Túnez, 2 mar (EFE).- Miles de personas salieron este sábado a las calles de la capital convocadas por la Unión General de Trabajadores de Túnez (UGTT), el principal sindicato del país, para protestar ante la sede gubernamental contra el deterioro de la situación económica y social y la negativa del Ejecutivo a retomar las negociaciones salariales.
Esta situación es el resultado del "fracaso" de las políticas públicas mientras el Estado reembolsa las deudas externas pendientes- la última el pasado mes de febrero de 850 millones de dólares- "en detrimento del pueblo y de la escasez de productos básicos", explicó el secretario general de la central sindical, Noureddine Taboubi, en un discurso ante a los manifestantes.
La organización denunció las detenciones contra sus dirigentes, la última este jueves, del secretario general adjunto encargado del sector privado, Tahar Mezzi, que fue puesto en libertad 24 horas más tarde tras comparecer ante la Fiscalía.
Un caso calificado de "invención" por el sindicato, que acusó a las autoridades de utilizar estos arrestos para "amenazar" los derechos sindicales y obstaculizar las movilizaciones.
Desde el pasado año dos responsables se encuentran en prisión: el secretario general de la sección de autopistas, Anis Kaabi, detenido en enero de 2023 por "provocar pérdidas económicas" a una empresa pública tras convocar una huelga y el secretario general de la Unión Regional del Trabajo (URT), Sanki Assoudi, en detención provisional desde principios de febrero por un supuesto caso de corrupción administrativa.
La UGTT, que reivindica un millón de afiliados, pide implementar los acuerdos firmados con las diferentes administraciones y suspender una polémica circular aprobada en 2021 que exige una autorización previa del Gobierno central para iniciar cualquier tipo de negociación entre ministerios y sindicatos.
El crecimiento de la economía tunecina se situó en 2023 en el 0,4% mientras que el desempleo superó el 16%- hasta 40% entre la población joven- al tiempo que la inflación ha alcanzado una media del 8%.
El país trata de pagar sus deudas y cubrir la demanda de productos básicos -subvencionados por el Estado- mientras la población sufre en el último año continuos desabastecimientos de harina, arroz o azúcar.EFE
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