Resumen fashionista: la complicidad entre dos reinas de estilo

Una vez más la visita de Estado del matrimonio presidencial fue una vidriera argentina al mundo. La primera dama, Juliana Awada, deslumbró con sus propuestas a la hora de vestir.

Este viaje tuvo un condimento aún más especial -en cuanto a la moda- el esperado tercer duelo de estilo entre las argentinas -Máxima y Juliana- ambas consideradas reinas fashionistas. Íntimas, las dos se destacaron respetando cada una su sello distintivo.

La Reina de Holanda, fiel a las piezas con detalles en estampas; la primera dama, lisos; Máxima, la devota de los tocados, Awada sin caer en los excesos. Los trajes de dos piezas protagonizaron el encuentro para el día y las piedras bordadas invadieron los trajes de noche. El recogido y los stilettos fueron los guiños de complicidad entre ambas.

Para el primer encuentro, la primera dama se inclinó por un traje off white de corte 3/8 con detalles en perlas, por debajo un vestido de corte recto en la misma tonalidad. Ambas piezas fueron creadas por la firma LYU de las diseñadoras argentinas, Marina Lafuente y María Inés Urien. Completó con stilettos y clutch nude y cabello recogido formal. Sin complementos ni joyas.

Esa misma noche, en el majestuoso Palacio Real de Amsterdam, Awada eligió una vez más la firma de Amelia Sabán, Ménage à Trois. Una pieza realizada a medida, íntegramente bordada a mano con mini pailletes de organza color gris acero, una pieza que destacaba su silueta. El cabello recogido con aros chandelier. El vestido de Máxima, imponente en nude y también completamente bordado, fue complementado con aros y collar del joyero familiar. La reina no usó tiara.

La primera dama mantuvo una agenda paralela, como suele hacer en cada una de sus visitas: junto a la Reina Máxima recorrieron el Centro de Juventud y Familia "Jeugd & Gezin". En esa ocasión se mantuvo en la misma línea con un equipo pollera y saco de largo 3/4, en blanco, de la firma LyU, y celeste.

La pieza estrella del viaje fue el modelo elegido para ir al teatro. "Este diseño, el vestido Juliana, fue bordado a mano con lentejuelas, cristales y flores de tul en plata, azul y blanco. Gracias nuevamente por esta experiencia absolutamente inolvidable", escribió en su redes sociales Maia Bergman, la prestigiosa diseñadora de Central Saint Martins.

Los accesorios: los aros de brillantes para la gala fueron el sello distintivo de la propuesta que lució en los Países Bajos. Awada se inclina generalmente por no lucir joyas ni complementos.

Otra de las novedades en el look de la primera dama fue su peinado semi recogido en media cola con aires vintage.

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