Portugal: Cerrar la frontera con España fue decisión difícil pero ejemplar

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El ministro de Asuntos Exteriores de Portugal, Augusto Santos Silva, este lunes en Lisboa durante una entrevista con la Agencia EFE, en la que no ha descartado por completo una línea de alta velocidad entre Madrid y Lisboa, pero admite que no está entre las prioridades actuales, y ha advertido de que las conexiones ibéricas deben tener en cuenta los intereses de España y Portugal. EFE/ Andrea Caballero
El ministro de Asuntos Exteriores de Portugal, Augusto Santos Silva, este lunes en Lisboa durante una entrevista con la Agencia EFE, en la que no ha descartado por completo una línea de alta velocidad entre Madrid y Lisboa, pero admite que no está entre las prioridades actuales, y ha advertido de que las conexiones ibéricas deben tener en cuenta los intereses de España y Portugal. EFE/ Andrea Caballero

Lisboa, 3 may (EFE).- Cerrar la frontera con España dos veces y durante varios meses durante la pandemia fue una decisión difícil para Portugal, reconoce el ministro de Exteriores luso, Augusto Santos Silva, quien no obstante defiende que era "necesaria" y se hizo de forma "ejemplar" por la coordinación entre ambos países.
En una entrevista con Efe en Lisboa, el canciller señala que los dos países ibéricos "siempre se entendieron sobre cómo se debía limitar la movilidad cuando la pandemia lo exigió" y que hubo una coordinación continua entre los ministros del Interior de España y de Administración Interna de Portugal.
"El cierre de las fronteras fue siempre decidido por común acuerdo. Esa es la diferencia. Portugal y España fueron ejemplares", afirma Santos Silva, que refiere que las relaciones entre Madrid y Lisboa "son óptimas".
DECISIONES DIFÍCILES
Desde que estalló la pandemia, la frontera hispanolusa -1.200 kilómetros y considerada la más antigua de Europa- ha vivido dos periodos de tránsito restringido, entre el 17 de marzo y el 30 de junio de 2020, y del 31 de enero al 30 de abril.
En los dos casos, cuando se limitó la movilidad "se respetaron los derechos de los trabajadores transfronterizos y de los residentes en los dos países que querían regresar a su patria", considera el canciller luso, que admite que fue "difícil", pero es algo a lo que ya se han habituado desde que llegó la covid.
"Todas las decisiones que tuvimos que tomar por la pandemia fueron muy difíciles. ¿Qué decisión más difícil que impedir a la gente salir de casa? ¿Obligarles a estar en su localidad sin poder salir, cuando hicimos cercas sanitarias? ¿Prohibir a las tiendas que abran, prohibir a la gente que vaya al teatro, obligarlas a partir de cierta hora a estar en casa?", recuerda.
Fueron todas "decisiones muy difíciles, pero necesarias", y sobre todo, "produjeron efectos positivos", continúa en la entrevista con Efe.
OPTIMISTAS, PERO PRUDENTES
¿Habrá un tercer cierre? Santos Silva considera que la situación actual permite cierto optimismo, pero pide "prudencia" y recuerda lo ocurrido en Portugal en los últimos meses.
"En Portugal tenemos una experiencia que podemos compartir. En enero, fuimos los primeros europeos en ser alcanzados por la variante británica. Eso provocó una subida en flecha de nuestras cifras, de infecciones, de hospitalizaciones, de muertes
"Llegamos a ser el país del mundo con el número más elevado de nuevas infecciones. Tomamos medidas muy duras y, en consecuencia, hace más de un mes que somos el mejor país de la Unión Europea en lo que respecta a la pandemia. Esto nos autoriza a tener confianza, pero al mismo tiempo mucha prudencia", dice.
Porque "nadie puede decir que ya se ha librado de la pandemia", avisa, a pesar del progreso de la vacunación.
Portugal llegó a superar en enero las 16.000 infecciones y 300 muertes diarias, unas cifras que colapsaron el sistema sanitario luso y provocaron un severo confinamiento.
Hoy el país ha levantado el estado de emergencia, registra una media de entre 400 y 500 contagios al día e incluso ha vivido varias jornadas sin muertos.