Verónica Lozano: "Me cuesta creer que los políticos tengan vocación de servicio"

La popular conductora, que lleva diez temporadas al frente de AM en Telefe, habló con Infobae de la adicción al rating, cómo vive la maternidad y de su relación con Jorge "Corcho" Rodríguez. "A la Presidente le preguntaría si volvería a enamorarse", contó

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Es un milagro realmente, hemos pasado por diferentes momentos. Momentos en que era más radial femenino, momentos en que era más granhermanístico, momentos en que fue más de humor, momentos de actualidad. Es un desafío constante estar en el aire sosteniendo un programa.

En lo personal crecí porque tengo una hija divina, armé una familia que estoy chocha de tener con Jorge (Rodríguez). En lo profesional, la posibilidad de estar al aire todos los días para mí es genial, es como salir a la cancha todos los días. Si quedo enroscada con algo, digo: "Bueno, mañana tengo la posibilidad de modificarlo".

Sí, absolutamente.

Tengo ganas.

No, la verdad es que todo duele igual o más. No quiero ser redundante con la maternidad, pero empezás a tener otra sensibilidad. Puede ser tu hija, podés estar en el lugar de esa mamá que está sentada en el living. Lamentablemente, con todos los episodios de inseguridad que hay permanentemente vienen mamás llorando por sus hijos, mujeres que están padeciendo violencia de género. A Dios gracias, no terminás de curtirte, no perdés la capacidad de asombro y de tristeza sobre eso.

El eje cuando no sos mamá, sos vos. Hay como un egocentrismo. La vida está armada de acuerdo a tus rutinas, tus situaciones, tus expectativas, tus deseos, tus fantasías. Cuando aparece un hijo, todo empieza a girar en torno a ese ser que no conocés y que ya amás desde el principio, que también eso es muy mágico. Con sus avatares de momentos lindos y momentos feos. No es todo color de rosas.

Sí, absolutamente. Incluso era una mina que no me definía la maternidad. No es que yo soñaba con... Tal vez si me preguntabas de más pequeña decía: "Bueno, quiero tener tres hijos, cuatro hijos"; pero en un momento pensé hasta que no iba a ser mamá. Respeto mucho a las mujeres que deciden no ser mamás. Me parece que, por suerte, eso también ha cambiado. No es que el ser mamá te define como mujer o te completa como mujer. Hay mujeres que eligen no ser madres y son excelentes mujeres, y tienen tal vez el rol de maternizar otro tipo de vínculo.

Sí, me salió bien. No vivo con culpa el laburo. Volví a laburar a los 22 días de parir, porque sentía que extrañaba el aire. Soy muy adicta también a mi laburo, me gusta, es como una adicción linda, positiva.

A pesar de que a mí se me ve muy extrovertida, en muchas situaciones soy bastante reprimidita. Pienso lo que voy a decir, si va a molestar o lastimar o qué sé yo. Pero filtro, tal vez. Pareciera que no tengo, pero tengo.

Sí, lloro. A veces me gusta manipularme y provocar situaciones de llanto. Tipo auto con música, ¿ubicás?

Claro...

No, ahí no me sale. En esas situaciones, si hay algo que detesto, es la mina que llora, o en el laburo, con el jefe... Para mí no, eso para mí no hay que mostrárselo.

No. Ante determinadas situaciones y a un hombre, no. A una amiga y qué sé yo, sí. Pero en determinadas situaciones, no quiero ser malinterpretada.

Porque él es muy rompehuevos con muchas cosas, es muy estricto, muy perfeccionista. Con las cosas de la casa, si viene alguien a comer. A lo mejor ahí sí hay discusiones de: "todo tiene que estar óptimo". Yo soy mucho más relajada o pongo las cosas de un modo y él viene y las cambia, entonces le digo: "¿Para qué voy a hacer las cosas yo si vas a hacerlo distinto?".

Con el tiempo yo aprendí un poco su perfeccionismo, me acomodé, dejé de ser tan hippie. Él relajó también un poco de insistencia, ya se resigna. Así que si quiere que algo esté de determinado modo, lo hace él y chau.

Es un papá amoroso, sensacional, comparte muchas cosas con ella. Les gusta el tema de los caballos, el tema de la música, dibujar, pintar. Ama mucho. Cuando no está él, sufre más que cuando no estoy yo, para mí. Aparte es medio dramática: "¡Se fue mi papito!" y agarra una foto y llora.

Sí, soy celosa, en su justa medida pero depende...

Sí. Me parece que en una relación que dura en el tiempo, todo es conversable. Los vínculos se van manejando y transformando día a día.

La construcción misma de la relación. En casi todas las cosas que armo en mi vida tengo la sensación de que también pueden desaparecer, eso me estimula permanentemente. No siento nada asegurado. Ni mi laburo, ni mi vínculo... Eso me hace estar permanentemente buscándole la vuelta.

No, lo vivo más como una situación de conquista permanente, pero no de la pose del baby doll. Tiene que ver con no dar por sentado nada.

Me llevo muy bien. Es un vínculo que fui construyendo y fui aprendiendo. En su momento lo llevé mucho a terapia el tema de la guita.

¿Cuánto valgo yo? ¿Cuánto vale...? Yo no tengo representante, entonces también discutir el precio de uno cuando alguien va a negociar un trabajo...

No, yo decía: "No sé, no sé. Decime vos...". Ahora es algo que me divierte sobremanera ese momento de la negociación. Lo veo como un pro. Me gusta vivir bien, valoro lo que tengo, no soy derrochona...

Bien, no hay rollo con la guita. Somos una familia, si bien cada uno tiene sus cuentas por separado, también hay una cuestión de cosas en común.

A que le pase algo a Antonia, ese es el miedo más grande. Miedo a los dolores físicos, al achaque, a perder autonomía, independencia. No a la muerte. De mi muerte, cero. Sí de mis seres queridos. De ese vacío impensado... ni me animo a visibilizar una situación de pérdida.

El rating es un TOC, miro el rating todo el tiempo.

Se puede, te dicen: "¡No mires tanto!". Estás como un efecto Tristán, pero sí se puede. A mí me estimula. Yo soy una enfermita de la tele, me gusta mucho la tele. Incluso, miro el rating de otros programas cuando estoy en mi casa.

Yo veo todo, yo te consumo todo. No soy la que te dice: "No, ni idea. Justo estaba haciendo zapping". Veo los programas de espectáculos... Del canal adoro Elegidos, Antonia se copa y vota. Veo Masterchef... Después también puedo ver Intrusos, Bendita; puedo ver TVR.

Me da bronca. Le digo: "Laburás de la tele, hijo de puta. ¿Cómo no vas a tener tele?". Ahí es cuando viene mi filtro y digo: "Bueno, Verónica, cada uno tiene derecho a...". Pero esto me parece como un doble mensaje, si laburás de la tele y no tenés tele... No sé, es como raro.

Hemos entrevistado a Mirtha, pero me gustaría entrevistarla más profundamente.

Me gustaría hablar de todo: de sus amores, de su condición de estrella de la televisión, de sus penas, sus angustias.

Si le gustaría ser presidente.

Si se volvería a enamorar.

No. Tengo gente conocida, pero amigos no.

No quiero generalizar, pero me cuesta mucho creer cuando escucho los discursos de cada uno. Creer en que haya convicción, en que haya una gran vocación de servicio, de ponerse al servicio. Soy bastante escéptica.

Por un lado, me parece algo orgánico, que está. Históricamente, desde Kennedy con Marilyn, siempre existió esa cosa del tipo poderoso que gusta de la chica joven. No lo veo mal como herramienta ni me enojo contra eso. Soy muy consciente del poder de la televisión. En cualquier lugar puede haber un tipo muy poderoso, con mucha guita y entra alguien de la tele y enseguida se produce una cosa donde ese tipo o esa mina de poder o de dinero desea algo que el tipo de la tele tiene. Por eso esa mezcla es poderosa también y por eso mucha gente de la política termina teniendo medios; porque termina siendo otro poder. Pero contestándote, no me molesta. Es algo que funcionó históricamente. Mirá Perón y Evita.

En la campaña no hay nada. Me parece que está todo pintado. Está más puesta la energía en criticar al otro. Hay cosas que el Gobierno ha hecho que están totalmente geniales; hay muchas cosas más por hacer... Hay que estar en el lugar de ser gobierno, hay que tener toda una dinámica a favor, no es simple, es complejo. Creo que hay poca gente que honestamente quiere meter las manos en el barro y laburar por eso.

Me gustaría seguir en la tele, delante de cámara o atrás, tal vez produciendo algo. Con mi hija divina, feliz; en pareja y pasándola bien. En una Argentina con posibilidades para todos. Me parece que hay gente que la está pasando realmente mal y que nadie se lo merece. Hay gente que no tiene mucha posibilidad de laburo y está bueno que todos tengamos la posibilidad de crecer. Que realmente haya un sistema de inclusión y de posibilidades para todo el mundo. Que no sea tan cruel para mucha gente.