Gustavo Petro admite que es un mal comunicador, pero insiste en que Bogotá es la capital menos violenta del país

Pese a las fuertes críticas que recibió tras hacer esa afirmación, el presidente de Colombia argumentó que la tasa de homicidios en la ciudad la acercan a la clasificación como de pacífica

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Gustavo Petro hace el juramento a grupo de funcionarios posesionados
Gustavo Petro hace el juramento a grupo de funcionarios posesionados

En el evento de posesión de siete nuevos funcionarios para el gobierno que comienza, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, reconoció que sus declaraciones se prestan con frecuencia para malos entendidos. No obstante, insistió en la afirmación que dio tras el consejo de seguridad que adelantó en Bogotá en la noche del 31 de agosto: pese a las alertas de violencia en la ciudad emitidas por la Defensoría del Pueblo, el mandatario afirmó que es la capital departamental más pacífica del país por tasa de homicidios.

En la tarde de este primero de septiembre, Petro leyó el juramento para consolidar los nombramientos de los superintendentes de Notariado y Registro y de Subsidio Familiar, el director general de la Unidad Administrativa Especial de Información y Análisis Financiero (UIAF), el presidente de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), el secretario de Transparencia, el director de la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP), y el consejero para Información y Prensa.

Cuando se refirió al cargo que desde ahora desempeñará de forma oficial el periodista Germán Gómez, el mandatario confesó que, “me dicen que soy mal comunicador, pero aquí llegamos. Ahora hay que comunicar bien lo que queremos; esta es la responsabilidad también en este equipo que se posesiona”. Inmediatamente después, Petro puso el ejemplo de sus declaraciones de la noche anterior.

“Ayer dije ‘Bogotá es la capital menos violenta de Colombia’. ¿Verdad o mentira? Hoy, los comentarios mediáticos no hablan de si es verdad o es mentira, sino que cómo se me ocurrió decir eso. Bueno, Bogotá es la capital menos violenta de Colombia. ¿Por qué? Porque se mide por tasa de homicidios la violencia y Bogotá tiene la más baja de todas las capitales de Colombia”, insistió el presidente. Acto seguido, Petro confrontó a los medios de comunicación sobre lo que, en su opinión, es una narrativa para manipular la percepción del orden público en la capital.

“‘¡Ah, que es que eso choca con la visión que estamos generando, en donde lo que aparecen son muertos y muertos y muertos!’. ¿Petro está diciendo que no hay muertos? No, yo nunca he dicho que no hay muertos ni homicidios: he dicho que es la tasa más baja de todas las capitales de Colombia. Claro, choca con la intención de una matriz de opinión de mostrar que el país está cayendo en una violencia y que el Gobierno no tiene forma de controlarla”, reprochó el presidente.

El mandatario explicó que su argumento para afirmar e insistir en su punto es que, según el estándar internacional para calificar si una ciudad es violenta o no, los centros poblados deben presentar diez homicidios o menos por cada 100 mil habitantes, mientras Bogotá presenta un descenso progresivo y una tasa de 12 homicidios.

Después, el presidente atribuyó el descenso de la tasa de homicidios a la inversión que la capital ha hecho en las últimas tres décadas para sectores como educación pública e inclusión social. “Como nos habían acostumbrado a que la seguridad se alcanza en disparando metralletas y haciendo cárceles, entonces nos parece un exabrupto que el presidente diga que Bogotá ha alcanzado la cifra más baja de violencia de su historia del 93 a la fecha y que es la ciudad menos violenta de las capitales del país, sin hacer una cárcel, sin aumentar el pie de fuerza”, mencionó.

“Es otro modelo de seguridad. Algunos otros quisieran que el modelo de seguridad siguiera consistiendo en disparar, disparar, y disparar. Aquí, lo que hemos hecho es educar, educar y educar. Los resultados saltan a la vista”, dijo Petro, quien fue alcalde de la ciudad entre 2012 y 2015.

Por ello destacó el rol que desempeñará su consejero de Información y Prensa, el mismo que lo ha acompañado desde su campaña presidencial. Dijo que a su cargo estará la responsabilidad de que la opinión pública sepa ese tipo de datos para tomar decisiones informadas: “saber lo bueno y lo malo, porque esto no es el paraíso, pero que las cosas importantes y positivas también aparezcan, que el debate aparezca, que también el contraargumento aparezca. Que la gente tenga los elementos para decir que vamos mal o bien”, concluyó el presidente.

Además del periodista Gómez, tomaron posesión Luis Guillermo Pérez —quien pasa del Consejo Nacional Electoral (CNE) a la Supersubsidio—, Luis Eduardo Llinás —contador que pasa de la docencia universitaria a la dirección de la Unidad Administrativa Especial de Información y Análisis Financiero (UIAF)—, Daniel Rojas —economista clave en el empalme de Petro que ahora presidirá la Sociedad de Activos Especiales (SAE)—, Roberto Idarraga —nuevo secretario de Transparencia—, Jorge Iván Bula —quien intentó varias veces sin éxito ser rector de la Universidad Nacional y ahora dirigirá la ESAP— y Roosevelt Rodríguez —quien va para la Supernotariado—.

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