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El avión con 295 personas a bordo cayó en la autoproclamada República de Donetsk y los rebeldes no tienen intenciones de permitir las pericias. La zona, absolutamente impenetrable para las tropas ucranianas, está fuera del alcance internacional.
Andrei Purghin, ilegal primer vicepremier de Donetsk (las elecciones se realizaron al margen del derecho internacional), prometió que apenas sean halladas las cajas negras serán entregadas a las autoridades rusas para "una investigación objetiva".
Minutos después de esa declaración, los separatistas prorrusos anunciaron el hallazgo de la "caja negra" del avión. Y propusieron al gobierno de Petro Poroshenko un alto el fuego para investigar la tragedia.
Ucrania atraviesa, desde diciembre pasado, violentos enfrentamientos en el interior de su sociedad. La zona donde cayó el avión está dominada por milicias fuertemente armadas que –en un primer momento– intentaron separarse de Kiev para unirse a Rusia, como sucedió con Crimea a mediados de marzo. Pero tras la presión internacional para respetar la integridad territorial de ucrania, Moscú no posibilitó la maniobra y el este ucraniano autoproclamó su independencia.
Donetsk es el epicentro de la sublevación prorrusa contra el gobierno de Kiev. Allí gobierna un primer ministro elegido sin garantías internacionales.
Las milicias negaron su responsabilidad en el ataque. De hecho, el líder separatista Aleksander Borodai culpó a las fuerzas del gobierno ucraniano de haber derribado un avión de pasajeros de Malasia en el este de Ucrania.
"Aparentemente, se trata de un avión de pasajeros, de verdad derribado por la Fuerza Aérea ucraniana", dijo Borodai al canal de televisión estatal ruso Rossiya 24. De todas formas, Kiev negó que las Fuerzas Armadas de Ucrania hayan estado involucradas en la caída del avión.
Son estas milicias quienes controlan el lugar donde se precipitó el avión, por lo que se desconoce si han preservado la escena para comenzar las pericias.
Escenario desolador
Decenas de cadáveres estaban esparcidos alrededor de los restos humeantes de un avión de pasajeros que se estrelló el jueves en el este de Ucrania, según narró un periodista de Reuters que estaba en el lugar.
Un trabajador de rescate de los servicios de emergencia dijo que al menos 100 cuerpos se habían encontrado hasta el momento en el lugar, cerca del pueblo de Grabovo. Los restos de la aeronave, explicó, estaban dispersos en un área de unos 15 kilómetros de diámetro.
"Vi el avión chocar contra el piso y partirse en dos"
"Estaba trabajando en el campo con mi tractor cuando escuché el ruido de un avión y luego un golpe y disparos. Entonces vi el avión chocar contra el piso y partirse en dos. Había un denso humo negro", dijo un testigo que se identificó apenas como Vladimir. La zona es escenario de combates entre tropas de Ucrania y rebeldes separatistas prorrusos.
Un rebelde de la localidad cercana de Krasnyi Luch que dijo llamarse Sergei contó: "Desde mi balcón, vi un avión comenzar a descender desde una gran altura y entonces oí dos explosiones". El testigo negó que la aeronave haya sido derribado por los separatistas, como sugirieron funcionarios en Kiev.
La tragedia
Un Boeing de Malaysia Airlines cayó en Ucrania, cerca de la frontera rusa, informó este jueves la agencia de noticias Interfax. El Boeing 777, que transportaba a 280 pasajeros y 15 miembros de la tripulación, volabadesde Ámsterdam a Kuala Lumpur.
Fuentes policiales ucranianas revelaron que la nave desapareció de los radares en Ucrania, cuando se encontraba a una altura de 10.000 metros. Según el Ministerio del Interior de Ucrania, la aeronave fue alcanzada por un misil ruso, pero el Kremlin salió a desmentir esta acusación.
La nave cayó en Torez, a unos 40 kilómetros de la frontera con Rusia. El área es una región con actividad militar donde las fuerzas del gobierno de Ucrania están luchando con separatistas prorrusos.