Un recorrido por el desarrollo del pensamiento político del siglo XVII a hoy

En "Una arqueología de lo político", el doctor en Historia Elías J. Palti analiza obras literarias, pinturas, piezas musicales e incluso las teorías científicas de diversos periodos para ofrecer los marcos culturales que permitieron las transformaciones políticas

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Por Elías Palti

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"Una Arqueologia De Lo Político", (Fondo de Cultura Económica), Elias J. Palti

En los últimos años se produjeron una enorme cantidad de estudios referidos a lo político. El término, originariamente acuñado por Carl Schmitt en su libro El concepto de lo político (1932), remitiría a un plano previo a lo legal, que escapa a toda normatividad puesto que la funda, es decir, referiría a aquel acto institutivo originario de un cierto orden político-institucional.

Aunque originalmente vilipendiado, dado las connotaciones irracionales que portaba, en las últimas décadas se convirtió en la base para una reformulación crucial del debate filosófico y teórico. Autores tan diversos como Jacques Rancière, Alain Badiou, Giorgio Agamben, Ernesto Laclau y Slavoj Žižek se han dedicado a elaborar este concepto de lo político, señalando la pluralidad de aristas comprendidas en el mismo.

Una arqueología de político se inscribe dentro de esta perspectiva, dialoga críticamente con los autores clave que determinaron este giro en la teoría política contemporánea. Retoma muchos de sus conceptos, a la vez que discute otros. Sin embargo, hay un punto en que se distancia de todos ellos, que es el énfasis propiamente histórico que le imprime a este debate.

Según se propone mostrar, en un recorrido que arranca en el siglo diecisiete y llega al presente, a diferencia de lo que suele asumirse, la categoría de lo político no indica una entidad eterna, sino una que tiene un origen que puede rastrearse históricamente.

La hipótesis fundamental que preside la elaboración de este libro es que la apertura a este ámbito de lo político es el resultado de una inflexión crucial que se produjo en Occidente en el siglo diecisiete, acompañando una serie de cambios en los regímenes de ejercicio del poder producidos con el surgimiento de las monarquías absolutas.

Un objetivo primordial para este trabajo es trazar cómo se produjo tal inflexión, cómo fue que ese horizonte a lo político se abrió en el interior del propio universo teológico al cual, a la sazón, terminará dislocando. Cómo fue que se instaló entonces aquel nuevo terreno dentro del cual se inscribirían de allí en más todos los debates políticos subsiguientes. Según entiendo, si perdemos de vista la naturaleza de esta ruptura entonces producida, resulta imposible comprender acabadamente el sentido último de tales debates.

Por otro lado, este ámbito de lo político no sólo tiene una génesis que puede trazarse sino que también ha sufrido una serie de reconfiguraciones fundamentales en el curso de los cuatro siglos que transcurren desde su origen hasta el presente. Los distintos capítulos del libro analizan cómo se fue reformulando lo político a partir de las transformaciones que acompañaron los distintos regímenes de ejercicio del poder que se sucedieron a lo largo del periodo analizado.

¿Qué se entiende aquí por "regímenes de ejercicio de poder"? Una vez que se quebró, en torno al siglo XVII, la idea de una justicia trascendente, asociada al supuesto de la existencia de un orden natural establecido por Dios en el plan mismo de la creación, la pregunta que surge entonces es la siguiente: ¿cómo una Ley subjetivamente generada puede imponerse objetivamente a sus mismos creadores? Dicho de otro modo, ¿cómo puede producirse un efecto de justicia a partir de la pura legalidad, un efecto de trascendencia a partir de la pura inmanencia?

Este efecto de justicia será ahora algo que deberá producirse, generarse a partir del mismo juego de lo político. Los diversos regímenes de ejercicio de poder que allí se analizan no son sino distintos modos de producción de ese efecto de justicia, de un efecto de legitimidad a partir de la legalidad. En suma, lo que analiza este libro es cómo se irá reconfigurando históricamente ese campo de lo político dando lugar a la emergencia de diversos regímenes de ejercicio de poder, es decir, a distinto modos de producción de un efecto de trascendencia a partir de la pura inmanencia.

El análisis de estos diversos regímenes de ejercicio de poder supuso, a su vez, la apelación a diversos registros disciplinarios a fin de inscribir la problemática política en un contexto cultural más amplio. En este libro me propuse relacionar el pensamiento político con las diversas manifestaciones artísticas y culturales que les corresponden a cada momento en la historia político-conceptual. En ella se analizan obras literarias, pinturas, piezas musicales, e incluso las teorías científicas de los diversos periodos, buscando con ello ofrecer el marco cultural dentro del cual esas transformaciones políticas pudieron producirse.

Esta obra representa así una suerte de culminación de mis trabajos precedentes en el campo de la historia intelectual. En ella converge una larga serie de estudios desplegada a lo largo de más de treinta años de investigaciones. La misma busca, básicamente, a proveer un cuadro de la historia político-intelectual moderna más preciso que el actualmente disponible; uno más atento a las discontinuidades en su trayectoria. En última instancia, intenta mostrar por qué no podemos transponer ideas de un contexto conceptual a otro distinto sin violentar la lógica que ordena las redes significativas de las cuales los conceptos políticos toman su sentido concreto.

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