Apenas unas horas antes de que Benedicto XVI concrete su ansiada llegada a Cuba, y mientras éste pedía terminar con los odios en América Latina desde México, la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional daba a conocer un comunicado en el que informaba de 70 personas detenidas en Santiago de Cuba en los últimos cuatro días, entre ellas 15 Damas de Blanco.
Bajo estricto control estatal, los medios de comunicación cubanos no dieron parte de estos arrestos. Sin embargo, en las últimas semanas sí se hicieron eco de las advertencias del régimen de que no se tolerarán actos políticos durante la visita papal, que culminará el miércoles.
La Comisión, que preside el disidente Elizardo Sánchez, afirmó que "el régimen castrista ha aumentado sus acciones represivas y de intimidación contra pacíficos disidentes, especialmente en la provincia de Santiago de Cuba y otras regiones cercanas a dicha ciudad", a la que llegará el Papa desde México.
Por su parte, el ex preso político José Daniel Ferrer dijo a la agencia AFP que "el gobierno quiere tener un total control del ambiente en torno a las misas (del Papa) y trata de evitar que se produzca cualquier acto de protesta opositora".
Esta comisión afirmó que se han producido también amenazas de arresto e intimidaciones para que muchos disidentes no asistan a las misas. Y denunció que tanto en Santiago como en la capital al menos un centenar de mendigos han sido detenidos o internados "para que no fueran vistos en las calles por visitantes extranjeros", incluyendo peregrinos y periodistas, durante la visita de Benedicto XVI. "El internamiento forzado de estas personas indefensas y absolutamente vulnerables constituye una repugnante violación de derechos humanos", criticó el grupo.
Tensión en La Habana
Una veintena de mujeres de las Damas de Blanco acudieron este domingo a la Iglesia de Santa Rita, como hacen cada domingo para escuchar misa y después desfilar en silencio por una avenida aledaña, después de que el pasado fin de semana decenas de integrantes de este grupo fueran arrestadas por algunas horas.
"Pese a las amenazas de las fuerzas represivas vamos a hacer la tentativa de ir el día 28 a la plaza (de la Revolución) a escuchar la misa del Santo Padre, un derecho que tenemos porque nadie puede escoger quien puede o no participar en una misa y estar cerca de Dios", afirmó Berta Soler, vocera de la agrupación. Soler indicó que asistirán todas vestidas de blanco, pero sin la remera de Laura Pollán (ex líder de la agrupación fallecida a fines de 2011). "No llevaremos banderas, no habrá consignas políticas y no responderemos a las provocaciones", añadió.
Las mujeres llevaron a cabo su habitual recorrido, seguidas esta vez por un centenar de periodistas. No obstante, eso no evitó que seguidores del régimen lancen sus acusaciones y críticas contra ellas.
"Fidel nada les quitó, son madres de delincuentes comunes, ¡vivan Fidel y Raúl!", exclamó a su paso una mujer mulata, de unos 40 años. "Dicen que las golpean domingo por domingo y eso es mentir", agregó una segunda, blanca y de más de 70 años.
En las semanas previas a la visita papal se han producido algunos episodios de tensión con grupos disidentes como la ocupación de un templo en La Habana o los arrestos temporales de las Damas de Blanco.
"La policía comenzó a molestarnos cuando decidió que ya no estábamos defendiendo a nuestros familiares, sino que nos habíamos convertido en un movimiento político. Y eso, dijeron, no lo iban a permitir", explicó Soler, quien insistió en la posibilidad de que el Papa las reciba. "Pedimos que nos reciba Su Santidad, que lo haga depende de Dios, no de él y del cardenal (Jaime) Ortega. Tiene que decirle que acá hay mujeres que sufren, que padecen persecución y son golpeadas", indicó.
El régimen de Raúl Castro, que considera a los disidentes contrarrevolucionarios y mercenarios al servicio de los Estados Unidos, ha advertido que "fracasarán" quienes pretendan "obstaculizar esta visita apostólica con manipulaciones políticas".