Docentes del Magdalena están siendo amenazados por grupos paramilitares

Los educadores denuncian que recientemente un profesor fue retenido ilegalmente durante unos minutos. La víctima se dirigía al colegio de la vereda Siberia (Cienaga) a dictar cases y en la vía lo abordaron para intimidarlo

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La tensa situación en el departamento de Magdalena ha hecho que las familias salgan huyendo por los enfrentamientos. Algunos colegios retornarán a la virtualidad. Foto tomada del Twitter de Luis Fernando Lara.
La tensa situación en el departamento de Magdalena ha hecho que las familias salgan huyendo por los enfrentamientos. Algunos colegios retornarán a la virtualidad. Foto tomada del Twitter de Luis Fernando Lara.

Los docentes son el reciente blanco de los paramilitares que operan en Magdalena, especialmente en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta. Este gremio está recibiendo mensajes a través de redes sociales, llamadas y encontrando panfletos en la calle en la que los amenazan y les exigen que se vayan del territorio.

Según el Sindicato de Educadores del Magdalena (Edumag), los docentes que corren mayor riesgo trabajan en Ciénaga, particularmente en la vereda Siberia, en la parte alta de la Sierra Nevada de Santa Marta. Los responsables serian las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también conocidos como Clan del Golfo, y las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada (ACSN). Ambos grupos están enfrentándose en la zona para ganar control territorial.

“Estamos preocupados por las amenazas que circulan por audio WhatsApp y también por los grafitis escritos por los grupos al margen de la ley, e incluso, hemos recibido información por parte del cuerpo de docentes que se han hecho retenes por parte del grupo al margen de la ley, y además intimidan a la población civil para que no asistan a las actividades académicas en nuestras instituciones educativas”, aseguró César Cantillo, directivo de Edumag, este 17 de agosto.

Los educadores denuncian que recientemente un profesor fue retenido ilegalmente durante unos minutos. La víctima se dirigía al colegio de Siberia a dictar cases y en la vía lo abordaron para intimidarlo.

Ante las amenazas, Edumag pide que se garantice la vida y seguridad de los docentes que laboran en Magdalena, particularmente en Ciénega. Asegura que esta “es una situación que es muy recurrente”.

Hay que recordar que Diferentes líderes sociales del departamento están elevando alertas serias acerca del retorno de los paramilitares a la zona. El Clan del Golfo y Los Pachenca están sosteniendo enfrentamientos armados en comunidades rurales, especialmente las aledañas a la Sierra Nevada de Santa Marta para quedarse con espacios para cultivos ilícitos y rutas para sacar la drogas.

En Palmor de la Sierra, otro corregimiento adscrito a Ciénaga, los ciudadanos están confinados por cuenta del grupo narcoparamilitar. Los criminales están impidiendo que la población desarrolle sus actividades cotidianas; los adultos no pueden salir a trabajar, los niños no pueden ir a las escuelas y los comercios están cerrados.

En la vereda Jonolura, también adscrita Ciénaga, el 15 de agosto se reportaron combates entre los paramilitares.

Días previos en el municipio de Fundación también se reportaron acciones criminales contra la población. El 12 de agosto sicarios asesinaron a una joven embarazada y a su hermano. A pesar de la intervención de los médicos ninguno delos adultos se salvó y el bebé tampoco sobrevivió.

Hay preocupación porque los paramilitares y la guerrilla están ganando terreno en todo el caribe. En Guajira, Bolívar, Magdalena y Atlántico diferentes grupos están amedrentando a la población y en lo que va corrido de agosto los criminales han reforzado su accionar delictivo.

En Bolívar, por ejemplo, los problemas se reportan principalmente al sur. En el municipio de San Pablo se reporta que el Clan del Golfo decretó paro armado; y en Santa Rosa del Sur, Arenal del Sur, Montecristo y Morales, esa misma estructura está enfrentándose con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) por el control del territorio.

Por su parte, en Atlántico los conductores de buses y comerciantes aseguran que los Rastrojos Costeños siguen llamándolos para extorsionarlos.

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