Cincuenta años después de la muerte de su creador, McLaren atraviesa un momento difícil

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Cincuenta años después de la muerte de su fundador Bruce McLaren, su marca, convertida en una de las más famosas de la Fórmula 1, atraviesa un momento difícil debido al coronavirus.

El 2 de junio de 1970 en el circuito de Goodwood (Gran Bretaña), el piloto neozelandés Bruce McLaren perdía el control de su "CanAm", que chocaba contra una cabina de comisarios.

Con apenas 32 años, desaparecía quien había pasado de ser un simple mecánico a ser uno de los pilotos más talentosos de su época y fundador de una escudería que se ha convertido en la segunda con más títulos en Fórmula 1, detrás de Ferrari.

Este martes, para conmemorar el cincuentenario de su desaparición, su hija Amanda, nacida en 1965, inauguró una estatua de su padre en la sede de McLaren en Woking, cerca de Londres. Cincuenta velas fueron puestas alrededor de un McLaren M8D, el modelo que conducía el día de su muerte.

"El 2 de junio es cada año un día de emoción para nosotros y más aún este año. Saber que papá mira a McLaren desde lo más alto es muy emocionante. Habría estado increíblemente orgulloso de los triunfos logrados en su nombre", declaró su hija.

Vencedor de cuatro grandes premios de Fórmula 1, el primero en 1959, el último en 1968, con un auto que llevaba su nombre, ganó las 24 Horas de Le Mans en 1966, al volante de un Ford, en condiciones especiales, recientemente llevadas a la pantalla en el exitoso film "Le Mans 66".

En Norteamérica, imbatibles en la serie CanAm, ahora desaparecida, los McLaren ganaron en tres ocasiones las 500 Millas de Indianápolis, la primera en 1974.

Y es que los socios de Bruce continuaron la aventura tras su muerte. Con éxito, ya que en 1974 el brasileño Emerson Fittipaldi se convirtió en campeón del mundo de Fórmula 1 con un McLaren, antes de un nuevo título en 1976 con el británico James Hunt.

Siguieron años difíciles que desembocaron en la llegada de un nuevo propietario, Ron Dennis.

Superado ese período, McLaren ganó un nuevo título en 1984 con Niki Lauda y después toda una serie con Alain Prost y Ayrton Senna (1985, 1986, 1988, 1989, 1990 y 1991).

Un McLaren ganó también las 24 Horas de Le Mans en 1995, antes de dos nuevos títulos en F1 con Mika Häkkinen (1998 y 1999).

Conduciendo también un monoplaza de la escudería británica, Lewis Hamilton ganó su primera corona mundial en 2008.

- Vacas flacas -

Siguió un largo período de vacas flacas, acompañado de la marcha de Ron Dennis y la llegada del estadounidense Zak Brown, que terminó con la cuarta plaza en el Mundial de constructores en 2019.

"Hoy, con ocasión del 50 aniversario de la muerte de Bruce McLaren, nos acordamos de lo que creó. Era un competidor, un innovador y todos en McLaren dan lo mejor de sí cada día para seguir su ejemplo", señaló este martes Zak Brown.

Símbolo de ese apego a la herencia de la marca, Brown hizo volver a la escudería este año, por primera vez desde 1979, al campeonato estadounidense Indycar, que incluye las 500 Millas de Indianápolis.

Pero la pandemia del coronavirus ha bloqueado estos planes.

Además de autos de carreras, McLaren fabrica también coches deportivos de lujo, una vía en la que Bruce McLaren se había lanzado poco antes de su muerte.

Esta actividad sufre la crisis actual del mercado automovilístico mundial, cuando, además, los ingresos de la escudería de F1 se han visto seriamente amputados por la anulación o el aplazamiento de muchas pruebas del Mundial de 2020.

Tras el anuncio de la llegada del piloto australiano Daniel Ricciardo en 2021, McLaren se vio obligada a presentar un severo plan de ahorro, con la supresión de 1.200 empleos, un cuarto de sus efectivos, con unos 70 en F1.

En este contexto difícil, la nueva reducción la semana pasada del techo de gastos de las escuderías desde el próximo año suavizará el choque, dejando a McLaren la esperanza de recuperar su lugar al lado de los grandes nombres del deporte del automóvil, como Ferrari y Mercedes.

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