesia bautista, como ministro de culto y escritor religioso. De 46 años, creció en un ambiente ateo, pero tras su carrera televisiva, abrazó la fe bautista.
Actualmente Cameron es un sostenedor del creacionismo, esto es que la Tierra y todos los eventos del universo son generados por entidades divinas y no por procesos naturales como la evolución. Hoy participa en convenciones y diversos seminarios de tema religioso.
Tom Selleck, el recordado protagonista de la serie Magnum, el rudo investigador privado que conducía una poderosa Ferrari, tras una carrera de tres décadas como actor y productor, decidió tomarse una pausa del dorado mundo de Hollywood para retirarse a su rancho, en el cual se ocupa de sus cultivos de aguacate.
Steven Seagal, en tanto, es recordado por sus papeles de justiciero en distintos filmes de acción de los años 80 y 90 y forma parte del grupo de actores famosos gracias a su habilidad en las artes marciales. Seagal es cinturón negro y séptimo dan de aikido, pero no se convirtió en instructor sino que, concluida su carrera actoral, quiso ser útil a la sociedad como sheriff en Louisiana y Nuevo México.
Seagal también se hizo conocido por su estrecha amistad con el presidente ruso Vladimir Putin, otro aficionado a las artes marciales, del cual recibió la nacionalidad rusa en noviembre del año pasado y planifica emprendimientos en su nueva tierra.
Pese a que parecía que tenía una carrera lanzada directo hacia el éxito, Erin Moran, que interpretaba a Joanie, hermana de Ricky Cunningham en Happy Days (Días Felices), la famosa serie televisiva ambientada en los dorados años 50, no tuvo la fortuna pronosticada. Hoy, tras ser rescatada del campamento de casas rodantes en el cual vivía, intenta tener suerte como escritora. Trabaja en un hotel y realiza apariciones esporádicas en televisión. Por desgracia para ella, los actuales no son precisamente días felices.
Jeff Cohen, el simpático gordito Chunk de la histórica película Goonies de 1985, tras varios éxitos cuando todavía era un niño, a la edad de 17 años, en 1991, dejó definitivamente su carrera como actor, pero no el mundo del espectáculo. Ahora vive en Los Ángeles y, tras recibirse de abogado y con otro diploma en administración de empresas, se convirtió en asesor especializado dentro de la farándula.
En el período entre 2001 y 2003, Cohen se afianzó además como productor de la serie The Living Century y en 2009 en otro serial, The Rise and Fall of Tuck Johnson.
Con información de ANSA
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