La grave situación presentada por la Contraloría General de la República alerta que se están rompiendo con los ciclos de conectividad biótica de todos los ecosistemas y, por consiguiente, se está generando un daño irreparable en el medio ambiente.
Las cifras muestran que diariamente se pierden unas 500 hectáreas, lo que preocupa al organismo, pues teme que esta perdida también afecte a sentir con mayor severidad las afectaciones ocasionadas por el cambio climático.
“El tema del cambio climático nos está golpeando y cerca del 60 por ciento de las emisiones de CO2 que se emiten en el país son producto de estos procesos de deforestación, particularmente por las quemas que se están haciendo”, asegura Jurado.
En el Plan Nacional de Desarrollo “Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad”, a 2022 se plantea la reducción de la deforestación en un 30% con respecto a la situación actual. Dentro de sus actividades de seguimiento, la Contraloría recolecta y analiza información sobre la situación de la deforestación en Colombia. Para esto, el organismo se apoya con el reporte oficial de deforestación del IDEAM del año 2018 al 2020, evaluando igualmente las alertas emitidas por esta entidad durante este período de tiempo.
La lupa se tiene puesta principalmente en dos departamentos de Colombia, Amazonas y Chocó. En el primero, se encuentra el 65% del total de la deforestación del país. La Contraloría ha evaluado en años anteriores el cumplimiento de las obligaciones relacionadas con el control de la deforestación en dicha zona por parte del Ministerio de Ambiente, las Corporaciones Autónomas que tienen jurisdicción en la región y Parques Nacionales Naturales de Colombia.
En una auditoría realizada en el 2020, se advirtió por una baja asignación de recursos por parte del Estado. Además, se evidenciaron debilidades en materia de gestión y control de permisos de aprovechamiento forestal que otorgan las autoridades ambientales.
Por parte del departamento del Chocó, la Contraloría alertó las debilidades en el control, vigilancia y seguimiento de la movilización de los recursos forestales maderables que se explotan en el departamento.
Además, se encontraron deficiencias en el trámite de expedición de permisos de aprovechamiento forestal y se advierten debilidades en el desarrollo de los procesos sancionatorios ambientales, relacionados con la deforestación en el Chocó.
Según un informe publicado por la Revista Frontiers, la deforestación en Colombia se incrementó tras el acuerdo de paz firmado en 2016. Los cultivos de coca y la extensión de la ganadería son factores principales en el incremento de la deforestación.
Esta acelerada deforestación en Colombia trae otros riesgos además del cambio climático, por ejemplo, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), informó que 590 municipios tienen alertas de incendios.
Ernesto Guhl Nannetti, ambientalista y miembro de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales le dijo a la República que: “La deforestación está ligada a la violencia, el narcotráfico y a dedicarse a actividades insostenibles. Colombia era uno de los países con gran cobertura boscosa y la ha ido perdiendo rápidamente. Hay que llegar a esas regiones donde se presenta este fenómeno para darles una salida diferente, que no sea la deforestación y cultivos ilícitos”.
Esta crisis se suma a 11 que se tienen en la agenda ambiental para atender en el año 2022:
1. Deslizamientos por las altas precipitaciones.
2. Uso inadecuado del suelo con cultivos transitorios en zonas de alta pendiente.
3. Picos de contaminación en las ciudades por contaminación de material particulado.
4. Acción climática y el rol de los ciudadanos.
5. Plásticos y manejo de residuos.
6. Deforestación en región amazónica por efecto de ganadería extensiva.
7. Actualidad en las licencias de exploración de hidrocarburos en zonas de alta montaña y paramos.
8. Recurso de pesca en Colombia.
9. Las empresas y el cambio climático.
10. Uso y consumo responsable.
11. Educación ambiental.
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