Asunción, 14 feb (EFE).- El Senado de Paraguay retiró este miércoles, con el apoyo de un grupo de congresistas del gobernante Partido Colorado y sus aliados, la investidura a la legisladora de oposición Kattya González por presunto "uso indebido de influencias", en una votación de la que se retiró la bancada opositora.
En una sesión extraordinaria convocada en esta misma jornada después de que fracasara por falta de cuórum un primer intento de reunión plenaria, se impuso por 23 votos a favor, 15 ausencias y 7 abstenciones el pedido impulsado por senadores de la facción Honor Colorado del oficialismo, cuatro integrantes expulsados del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y otros que se apartaron del movimiento independiente Cruzada Nacional.
"Se aprueba la resolución por la cual pierde la investidura la senadora de la nación Kattya Mabel González Villanueva", declaró el presidente del Congreso, el oficialista Silvio Ovelar, quien convocó de inmediato al suplente de la legisladora para asumir la curul.
Contra González, quien llegó al Senado en julio del año pasado después de ejercer como diputada desde 2018, se presentó en la víspera un documento o libelo acusatorio de 75 páginas, basado en el artículo 201 de la Constitución Nacional.
Durante el debate, el senador liberal Dionisio Amarilla -uno de los promotores de la iniciativa- aseguró que González incurrió en "varias causales" para la pérdida de investidura y destacó que se ha defendido su "principio de inocencia".
En concreto, se acusó a González de presunto "uso indebido de influencias" a favor de dos funcionarios parte de su equipo, entre otros.
Amarilla, quien recordó que también perdió la investidura en 2019, se refirió a los casos de Soledad Blanco y José Luis Torales, asesores de González.
En el caso de Blanco, la acusación denunció que la legisladora presuntamente firmó la planilla de asistencia de la funcionaria cuando "estuvo fuera del país más de diez días entre los meses de noviembre y diciembre de 2023".
Sobre Torales, Amarilla cuestionó que González solicitó que fuera designado jefe de bancada del Partido Encuentro Nacional (PEN) mientras ocupaba un puesto en la Contraloría General de la República, lo que le impedía participar en política.
La sesión, que se extendió durante más de cuatro horas, se desarrolló bajo la protesta de la oposición, que reclamaba la aplicación de una resolución aprobada en diciembre pasado por la Cámara Alta que elevó a una mayoría absoluta de dos tercios -30 votos- el requisito para la pérdida de investidura de los legisladores.
Sin embargo, los impulsores apelaron al artículo 137 de la Constitución, según el cual esa es "la ley suprema" de la república y señalaron que la destitución se debía aprobar por mayoría simple.
Además del proyecto de destitución, la senadora Lilian Samaniego, quien integra un ala independiente entre los colorados, propuso que se votara, en cambio, una sanción por 60 días para González sin goce de salario, mientras se definía si procedía o no el retiro de la investidura.
Por su parte, el bloque opositor, encabezado por el senador Rafael Filizzola, defendió la aplicación del reglamento, que otorga un plazo al acusado para su defensa y exigió se informara cuándo se había notificado a González del libelo en su contra.
González, quien cumple desde el sábado una huelga de hambre para exigir un compromiso del Gobierno del presidente Santiago Peña de no impulsar una reforma constitucional que abra la puerta a la reelección presidencial, acudió al plenario casi al final de la sesión y calificó como "un acto de infinita cobardía" su destitución.
"No vengo a someterme a la justicia de ustedes, son ustedes los que en este momento están siendo sometidos al juicio del pueblo", agregó y responsabilizó a sus colegas de cargar "con la responsabilidad histórica de ser quienes terminaron por acomodar las piezas que el crimen organizado necesitaba para consolidar sus planes".
Emocionada hasta las lágrimas, recordó casi a final de su intervención que "más de 100.000 votos se van hoy de aquí", pero advirtió: "tengan miedo, señores, porque la gente ya no les teme".EFE
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